Elementos de los sistemas de Teleformacion

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ELEMENTOS DE LOS SISTEMAS DE

TELEFORMACIÓN

En cualquier caso, los servicios que ofrecen los sistemas de teleformación se obtienen a partir de los siguientes instrumentos:

Procesadores de textos, editores de imagen y vídeo, editores de sonido, programas de presentaciones, editores de páginas web.
Lenguajes de autor para crear materiales didácticos interactivos.
Cámara fotográfica y vídeo.
Sistemas de edición videográfica, digital y analógica.
Correo electrónico, chat, videoconferencias, listas de discusión, fórums…
Hojas de cálculo, gestores de bases de datos…
Lenguajes de programación.
CD-ROM, vídeos DVD, páginas web de interés educativo en Internet…
Prensa, radio, televisión
Todos los instrumentos anteriores considerados desde esta perspectiva, como instrumentos de apoyo a los procesos cognitivos del estudiante.
Generador de mapas conceptuales.
Programas específicos para la gestión de centros y seguimiento de tutorías.
Web del centro con formularios para facilitar la realización de trámites on-line.
Programas específicos de orientación, diagnóstico y rehabilitación
Webs específicos de información para la orientación escolar y profesional.
Materiales didácticos multimedia (soporte disco o en Internet).
Simulaciones.
Programas educativos de radio, vídeo y televisión. Materiales didácticos en la prensa.
Programas y páginas web interactivas para evaluar conocimientos y habilidades
Entonos virtuales de enseñanza
Videojuegos
Prensa, radio, televisión…
Los sistemas de teleformación más completos, tipo campus virtual, necesitan una estructura organizativa compleja que reproduce parcialmente la estructura de los centros docentes presenciales.

Manual formador teleformacion

Desde la óptica de los teleformadores algunas consideraciones además a tener en cuenta en el diseño de acciones formativas con respecto a los posibles alumnos en el proceso de enseñanza:
Los recursos de aprendizaje deben ser lo suficientemente variados como para dar cabida al amplio bagaje de experiencias y conocimientos de los sujetos, así como a sus tipos o estilos de aprendizaje preferidos. En esta línea se deben proporcionar un amplio número de recursos que permitan un análisis de los problemas desde diversas perspectivas: fuentes de información diversas, formas diferentes de representación de los contenidos (documentos, gráficos, vídeos, animaciones…)
Es conveniente aprovechar las posibilidades del hipertexto para permitir que cada sujeto organice y dirija sus propias rutas de aprendizaje en función de sus intereses, necesidades formativas y estilos preferidos.
Los contenidos deben presentarse desde múltiples perspectivas, evitando la simplificación y fomentando el uso de diversas fuentes de información disponibles (incluyendo, por ejemplo, vínculos con webs relacionadas en Internet).
Ofrecer posibilidades de aplicar el conocimiento en contextos auténticos, proponiendo actividades de solución de problemas como parte misma de la presentación de los contenidos.
Se debe tender a organizar la formación en torno a casos prácticos y experiencias relevantes, y seleccionar contenidos de aprendizaje que tengan utilidad para resolver los problemas reales con los que se encontrarán los alumnos, lo que les proporcionará experiencias de aprendizaje ricas, diversas y contextualizadas.
Resulta apropiado integrar los conocimientos previos de los alumnos con los nuevos que se pretenden proporcionar, por ello el ofrecer una síntesis visual de esos contenidos facilita el que cada alumno pueda partir de sus intereses y necesidades personales.
En esta labor el uso de mapas conceptuales facilita la navegación y resultan de gran ayuda para dar la oportunidad de optar en función de sus propios intereses y necesidades.

4. CONCLUSIONES.

El profesorado que conoce (como alumno o como profesor) buenos sistemas de teleformación, en general tiene una buena opinión de los mismos. No obstante, se plantean algunas preguntas:
¿Quién aprueba los programas de estudios? ¿Cómo se deciden los contenidos, la metodología, la evaluación…?
¿Cuál es el número óptimo de alumnos que debería tener cada profesor?
¿Quién asigna las tareas a los distintos profesores y hace un seguimiento de su trabajo?
¿Cómo se cuantifican los tiempos de dedicación del profesorado? ¿Cuánto tiempo lleva la tutorización de cada alumno?
Para diseñar y elaborar programas de estudios interactivos que hagan participar a los estudiantes, así como para promover y gestionar esta participación es necesaria una capacitación específica. No basta con «colgar» información en el campus, se trata de facilitar a los alumnos los procesos de aprendizaje y la conversión de la información en conocimiento personal.
Por otra parte, las TIC pueden hacer que la formación se convierta en un artículo de consumo más (con mayor preocupación por la comodidad y la facilidad de uso que por la calidad), enfocado a la venta, en un mercado mundial solamente condicionado por los temas lingüísticos. Y esto debe evitarse.

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