La asertividad es una actitud positiva que queda por encima de la pasividad y de la agresividad. Es la habilidad de expresar nuestros deseos de una manera amable, franca, abierta y adecuada, logrando decir lo que queremos sin atentar contra los demás, negociando con ellos su cumplimiento.
Fases de la asertividad.
– Preparación.
- Preparación personal:
- Tener claros los objetivos.
- Eliminar juicios y prejuicios.
- Crear la oportunidad de negociación.
- Pensar que siempre hay una segunda oportunidad.
- Preparación del diálogo:
- Describir los hechos concretos.
- Manifestar nuestros sentimientos o pensamientos.
- Pedir de forma concreta y operativa lo que queremos.
- Especificar las consecuencias.
– Ensayo
- ¿Cómo lo vivimos? Nos preparamos a sentir el momento, esto nos ayudará a estar preparado.
– Ejecución.
Técnica HOCA.
- Exponer de manera objetiva y con datos los acontecimientos.
- Observación. Observar la situación y ver el efecto que causa a nivel personal.
- Decir que se espera de la otra persona, describir el pasado y plantear la situación futura.
La asertividad es una habilidad importante en la gestión del tiempo porque te permite comunicar tus necesidades y límites de manera clara y respetuosa, lo que contribuye a mantener un equilibrio adecuado entre tus responsabilidades y tu bienestar personal:
- Establecer límites claros: Ser asertivo implica establecer límites claros en cuanto a cuánto tiempo estás dispuesto a dedicar a ciertas actividades o tareas. Esto te ayuda a proteger tu tiempo y a priorizar tus responsabilidades.
- Decir «no» de manera efectiva: Ser asertivo te permite decir «no» de manera educada pero firme cuando te enfrentas a tareas o solicitudes que no están alineadas con tus objetivos o prioridades actuales. Esto evita que te sobreexijas y te permite concentrarte en lo más importante.
- Comunicación abierta y directa: La asertividad implica comunicarte de manera abierta y directa sobre tus necesidades y expectativas en relación con el tiempo. Esto facilita una mejor colaboración con colegas, clientes o equipos de trabajo, permitiendo una distribución más equitativa de las responsabilidades y tiempos.
- Negociación efectiva: Ser asertivo te ayuda a negociar de manera efectiva los plazos y expectativas relacionadas con las tareas. Esto puede resultar en acuerdos más realistas y gestionables, evitando el estrés asociado con compromisos poco realistas.
- Defender tu tiempo personal: La asertividad te permite proteger tu tiempo personal y tus actividades fuera del trabajo. Al establecer límites claros, puedes dedicar tiempo a actividades que te ayuden a recargar energías y mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
- Resolución de conflictos: Ser asertivo es útil en la resolución de conflictos relacionados con el tiempo. Te permite expresar tus preocupaciones y encontrar soluciones mutuamente aceptables para administrar el tiempo de manera más efectiva.