Movilidad de la persona dependiente
Del curso online de Atención Sociosanitaria
MOVILIDAD DE LA PERSONA DEPENDIENTE
- PRINCIPIOS ANATAMOFIOLÓGICOS DE SOSTÉN Y MOVIMENTO DEL CUERPO HUMANO
El cuerpo humano se compone de distintos órganos que pueden ser agrupados en sistemas según su similitud o función. Uno de ellos es el sistema osteomuscular, que se compone de huesos, músculos y articulaciones.
Cualquier alteración de las partes que lo componen puede crear graves alteraciones al afectar a la capacidad de sostén y movimiento de la persona. El problema más frecuente es el de las inmovilizaciones de miembros.
El profesional debe conocer la estructura del aparato locomotor para poder cumplir de forma correcta su función.
El esqueleto humano es:
- SOSTÉN mecánico del cuerpo y de sus partes blandas, funcionando como un armazón que mantiene la morfología, a la vez que PROTEGE las vísceras y permite la realización de diversas posturas como la bipedestación.
- SOPORTE DINÁMICO, permite el movimiento en sus diversas formas actuando como palancas y puntos de anclaje para los músculos.
- ALMACEN METABÓLICO, moderando la relación de sales de calcio y fosfatos,
- CONTENEDOR DE MEDULA ÓSEA.
- APARATO LOCOMOTOR
El sistema esquelético-muscular está formado por la unión de los huesos, las articulaciones y los músculos. Son huesos unidos por articulaciones, puestos en movimiento por los músculos al contraerse, gracias a los nervios y a los vasos.
El esqueleto humano es una estructura flexible y, a la vez, lo suficientemente firme para mantener el cuerpo en su característica posición erecta. Lo integran más de doscientos huesos.
Alrededor de los huesos se encuentran los músculos esqueléticos situados en varias capas. Su capacidad de contracción permite el movimiento corporal de forma voluntaria al estar controlados por fibras nerviosas motoras procedentes del sistema nervioso central.
Las articulaciones son estructuras encargadas de unir los huesos y cartílagos entre sí, dando estabilidad a nuestro cuerpo y permitiendo su movilidad.
1.1.2. SISTEMA ÓSEO
- Conceptos generales
La Osteología es una rama de la anatomía descriptiva que trata del estudio científico del sistema óseo en general y de los huesos que lo conforman en particular. El hueso es un tejido de sostén altamente especializado, que se caracteriza por su rigidez y dureza.
Los huesos están formados por una variedad especializada de tejido conjuntivo que se caracteriza por ser vivo, mineralizado, vascularizado y constantemente cambiante, recubiertos por una membrana llamada Periostio. En ciertas zonas, está asociado al tejido cartilaginoso (variedad de tejido conjuntivo de consistencia semidura). Igualmente se caracteriza por su dureza, su elasticidad, su capacidad regenerativa y sus mecanismos de crecimiento: el tejido óseo.
Se conocen dos clases de tejido óseo, uno denso denominado hueso compacto y otro que forma una malla de trabéculas en la cual se aprecian espacios intercomunicantes y que se denomina hueso esponjoso o trabecular. El hueso compacto está siempre situado exteriormente, rodeando al hueso esponjoso y su cantidad relativa y arquitectura varían de un hueso a otro dependiendo de su forma, posición y función.
Excepto en las superficies articulares recubiertas de cartílago todos los huesos del cuerpo están recubiertos por una membrana denominada periostio que se adhiere íntimamente al hueso, ricamente vascularizada e inervada.
Curso de atención socio sanitaria a domicilio: Movilidad de la persona dependiente
Objetivos de la movilidad asistida
- Mejorar la calidad de vida del paciente.
- Facilitar actividades diarias como levantarse, sentarse, o cambiar de posición.
- Prevenir complicaciones de la inmovilidad.
- Evitar úlceras por presión, contracturas, trombosis o infecciones respiratorias.
- Mantener o recuperar la autonomía del paciente.
- Promover la movilidad activa siempre que sea posible.
- Garantizar la seguridad y el bienestar del cuidador.
- Utilizar técnicas adecuadas para prevenir lesiones musculoesqueléticas.
Consideraciones previas a la movilización
- Evaluación del paciente:
- Capacidad funcional: Nivel de movilidad, fuerza, y equilibrio.
- Estado de salud: Lesiones, dolor, fracturas u otras condiciones.
- Colaboración: Nivel de comprensión y participación.
- Preparación del entorno:
- Retirar obstáculos que dificulten el movimiento.
- Asegurar la estabilidad de camas, sillas o equipos de ayuda.
- Tener dispositivos auxiliares (cinturones de transferencia, grúas, etc.) a mano.
- Postura del cuidador:
- Mantener la espalda recta y doblar las rodillas al levantar.
- Usar la fuerza de las piernas y no de la espalda.
- Posicionarse cerca del paciente para reducir el esfuerzo.
- Comunicación:
- Explicar al paciente cada paso de la movilización.
- Solicitar su colaboración en la medida de sus capacidades.
Técnicas de movilización en personas dependientes
1. Movilización en la cama
- Cambio de posición lateral:
- Cruzar los brazos del paciente sobre el pecho.
- Colocar una almohada entre las piernas para proteger articulaciones.
- Girar al paciente hacia un lado, manteniendo alineada la columna.
- Sentar al paciente en la cama:
- Elevar el respaldo de la cama.
- Girar suavemente al paciente hacia un lado.
- Colocar sus pies fuera de la cama y ayudar a incorporarse.
2. Transferencia de cama a silla
- Con ayuda manual:
- Frenar la silla de ruedas y retirar los reposapiés.
- Colocar al paciente en posición sentada al borde de la cama.
- Usar un cinturón de transferencia para levantarlo y girarlo hacia la silla.
- Con grúa de transferencia:
- Colocar el arnés debajo del paciente.
- Sujetar el arnés a la grúa y elevarlo lentamente.
- Trasladarlo a la silla y asegurarse de que esté bien posicionado.
3. Movilización activa asistida
- Cuando el paciente tiene cierta capacidad de movimiento:
- Proporcionar apoyo en los brazos o en un andador.
- Motivar al paciente a realizar pequeños movimientos que promuevan su autonomía.
4. Movilización pasiva
- En pacientes completamente dependientes:
- Realizar movimientos suaves y controlados para evitar lesiones.
- Ejercitar articulaciones (flexión y extensión) para prevenir contracturas.
Uso de dispositivos de ayuda
- Grúas de transferencia:
- Ideales para pacientes con movilidad nula o muy reducida.
- Reducen el esfuerzo físico del cuidador.
- Cinturones de transferencia:
- Ofrecen sujeción segura y facilitan el movimiento.
- Tablas deslizantes:
- Útiles para transferencias de cama a camilla o silla.
- Andadores y bastones:
- Fomentan la movilidad activa en pacientes parcialmente dependientes.
- Colchones antiescaras:
- Previenen úlceras por presión en pacientes inmovilizados.
Prevención de complicaciones asociadas a la inmovilidad
- Úlceras por presión:
- Cambiar de posición cada 2-3 horas.
- Usar almohadas y colchones antiescaras.
- Contracturas musculares:
- Realizar ejercicios pasivos o activos.
- Fomentar cambios posturales frecuentes.
- Problemas respiratorios:
- Promover la posición semi-Fowler (cabecera elevada).
- Realizar ejercicios de respiración profunda.
- Trombosis venosa profunda:
- Usar medias compresivas.
- Fomentar movimientos regulares, aunque sean mínimos.
Principios ergonómicos para el cuidador
- Alineación corporal:
- Mantener una postura recta, con los pies separados para mayor estabilidad.
- Evitar giros bruscos del torso.
- Uso adecuado de la fuerza:
- Levantar con las piernas, no con la espalda.
- Evitar cargas que excedan la capacidad física.
- Planificación de los movimientos:
- Anticipar cada paso de la movilización para evitar improvisaciones.
- Solicitar ayuda:
- Contar con otro cuidador si el peso del paciente es elevado o si las condiciones lo requieren.
Importancia de fomentar la autonomía
Aunque algunas personas dependientes necesitan asistencia total, es fundamental:
- Promover su participación en las actividades de movilización.
- Motivarles a realizar movimientos activos cuando sea posible.
- Respetar su dignidad y derechos en todo momento.