Neuroeconomía: nueva frontera

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Si bien la economía del comportamiento y la psicología han tratado de explicar el funcionamiento económico y las decisiones financieras, incorporando aspectos psicológicos tanto cognitivos como sociales, recientemente se ha dado un paso más en el intento de demostrar las correlaciones de circuitos neuronales y toma de decisiones económicas y financieras a través de la neuroeconomía.

En efecto, la neuroeconomía se encarga de estudiar las respuestas cerebrales que acontecen mientras tomamos decisiones de carácter económico, con la finalidad de entender la conducta de los individuos y poder plantear modelos, susceptibles de ser usados por los economistas, que ayuden a predecir el comportamiento económico de las personas. En este proceso se estudia, entre otras cosas, la incertidumbre que generan la información económica, los intercambios sociales y los riesgos en las personas que van a hacer una inversión. Con esta información los economistas pueden intentar cuantificar la contribución de la emoción en la toma de decisiones.

Señalábamos al inicio de este libro que el mundo cambia y con él, la ciencia, no siempre a la misma velocidad ni de la misma manera. Pero lo que era ya no es, porque algo, o todo, ha cambiado o está cambiando. Por eso no nos sorprende la aparición de un contexto en el que neurociencia, psicología y economía están llamadas a incardinarse en un proyecto común destinado a ofrecer nuevos planteamientos para comprender la toma de decisiones económicas y financieras, validando nuestro axioma inicial de «tres disciplinas dispuestas a colaborar».

Nos gustaría terminar comparando la neuroeconomía con un caleidoscopio, donde cada espejo, cada disciplina, nos va a mostrar lo que ve cuando acercamos el ojo a uno de sus extremos y miramos la figura geométrica que compone.

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Aspectos Clave de la Neuroeconomía

  1. Enfoque Multidisciplinario:
    • La neuroeconomía surge de la colaboración entre la neurociencia, que estudia el cerebro y sus funciones; la economía, que se centra en la toma de decisiones y la asignación de recursos; y la psicología, que analiza los comportamientos y emociones. Esta integración permite un enfoque más completo, abordando las limitaciones cognitivas, los sesgos y las emociones que afectan nuestras elecciones.
    • Gracias a esta colaboración, se busca una comprensión más realista y compleja de cómo se toman las decisiones económicas, más allá de los supuestos de racionalidad que dominan la economía clásica.
  2. Uso de Técnicas Neurocientíficas:
    • Las herramientas de neurociencia, como la resonancia magnética funcional (fMRI) y la electroencefalografía (EEG), permiten observar qué áreas del cerebro se activan durante la toma de decisiones económicas. Estos estudios muestran cómo interactúan regiones como la corteza prefrontal, que regula la planificación y el autocontrol, y el sistema límbico, que procesa las emociones y las recompensas.
    • Estas técnicas ayudan a identificar los circuitos cerebrales involucrados en la evaluación de riesgos, la toma de decisiones bajo incertidumbre, y la valoración de recompensas inmediatas frente a las a largo plazo.
  3. Sesgos Cognitivos y Decisiones:
    • Uno de los aportes más importantes de la neuroeconomía es el estudio de los sesgos cognitivos, que son atajos mentales que llevan a decisiones subóptimas. Ejemplos incluyen el sesgo de confirmación (buscar información que respalde nuestras creencias) o la aversión a las pérdidas (preferir evitar pérdidas antes que ganar).
    • La neuroeconomía ofrece explicaciones neuronales para estos sesgos, demostrando cómo las emociones y las reacciones automáticas del cerebro pueden influir en decisiones que parecen irracionales desde una perspectiva económica clásica.
  4. Circuitos de la Recompensa:
    • En el estudio de las decisiones económicas, los neurocientíficos han identificado la importancia del sistema de recompensa del cerebro, que involucra neurotransmisores como la dopamina. Este sistema evalúa las recompensas potenciales y ajusta las decisiones en función del riesgo percibido.
    • Por ejemplo, la dopamina tiene un papel clave en la búsqueda de recompensas a corto plazo, lo que explica por qué las personas a menudo prefieren gratificaciones inmediatas sobre beneficios a largo plazo, lo que es relevante en decisiones financieras como el ahorro o el consumo.
  5. Aversión al Riesgo y al Incertidumbre:
    • La neuroeconomía también estudia cómo las personas toman decisiones bajo incertidumbre o en condiciones de riesgo. Las áreas del cerebro responsables de la emoción y el miedo juegan un papel crucial en la aversión al riesgo. En situaciones económicas, como inversiones o apuestas, el cerebro puede sobreactuar ante el miedo a perder, lo que lleva a decisiones conservadoras.
    • Al entender cómo los humanos perciben y responden al riesgo a nivel cerebral, la neuroeconomía proporciona nuevas formas de explicar comportamientos como la aversión a las pérdidas o la preferencia por inversiones seguras.

Impacto en Diferentes Áreas

  1. Marketing y Comportamiento del Consumidor:
    • En el ámbito del marketing, la neuroeconomía ayuda a entender cómo los consumidores perciben los precios, las promociones y las marcas. Las decisiones de compra están influenciadas por cómo el cerebro responde a estímulos publicitarios, ofertas y la presentación de productos, y esto puede ser analizado en términos de actividad cerebral.
    • Las empresas pueden usar esta información para diseñar estrategias de marketing más eficaces, dirigidas a activar áreas cerebrales específicas que influyen en las decisiones de compra.
  2. Políticas Públicas y Economía del Comportamiento:
    • La neuroeconomía también tiene implicaciones en la política pública. Al entender mejor cómo los ciudadanos toman decisiones en contextos de impuestos, ahorro para la jubilación o inversiones en salud, los gobiernos pueden diseñar políticas que incentiven comportamientos más beneficiosos, como el ahorro o la inversión en educación.
    • El campo de la economía del comportamiento, que ya explora cómo las personas no siempre actúan de manera racional, se ve enriquecido por los descubrimientos neuroeconómicos sobre las emociones y los procesos cerebrales detrás de estas decisiones.
  3. Aplicaciones en Finanzas:
    • En las finanzas, la neuroeconomía ayuda a explicar fenómenos como las burbujas económicas o el pánico financiero. Las emociones como el entusiasmo y el miedo pueden amplificarse en situaciones de mercado, lo que lleva a decisiones de inversión irracionales o excesivamente riesgosas. Estudiar cómo el cerebro responde a estos eventos puede ofrecer nuevos enfoques para mitigar comportamientos financieros extremos.

Desafíos y Futuro de la Neuroeconomía

  • Generalización de Resultados: Muchos estudios neuroeconómicos se realizan en entornos experimentales controlados, lo que plantea el desafío de generalizar los hallazgos a contextos de la vida real, donde las decisiones son más complejas y están influenciadas por múltiples factores.
  • Complejidad del Cerebro: El cerebro humano es increíblemente complejo, y aunque la neuroeconomía ha avanzado en la identificación de áreas y circuitos involucrados en la toma de decisiones, aún queda mucho por descubrir acerca de cómo estas interacciones neuronales resultan en comportamientos específicos.
  • Cuestiones Éticas: La neuroeconomía plantea dilemas éticos, especialmente en cuanto al uso de este conocimiento para influir en las decisiones de los consumidores o en estrategias de marketing. Existe un debate sobre cómo asegurar que estos descubrimientos se usen de manera responsable.

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