LA ACOGIDA AL PACIENTE GERIÁTRICO

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Para llevar a cabo de forma adecuada la acogida al paciente, el personal sanitario habrá de atender a diferentes aspectos. Éstos se pueden clasificar del siguiente modo:


• Aspectos administrativos.

• Aspectos organizativos.

• Aspectos psicológicos.

Manual de Auxiliar de Geriatría

Aspectos administrativos


Los aspectos administrativos de la acogida al paciente van dirigidos a recabar la información y documentación referida a datos formales necesarios para tramitar su ingreso en el centro, así como a otros relativos a su situación y orientados a su diagnóstico y tratamiento.

Se centrarán en:

Identificar al paciente y recoger datos personales. Asimismo, recopilar la documentación personal necesaria, como DNI y cartilla SS, entre otra.

Examinar la hoja de derivación del paciente para ver si éste viene de otro centro o desde el servicio de urgencias; o bien, si su ingreso es propuesto por el servicio atención primaria (médico de familia) o por el de atención especializada.

Localizar el Historial Clínico del paciente, si éste hubiese tenido algún ingreso anterior en este centro o viniese de otro hospital.

Cumplimentar la historia clínica según lo estudiado, es decir, recoger datos acerca de antecedentes personales (ingresos, enfermedades, medicación, si es o fue fumador,…), antecedentes familiares (enfermedades como cáncer, diabetes, demencias, alergias,… que hayan tenido los familiares más cercanos, como progenitores, hermanos, abuelos,…), motivo de ingreso y enfermedades actuales (síntomas, medicación, tratamientos,…).

Recopilar otros documentos que aporten datos relativos al paciente y que puedan considerarse importantes de cara al ingreso, como radiografías u otros informes.
También forma parte de estos aspectos administrativos la entrega al paciente de la hoja de consentimiento informado, para que proceda a su lectura y posterior firma.


Aspectos organizativos

La toma de decisiones

La toma de decisiones en un centro hospitalario irá siempre orientada a prestar la mejor atención al paciente y a rentabilizar la asistencia dispensada al mismo. Esto implica que las decisiones siempre se tomarán teniendo en cuenta tanto al enfermo como a los recursos del centro, siendo el objetivo llegar a un equilibrio entre el número y necesidades de los pacientes (detectando grupos de riesgo, etc.) y los servicios y recursos de los que se dispone (personal sanitario, número de camas destinas a las distintas necesidades, tecnología, atención domiciliaria, prevención, rehabilitación, atención primaria, unidad de día, talleres ocupacionales,…).

Manteniendo este equilibrio, se asegura una asistencia geriátrica más eficaz donde:

• El paciente permanece más tiempo en su propio hogar.

• Se evitan los desajustes físicos y psicológicos que suponen al enfermo los ingresos y estancias largas.

• El centro hospitalario evita la saturación de los servicios por aglomeración innecesaria de pacientes y se destinarán los recursos disponibles a los enfermos que los necesiten.

Prioridades y estrategias de intervención.

 

 

La prioridad de la asistencia se ha de dirigir a aquellos pacientes cuyos problemas y necesidades revistan mayor gravedad y afecten a más aspectos de la salud y funcionalidad de los mismos.
La valoración integral es la evaluación que se realiza para determinar la prioridad del paciente geriátrico y consiste, según Rubenstein y Abrass (1986), en cuantificar de forma objetiva tanto los déficits como los atributos del paciente, abarcando los aspectos médicos, funcionales y psicosociales, con la finalidad de dirigir el tratamiento y aprovechar los recursos del centro y del paciente.

De este modo, se sitúa al enfermo en el nivel adecuado para mejorar sus capacidades; y el centro, además, rentabiliza sus recursos y servicios para aprovecharlos con los pacientes que más los necesiten.

Los enfermos sobre los que habrá que priorizar la intervención son aquéllos que presentan déficit en su red de apoyo social, en su autonomía ante las distintas actividades, alteraciones cognitivas en su capacidad sensorial (deficiencias funcionales de los órganos de los sentidos como la vista o el oído) que dificultan la comunicación y la realización de tareas, etc. También, los que presentan riesgo de malnutrición, historial de ingresos anteriores, etc.

Una vez marcadas las prioridades, se crean los programas estratégicos de intervención, con el objetivo de intervenir en el paciente. Los encargados de aplicarlos dentro de la asistencia geriátrica son las distintas unidades que la componen en el centro (de pacientes agudos, crónicos, terminales, rehabilitación, servicios sociales y domiciliarios, prevención,…). Estas unidades están todas relacionadas entre sí y actúan de modo conjunto con el resto de los servicios y unidades del centro hospitalario (atención primaria, medicina interna, psiquiatría, especialidades médicas y quirúrgicas,…), asegurando así la satisfacción completa de las necesidades del enfermo.

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1. Preparación para la Acogida

**1.1. Preparación del Entorno:

  • Ambiente Cálido y Acogedor: Asegúrate de que el entorno esté limpio, cómodo y accesible, con mobiliario adaptado a las necesidades del paciente geriátrico.
  • Accesibilidad: Verifica que el entorno sea accesible, con rampas y pasillos adecuados para sillas de ruedas o andadores.

**1.2. Preparación del Personal:

  • Formación en Geriatría: Asegúrate de que el personal esté capacitado en cuidados geriátricos y en habilidades de comunicación con personas mayores.
  • Sensibilidad y Empatía: Fomenta la empatía y la sensibilidad hacia las necesidades emocionales y físicas del paciente geriátrico.

2. Evaluación Inicial

**2.1. Historia Clínica:

  • Recopilación de Información: Obtén información detallada sobre la historia médica, antecedentes familiares, medicación actual y condiciones preexistentes del paciente.
  • Entrevista con el Paciente y la Familia: Realiza una entrevista con el paciente y, si es posible, con sus familiares para obtener una visión completa de su estado de salud y necesidades.

**2.2. Evaluación Funcional:

  • Capacidades y Limitaciones: Evalúa las capacidades funcionales del paciente, como la movilidad, la capacidad para realizar actividades diarias y la autonomía.
  • Evaluación Cognitiva: Realiza una evaluación de las funciones cognitivas, prestando atención a posibles signos de demencia o confusión.

3. Comunicación con el Paciente

**3.1. Comunicación Clara y Respetuosa:

  • Uso de Lenguaje Claro: Utiliza un lenguaje claro y sencillo, evitando tecnicismos que el paciente pueda no comprender.
  • Respeto y Paciencia: Muestra respeto y paciencia durante la comunicación, permitiendo tiempo suficiente para que el paciente responda.

**3.2. Escucha Activa:

  • Prestar Atención: Escucha atentamente las preocupaciones y necesidades del paciente, demostrando interés genuino.
  • Validación de Sentimientos: Reconoce y valida las emociones del paciente, mostrando empatía y comprensión.

4. Planificación del Cuidado

**4.1. Establecimiento de Objetivos:

  • Metas de Atención: Trabaja con el paciente y su familia para establecer metas realistas y alcanzables para el cuidado y tratamiento.
  • Plan de Atención Individualizado: Desarrolla un plan de atención personalizado que tenga en cuenta las necesidades y preferencias del paciente.

**4.2. Coordinación de Cuidado:

  • Trabajo en Equipo: Coordina con otros profesionales de la salud para asegurar una atención integral y multidisciplinaria.
  • Involucrar a la Familia: Involucra a la familia en la planificación del cuidado, asegurando que estén informados y participen en las decisiones.

5. Consideraciones Psicológicas y Emocionales

**5.1. Apoyo Emocional:

  • Acompañamiento: Ofrece apoyo emocional constante, ayudando al paciente a enfrentar cualquier ansiedad o preocupación relacionada con su salud.
  • Estimulación Cognitiva: Facilita actividades que estimulen la cognición y el bienestar emocional, como juegos, lecturas o actividades recreativas.

**5.2. Evaluación del Estado Psicológico:

  • Identificación de Necesidades: Evalúa el estado psicológico del paciente, identificando signos de depresión, ansiedad o estrés.
  • Intervención Psicológica: Deriva al paciente a un especialista en salud mental si es necesario, y ofrece apoyo psicológico cuando sea apropiado.

6. Gestión de Aspectos Prácticos

**6.1. Adaptaciones en el Hogar:

  • Recomendaciones: Ofrece recomendaciones para adaptar el hogar del paciente para mejorar la seguridad y la accesibilidad.
  • Recursos Comunitarios: Proporciona información sobre recursos comunitarios y servicios de apoyo, como asistencia domiciliaria o grupos de apoyo.

**6.2. Educación para el Paciente y la Familia:

  • Instrucciones Claras: Brinda instrucciones claras sobre el manejo de la enfermedad, la administración de medicamentos y los cuidados necesarios.
  • Apoyo Continuo: Ofrece apoyo continuo y recursos educativos para ayudar al paciente y a la familia a manejar las necesidades de atención.

7. Evaluación y Seguimiento

**7.1. Monitoreo Continuo:

  • Reevaluación Regular: Realiza evaluaciones regulares para monitorear el progreso del paciente y ajustar el plan de cuidado según sea necesario.
  • Seguimiento de Cambios: Mantén un seguimiento de cualquier cambio en el estado de salud del paciente y realiza ajustes en la atención de acuerdo con esos cambios.

**7.2. Revisión del Plan de Cuidado:

  • Revisión Periódica: Revisa y ajusta periódicamente el plan de cuidado para asegurarte de que continúe cumpliendo con las necesidades del paciente.
  • Retroalimentación: Recoge retroalimentación del paciente y la familia sobre la atención recibida y realiza mejoras según sea necesario.

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