Además de ser un requisito legal en la UE, la información y la realización de cursos de formación a los trabajadores es esencial en cualquier programa de seguridad y salud laboral ya que hace concienciarse sobre la seguridad laboral, permitiendo el reconocimiento temprano de situaciones de trabajo peligrosas, síntomas y signos de ninguna enfermedad profesional u otros riesgos a los que pueden estar expuestos.
La comunicación debe ser la prioridad en seguridad y salud laboral. La sensibilización y participación de los trabajadores contribuyen a un mejor ambiente de trabajo. De hecho, para que la aplicación de un programa de seguridad y salud en el trabajo tenga éxito, es necesario tanto un compromiso total de la dirección como la participación e implicación de los trabajadores.
Para ello, es necesario que la dirección consulte con los trabajadores y/o sus representantes las cuestiones relativas a la salud y seguridad laboral, además de permitirles participar en los debates relacionados con este tema. El resultado de la participación de ambas partes da lugar a acciones de adaptación del trabajo a la persona, por ejemplo, en el diseño de los puestos de trabajo o en la elección de los equipos o de los métodos de producción.
Por otra parte, la participación de los trabajadores es muy valiosa para identificar y solucionar problemas, por ejemplo, para cambiar condiciones de trabajo inadecuadas (ej. trabajo monótono) y por tanto reducir su impacto sobre la salud.