LA COMPOSICIÓN DEL ESCAPARATE
Al realizar el boceto de un escaparate habrá que tener muy presente la composición, en cuanto que búsqueda de la armonía entre las formas y el espacio que éstas ocupan. Por ejemplo, una serie de objetos que se colocan formando una composición no deben estar demasiado unidos, ni demasiado separados. Se trata de encontrar el justo equilibrio.
Fundamentalmente, existen cuatro tipos de composición:
Geométrica. La disposición de los artículos se realiza siguiendo cualquiera de las formas geométricas existentes. Puede tener una posición horizontal o vertical, frontal y oblicua.
Lineal. Formada por líneas, ya sean horizontales o verticales. Las horizontales transmiten tranquilidad y paz, mientras que las verticales transmiten fuerza y seguridad.
Circular. Los elementos se disponen en torno a un elemento central. Una variante es la disposición oval, en que los elementos no están equidistantes al centro. El efecto producido es el de dinamismo.
Piramidal. Se basa en una posición triangular, en que los artículos se agrupan formando una pirámide, que puede ser horizontal (porque unos artículos se coloquen delante y otros detrás), bien vertical (unos productos colocados encima de otros).
En dibujo, la composición está muy relacionada con los conceptos de encuadre y encaje: del mismo modo que la estructura de la composición debe plasmarse con unos trazos que sirvan de guía, hay que crear marcos geométricos para los objetos a exhibir.
Encuadre. El encuadre sitúa el modelo dentro del espacio que se escoge para su representación. Un mismo modelo puede tener una gran variedad de encuadres: y aunque el papel sobre el que se vaya a dibujar tenga una forma determinada, el motivo no necesariamente se tiene que representar en ese formato.
Escaparatismo y Visual Merchandising
Para que el encuadre y la composición que se quiere plasmar sean coherentes, es aconsejable seguir los siguientes consejos:
Buscar un punto focal dentro del modelo, una zona u objeto que constituya el punto de interés.
Desplazar este punto focal del centro del dibujo para darle dinamismo.
Evitar la masificación de elementos en una zona del encuadre.
Un truco utilizado por los dibujantes es fabricar un marco a partir de dos cartulinas cortadas en forma de L. Superponiendo estas dos cartulinas, se obtiene una especie de visor que se puede acercar o alejar del motivo que se quiere representar y probar hasta encontrar el mejor encuadre.
Encaje. Todos los objetos que nos rodean se pueden descomponer en las figuras básicas o elementales: triángulo, cuadrado, círculo, rectángulo, o bien prisma, pirámide, cilindro, cono y esfera.
Cuando se inicia un dibujo a partir de sus formas externas más básicas, se dice que se está encajando, esto es, que se realiza un encaje del dibujo, del mismo modo que si se estuviera introduciendo el objeto dentro de una caja hecha a su medida.
Efectuar el encaje del dibujo antes de empezar permite acotar sus formas más complejas dentro de otras más sencillas, con lo que se facilita el desarrollo sobre el papel. Se trata en realidad de un proceso de esquematización dentro de la forma geométrica, que facilita el dibujo.
El encaje de los objetos necesita práctica y debe hacerse de forma progresiva. Dentro de una forma triangular, por ejemplo, se puede encajar desde un ramo de flores hasta un barco a vela.
Las formas circulares son las más difíciles de hacer a mano alzada pero son también las que permiten el encaje de una mayor variedad de objetos.
La técnica de la cuadrícula
Una forma de facilitar el dibujo de un diseño o motivo determinado es la técnica de la cuadrícula.
Con un cristal o una plancha transparente de metacrilato, se fabrica un visor, cuyas dimensiones mínimas conviene que sean las de un DIN A4. Primero, se le provee de un marco (puede ser un paspartús hecho de cartulina o de cinta adhesiva) y, a continuación, se dibuja un cuadriculado sobre el cristal, con tinta indeleble.
Una vez construido el visor, el dibujante se aleja del objeto que quiere plasmar y mira a través del visor, retirándolo todo lo que le dé sí su brazo, pero, al menos, la distancia justa para que el objeto se vea dentro de la cuadrícula.
Esta sencilla técnica permite buscar diferentes puntos de visión y ángulos, y así percibir las diferencias estéticas de las diferentes visiones. También sirve para aprender cómo funciona la perspectiva aun sin conocer sus leyes ni sus técnicas, haciendo referencia a las líneas de lo observado, al marco y al cuadriculado.