La evaluación, comparación entre lo que fue planificado y lo que ha sido obtenido, es una actividad común a todos los procesos científicos. En la acción docente supone la emisión de un juicio de valor sobre el grado en que el alumno ha alcanzado los objetivos educativos establecidos. Determina la calidad de la intervención educativa y alcanza su significado máximo al utilizarse la información que aporta para mejorar dicha intervención.
Evaluar supone valorar el resultado del proceso enseñanza- aprendizaje apreciando todos los factores que inciden en el mismo: alumno, profesor, y demás elementos: formales, metodológicos y materiales que inciden en el proceso educativo.
La evaluación debe de ser, por tanto, un proceso continuo que mida la conducta de los estudiantes, la eficacia de la intervención educativa y la calidad del programa, y debe estar incorporada a todas las fases de construcción del mismo. Se planificará la evaluación de los siguientes elementos:
- Evaluación del contexto: planificación de la evaluación en relación con el análisis de la situación de salud de la comunidad y el perfil del fisioterapeuta a formar.
- Evaluación de los recursos humanos y materiales:
- El profesorado: carga docente, horarios de consulta, capacidad investigadora, satisfacción.
- El material utilizado: accesibilidad, actualización de la bibliografía, capacidad de aclarar conceptos.
- Evaluación de la realización del programa:
- Grado de cumplimiento de los objetivos del programa
- Adecuación de las estrategias y métodos utilizados
- Evaluación de los resultados del proceso enseñanza- aprendizaje:
- Resultados de los alumnos: competencias adquiridas, absentismo, motivación, satisfacción, feedback de sus actuaciones.
- Calidad del sistema de evaluación seguido: tipo de examen adecuado para lo que se quiere medir, periodicidad, objetividad de las pruebas, resultados y revisiones.
Así entendida, la evaluación constata el nivel de logro alcanzado en base a la interrelación de cada uno de los elementos, y aporta nuevas pistas sobre cómo conducir el proceso y/o cómo reparar las deficiencias constatadas mediante el análisis pormenorizado de los resultados.
El diseño de la evaluación implica una toma continua de decisiones, no sólo en cuanto a la selección de objetivos, sino también sobre los contenidos, los métodos y el tipo de evaluación a realizar.
3.4.1 Tipos de evaluación
En la práctica docente se distinguen dos tipos o modalidades de evaluación que persiguen fines diferentes: la evaluación formativa y la evaluación sumativa.
3.4.1.1 La evaluación formativa
Que persigue informar al estudiante sobre los progresos que ha obtenido durante el proceso educativo. Compara al estudiante consigo mismo y establece el camino que debe recorrer para alcanzar los objetivos educativos. Este tipo de evaluación permite el análisis de los problemas de aprendizaje, la búsqueda de soluciones y se configura como un elemento motivador. Así mismo facilita la valoración de los efectos de la acción educativa y permita al docente ajustar las actividades de aprendizaje al progreso realizado por los estudiantes. Debe realizarse de forma individualizada y con la frecuencia con que el estudiante o el profesor consideren necesaria. Utiliza como instrumentos la observación sistemática y la acción tutorial.
3.4.1.2 La evaluación sumativa
Que, por el contrario, busca la comparación del nivel de aprendizaje alcanzado por el estudiante con las expectativas del profesor, establecidas a partir de los objetivos educativos. Proporciona al estudiante información sobre lo que sabe y sobre lo que ignora, y constituye un balance del aprendizaje que puede realizarse en momentos concretos del proceso o a su término. Además, permite la calificación de los estudiantes, la justificación de la decisión sobre la superación de la materia o la obtención de un título, y la obtención de resultados de la actividad docente, y sirve como elemento de garantía o de protección social, en la formación de profesionales, al impedir el ejercicio de personas consideradas incompetentes. El examen es el medio más comúnmente utilizado, aunque no excluyente, para llevarla a cabo.
Parece existir un consenso entre los pedagogos sobre la necesidad de combinar ambas modalidades de evaluación, recomendando una evaluación formativa inicial antes del comienzo del aprendizaje de la materia y del abordaje de unidades didácticas específicas, que permita conocer la situación de partida del alumno y la adecuación del material y la metodología docente.
Metodológicamente el proceso de evaluación comienza con la formulación de los objetivos educativos y el establecimiento en torno a ellos de los criterios de evaluación, es decir, el nivel o grado aceptable de consecución de los mismos. Para garantizar el derecho de los estudiantes a que su rendimiento sea valorado con plena objetividad, los criterios de evaluación exigióles para obtener una calificación positiva en la materia deben hacerse públicos al inicio del proceso de aprendizaje.
Una vez establecidos los criterios de evaluación ha de procederse a la construcción de los instrumentos de medida y los procedimientos que permiten obtener la información necesaria acerca del proceso enseñanza-aprendizaje.
Estos instrumentos deben cumplir con una serie de cualidades como son:
- Validez: medir lo que se pretende.
- Fiabilidad: consistencia en los resultados, proporcionando medidas constantes de la variable a medir.
- Eficiencia: uso racional de recursos (tiempo y coste) tanto del estudiante como del profesor.
- Objetividad: grado de concordancia entre los juicios aportados por examinadores independientes ante una respuesta.
- Claridad: debe indicar a los alumnos lo que se espera de ellos.
3.4.2 Clasificación de los métodos de evaluación
Los métodos de evaluación principales se pueden clasificar en: métodos indirectos y observación directa.
3.4.2 Métodos indirectos
Los métodos indirectos: principalmente pruebas escritas y orales, trabajos prácticos, cuestionarios, informes de observación y entrevista, que permiten evaluar el grado de consecución de los objetivos cognitivos.
Dentro de los métodos indirectos los más utilizados son los exámenes o pruebas, clasificados según la forma de realización y el tipo de respuesta.
1. Según la forma de realización:
2. a) Exámenes escritos: la ventaja de este tipo de examen es que se deja constancia de las respuestas y de esta forma pueden ser revisados con objetividad. Como inconveniente cabría señalar la eventual ilegibilidad de la letra del alumno, el tiempo que requiere su corrección en el caso de que se adopte el sistema de pregunta abierta o su confección si es de tipo test.
b) Exámenes orales: permiten seguir el razonamiento del alumno y establecer un feedback, pero consumen mucho tiempo, son poco objetivos, resultan difícilmente estandarizadles y, además, la exposición pública somete al estudiante a una presión ajena a su grado de conocimiento de la materia evaluada.
2. Según el tipo de respuesta:
a) Respuesta abierta: puede consistir en desarrollar un tema, o bien en contestar a una pregunta concreta. Requieren poco tiempo de preparación y mucho de corrección. Exploran la organización de ideas. Su corrección puede no ser objetiva y sólo puede abarcar algunos conocimientos de la materia que se quiere evaluar, especialmente cuando se desarrolla un tema.
b) Respuesta cerrada: examen tipo test. Pueden explorar gran cantidad de conocimiento, es objetivo y fácil de corregir. Los mayores inconvenientes son que se pueden cometer errores en el diseño de las preguntas y que son difíciles de preparar. Otro inconveniente de esta evaluación, muy utilizada en el ámbito universitario, es que una gran parte del estudio de la materia por parte del alumno está basada en la revisión de exámenes de test previos.
3.4.2.2 La observación directa
La observación directa de la práctica del estudiante en situaciones reales o ante simulaciones es útil para evaluar el aprendizaje en el campo de las actitudes y de las habilidades, complementando a los métodos indirectos en la evaluación de conocimientos. A través de la observación se comprueba la efectividad con que el estudiante realiza una tarea encomendada.
Sea cual sea la prueba elegida debe responder a ciertos requisitos o características: relacionarse con los objetivos educativos, ser realista con el proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollado, plantear problemas para resolver que sean útiles e importantes, conjugar la globalidad con una extensión adecuada y estar expresada con precisión y claridad.
Finalmente, como ya hemos mencionado con anterioridad, la evaluación ha de servir al profesor para constatar los aspectos de su intervención docente que han favorecido el aprendizaje de los alumnos y aquellos en los que se debería incorporar cambios o mejoras. Los cuestionarios dirigidos a los estudiantes, los resultados del proceso enseñanza-aprendizaje, el contraste de experiencias con otros docentes y los resultados del proceso universitario de evaluación del profesorado pueden ayudarle a juzgar y decidir.
En este tema, hemos realizado un recorrido por los aspectos fundamentales que caracterizan a la formación básica en Fisioterapia, desde la propia conceptualización de dicha formación, pasando por el amplio marco psicopedagógico que entendemos supone el anclaje teórico fundamental para el desarrollo del perfil docente del fisioterapeuta, siendo conscientes del importante momento de cambio que actualmente se está viviendo en relación a la consolidación del proceso de enseñanza-aprendizaje vinculado con la implantación del Título de Grado en Fisioterapia, con la influencia de los recursos 3.0, con la renovación del perfil del profesorado en la universidad y con la necesaria revisión del perfil del fisioterapeuta que se desea formar, no obstante, entendemos que este tema cumple con los objetivos planteados como síntesis de los aspectos más significativos que cualquier fisioterapeuta que desee desarrollar su perfil docente debe conocer.
La planificación de un sistema de evaluación es un proceso esencial para medir el rendimiento, identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas:
1. Establecer Objetivos Claros:
Define claramente los objetivos que deseas lograr con el sistema de evaluación. Estos objetivos deben alinearse con los objetivos organizacionales y proporcionar una dirección clara para la evaluación.
2. Identificar Indicadores de Rendimiento:
Identifica los indicadores clave de rendimiento (KPI) que te ayudarán a medir el éxito en relación con los objetivos establecidos. Estos pueden incluir métricas financieras, de productividad, de satisfacción del cliente, entre otras.
3. Seleccionar Herramientas y Métodos de Evaluación:
Elige las herramientas y métodos de evaluación adecuados para recopilar datos. Esto puede incluir encuestas, entrevistas, revisiones de desempeño, análisis de datos cuantitativos, entre otros.
4. Definir Métricas Cuantificables:
Asegúrate de que las métricas seleccionadas sean cuantificables y mensurables. Esto facilitará la recopilación de datos y la medición del progreso a lo largo del tiempo.
5. Identificar Grupos de Interés y Usuarios:
Identifica a los grupos de interés y a los usuarios clave del sistema de evaluación. Considera las necesidades y expectativas de estas partes interesadas al diseñar y ejecutar la evaluación.
6. Crear un Cronograma:
Desarrolla un cronograma detallado que incluya fechas clave para la recopilación de datos, el análisis y la presentación de resultados. Establece plazos realistas para asegurar una implementación efectiva.
7. Implementar el Sistema de Evaluación:
Lleva a cabo la recopilación de datos y la evaluación de acuerdo con el plan establecido. Asegúrate de seguir los procedimientos y procesos definidos para mantener la consistencia.
8. Analizar y Interpretar Resultados:
Analiza los resultados recopilados y evalúa el rendimiento en relación con los objetivos y KPI. Identifica tendencias, áreas de mejora y factores que contribuyeron al éxito.
9. Generar Informes y Comunicar Resultados:
Prepara informes claros y comprensibles que comuniquen los resultados a las partes interesadas. Asegúrate de destacar las áreas de fortaleza y las oportunidades de mejora.
10. Retroalimentación y Mejora Continua:
Recopila retroalimentación de los usuarios del sistema de evaluación y utiliza esta información para realizar mejoras continuas. Ajusta los indicadores de rendimiento y los procesos según sea necesario.
11. Documentar Procedimientos:
Documenta todos los procedimientos del sistema de evaluación para garantizar la consistencia y la replicabilidad en el futuro. Esto facilitará la formación de nuevos evaluadores y asegurará la continuidad.
12. Asegurar la Confidencialidad y la Ética:
Asegúrate de que la recopilación y el manejo de datos sean éticos y cumplan con las regulaciones de privacidad. Garantiza la confidencialidad de la información recopilada.