MÉTODOS DE CONTROL DE PLAGAS. TRATAMIENTOS FITOSANITARIOS: PREPARACIÓN, MEZCLA Y APLICACIÓN
La defensa de los cultivos debe estar perfectamente dirigida para que, además de evitar los daños, se empleen aquellos métodos que provoquen menores riesgos de toxicidad e impacto ambiental negativo. Por ello, es importante que los agricultores conozcan los distintos métodos de control fitosanitarios y sepan elegir el método más adecuado y aplicarlo correctamente, disminuyendo así, los daños de sus cultivos y las posibles pérdidas económicas.
En los tratamientos con productos fitosanitarios es importante realizar un control de la dosis y de las mezclas de productos para que la aplicación tenga la efectividad deseada junto a un menor riesgo para el aplicador, los consumidores finales y el medio ambiente.
7.1 CLASIFICACIÓN DE LOS MÉTODOS DE CONTROL
Los métodos de control existentes para los patógenos que atacan las plantas se pueden clasificar en dos grandes grupos, según su forma de actuar sea indirecta o directa.
7.2 MÉTODOS INDIRECTOS
Incluye aquellas medidas encaminadas a prevenir y evitar los daños ocasionados por el patógeno.
7.2.1 Métodos legislativos
Consisten en la aplicación de las normativas que regulan las medidas de actuación para garantizar la protección de los cultivos frente a posibles plagas, como el uso del pasaporte fitosanitario y la certificación de semillas.
El pasaporte fitosanitario consiste en una etiqueta y un documento de acompañamiento, que deben llevar determinados vegetales y productos vegetales para poder circular dentro del espacio sin fronteras de la UE, y que sirven como garantía de que los mismos han sido producidos por entidades inscritas en el Registro Oficial y sometidas (por dichas entidades) a los pertinentes controles y/o tratamientos fitosanitarios.
Ventajas del pasaporte fitosanitario:
- Es una garantía de sanidad de las plantas
- Es un método preventivo de lucha contra plagas y enfermedades
- Permite controlar el tránsito clandestino de plantas
7.2.2 Métodos genéticos
Los conocimientos sobre genética y biotecnología permiten la obtención, mediante selección, hibridación y genética molecular, de variedades de plantas resistentes o tolerantes a determinadas plagas y enfermedades. De esta forma, se han obtenido, por ejemplo, cereales resistentes a “roya” y hortícolas resistentes a virus y enfermedades.
7.2.3 Métodos culturales
Las buenas prácticas culturales y la realización de ciertas labores realizadas a lo largo de los años, han contribuido a evitar o atenuar el impacto de los parásitos en los cultivos. Entre estas prácticas destacan:
Prácticas previas al cultivo
- Labores de preparación del suelo, incluidas las técnicas de no
- Utilización del estiércol adecuado, bien fermentado y con conocimiento de su origen.
- Realización de injertos sobre patrones más resistentes.
- Empleo de variedades resistentes.
- Eliminación de malas hierbas que puedan competir con el cultivo.
- Eliminación de restos vegetales anteriores al nuevo cultivo.
- Desinfección de herramientas y embalajes (bandejas, cajas…)
- En el caso de cultivo sin suelo o en semilleros, utilización de substratos con garantías sanitarias.
- Adecuación de la estructura de los invernaderos que permita un óptimo control climático.
- Instalaciones de riego apropiadas a las necesidades de la explotación y que faciliten su manejo y mantenimiento.
- En el caso de tener balsas, mantenimiento de las cubiertas para impedir la transmisión de patógenos a través del agua de riego.
Prácticas durante la implantación del cultivo
-Eliminación de malas hierbas que puedan competir con el cultivo.
-liminación de restos vegetales procedentes de podas, destallados, etc. que pudieran suponer fuentes de infección o infestación.
-Aportación equilibrada del abonado.
-Realización de podas, destallados y deshojados que permitan la adecuada formación y el equilibrio de los órganos de la planta.
-Eliminación de los órganos y las plantas afectadas por plagas y enfermedades cuando se encuentren severamente atacadas.
-Mantenimiento del cultivo sano hasta el final de la campaña.
-Desinfección frecuente de las herramientas que se utilicen durante las prácticas culturales habituales (tijeras, navajas, etc.).
-Manejo adecuado de los invernaderos.
-Realización correcta de los riegos, tratando de evitar especialmente cualquier problema de encharcamiento.
7.3 MÉTODOS DIRECTOS
Engloban todas las medidas que suponen una actuación directa sobre el patógeno.
7.3.1 Métodos físicos
Medidas físicas: se basan en la desinfección del suelo mediante la aplicación de calor. Se distinguen varios tipos como desinfección con vapor de agua, solarización, aplicación de microondas, etc.
Medidas mecánicas: aquellas que evitan o dificultan el contacto directo entre los agentes causantes de plagas y enfermedades y las plantas. Entre estas se encuentran las barreras (mallas y acolchado) y las trampas (cromotrópicas, de feromonas, lumínicas, etc.).
Las barreras son elementos físicos, de diferentes materiales, que protegen los cultivos de los agentes patógenos. Entre las barreras se encuentran las mallas (en ventanas y techos de los invernaderos), el acolchado del suelo y el uso de doble puerta o puerta y malla en la entrada de los invernaderos.
Las trampas son mecanismos que sirven para atraer o capturar insectos, entre ellas destaca:
- Trampas cromotrópicas, son unas láminas generalmente de plástico de diferentes colores, cubiertas por ambas caras de una capa de pegamento. Pueden ser amarillas (atraen sobre todo a pulgones, mosca blanca y minadores), o azules (atraen especialmente a los trips).
- Trampas de feromonas, llevan en su interior un soporte impregnado de feromonas que atraen a los insectos patógenos, que quedan pegados al fondo engomado de la trampa.
- Trampas lumínicas, se emplean para la captura de insectos nocturnos. La alta iluminación de la trampa respecto a su alrededor, alerta los mecanismos fotorreceptores de estos insectos, haciendo que se dirijan al foco de luz.
7.3.2 Métodos químicos
La utilización de productos químicos ha sido, hasta ahora, la base fundamental de la protección fitosanitaria. Se basa en el empleo de sustancias químicas de síntesis para el control de los fitopatógenos.
El desconocimiento de la forma de actuar de los productos químicos, la inadecuada elección del momento del tratamiento, los problemas con los residuos, la creciente conciencia ecológica, así como los efectos negativos que pueden producir en la salud de los consumidores y en el medio ambiente, han originado que la sociedad se cuestione el mal uso de estas técnicas de control.
La realización de una lucha química de forma racional implica la adopción de una serie de medidas, entre las que destacan:
- Comprobar la necesidad de realizar la aplicación
- Elegir correctamente el producto a aplicar
- Leer la etiqueta
- Buscar un buen asesoramiento
- Conocer las técnicas de aplicación
El futuro del control fitosanitario está en la disminución progresiva del uso de plaguicidas.
7.3.3 Métodos biológicos
La Lucha Biológica consiste en combatir las plagas y enfermedades de las plantas con otros organismos vivos (insectos, bacterias, hongos…) que se alimentan de ellos o los destruyen, provocándoles la muerte. Estos pueden ser autóctonos o incorporados artificialmente al cultivo.
- Fauna auxiliar autóctona: se encuentra presente de forma natural en cada zona, actuando de forma espontánea. Su presencia y actuación se ven favorecidas cuanto menor sea el número de tratamientos químicos que se realicen.
- Productos biológicos formulados: preparados comerciales que se aplican al cultivo para controlar una plaga concreta sin ocasionar daños en las plantas, puesto que no son capaces de alimentarse de ellas. Según el tipo de organismo que se utilice se pueden clasificar en parasitoides (Eretmocerus mundus, Diglyphus isaea) y depredadores (Phitoseiulus persimilis, Chrysopería carnea).
Ventajas de la Lucha Biológica
- No hay riesgo de toxicidad para las personas y plantas
- No hay que respetar plazos de seguridad
- No existen problemas de residuos
- No contamina el medio ambiente
- Mantiene el equilibrio ecológico
7.4 MÉTODOS DE LUCHA INTEGRADA
La Lucha Integrada es un sistema de gestión que, teniendo en cuenta el medio ambiente y la dinámica de las poblaciones de las especies parásitas, utiliza todas las técnicas y los métodos de lucha disponibles (culturales, químicos y biológicos) de la manera más compatible posible, manteniendo las poblaciones en niveles inferiores de los que causan daños económicos o pérdidas inaceptables.
Se basa principalmente en los siguientes conceptos:
- Los tratamientos se realizan con productos que respetan la fauna auxiliar.
- Tiene en cuenta el hábitat y la dinámica de las poblaciones, tanto de las especies consideradas plagas como de sus posibles enemigos naturales.
- Pretende mantener el nivel de población de las plagas por debajo de determinados umbrales económicos, de manera que solo se realizan actuaciones cuando el coste de la aplicación es menor que las pérdidas ocasionadas por la plaga si no se actuase.
- Compatibiliza todas las medidas de control, directas e indirectas.
- Da una gran importancia a la conservación del medio ambiente, usando preferentemente las medidas que producen menor impacto negativo.
La Lucha Integrada requiere tres áreas de competencia:
- Prevención, para reducir la infestación parasitaria
- Seguimiento-Observación, para determinar el momento adecuado de aplicación
- Intervención o toma de medidas directas para reducir los efectos de los daños económicos parasitarios a niveles aceptables
Las ATRIA (Agrupaciones para Tratamientos Integrados en Agricultura) son asociaciones constituidas a iniciativa de un grupo de agricultores que desean llevar a cabo un programa de Control Integrado en sus parcelas. Dicho control se realiza con la ayuda de un técnico especializado, para cuya contratación la Administración ofrece apoyo económico.
Las API (Agrupaciones de Producción Integrada), son grupos de agricultores productores constituidos bajo cualquier forma jurídica, o integrados en otra agrupación previamente creada y reconocida por la autoridad competente, que se rigen bajo los principios de la Producción Integrada.
Su objetivo es obtener productos vegetales para su comercialización bajo la marca de garantía de Producción Integrada. Los técnicos de las API y las ATRIA poseen formación en los conceptos y metodología de esta producción.
7.5 AGRICULTURA ECOLÓGICA
La Producción Ecológica según el Reglamento (CE) n° 834/2007 es un sistema general de gestión agrícola y producción de alimentos que combina las mejores prácticas ambientales, un elevado nivel de biodiversidad, la preservación de los recursos naturales, la aplicación de normas exigentes sobre bienestar animal y una producción conforme a las preferencias de determinados consumidores por productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.
La Agricultura Ecológica tiene como objetivos:
- Obtener alimentos de máxima calidad, saludables, de alto valor nutritivo y libres de residuos tóxicos
- Obtener sistemas de producción ecológicamente equilibrados y estables
- Respetar el medio ambiente
- Restablecer los equilibrios biológicos en los campos de cultivo
Estos objetivos se consiguen mediante:
- Lucha biológica contra plagas
- Empleo de sustancias naturales, procedentes de plantas o minerales, tanto para la nutrición como para la lucha contra plagas y enfermedades
- Uso de variedades resistentes
- Prácticas culturales adecuadas
- Utilización de métodos físicos de lucha
- Diversificación de la producción, incluyendo especies forestales, la asociación y la rotación de cultivos
- Utilización de plantas atrayentes o repelentes de plagas
- Adecuado manejo del suelo considerándolo un elemento vivo e importante, teniendo en cuenta todos los organismos que en él viven y mejorando su contenido en humus
- Adecuado manejo de la flora y fauna
Para la autorización, registro o imagen identificativa de todos aquellos productos obtenidos en Agricultura Ecológica existe un distintivo europeo. En la comunidad autónoma andaluza hay diferentes sellos obligatorios, según el Organismo de Control autorizado y registrado que audita al productor, para la indicación de su producto como obtenido en Agricultura Ecológica.
Las APE (Asociaciones de Producción Ecológica) tienen como misión principal el desarrollo de la Producción Ecológica, asegurando la calidad de los productos y contribuyendo a la mejora de la competitividad de las empresas, mediante la innovación y el desarrollo tecnológico, cumpliendo con todos los requisitos que se establecen para la Producción Ecológica.
En Andalucía, diferentes entidades certificadoras promueven el desarrollo de la Producción Ecológica certificada, velando por el prestigio de los productos ecológicos en los mercados y persiguiendo su empleo indebido.
7.6 GESTIÓN INTEGRADA DE PLAGAS
El Real Decreto 1311/2011 de uso sostenlble de los productos fitosanitarios establece la realización de una Gestión Integrada de Plagas como algo obligatorio en las explotaciones agrarias, para minimizar los riesgos para la salud humana y el medio ambiente a la hora de tratar las plagas de los cultivos.
La Gestión Integrada de Plagas (GIP) consiste en el examen cuidadoso de todos los métodos de protección vegetal disponibles y posterior integración de medidas adecuadas. El objetivo es evitar el desarrollo de poblaciones de organismos nocivos y mantener el uso de productos fitosanitarios y otras formas de intervención, en niveles que estén económica y ecológicamente justificados y que reduzcan o minimicen los riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
Para realizar la GIP es necesario la utilización racional de una combinación de medidas biológicas, biotecnológicas, químicas, de cultivo y de selección de vegetales, de modo que la utilización de productos fitosanitarios se limite al mínimo necesario. Estas medidas de control se deben combinar de forma inteligente con el fin de mantener los niveles poblacionales de los fitófagos plaga por debajo de sus umbrales económicos de daños.
Según lo establecido en el Real Decreto 1311/2012, cumplen con la Gestión Integrada de Plagas:
- Las explotaciones certificadas en Producción Ecológica, según el Reglamento (CE) 834/2007.
- Las explotaciones certificadas en Producción Integrada, según el Real Decreto 1201/2002 u otras normativas vigentes en cada comunidad autónoma.
- Las explotaciones que formen parte de agrupaciones u otras entidades de asesoramiento en Lucha Integrada, oficialmente reconocidas (por ejemplo, ATRIA).
- Las explotaciones acogidas a sistemas de producción certificada, aprobados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.
Las explotaciones agrarias que no estén acogidas a alguno de los sistemas de producción o asesoramiento mencionados, deben contar con un asesoramiento técnico que permita garantizar que se cumplen los principios generales en los que se fundamenta la GIP, a excepción de aquellas que por sus características realizan una baja utilización de productos fitosanitarios.
Figura 12. Asesoramiento técnico en cultivo de pimiento
El control de plagas en la agricultura implica la aplicación de diversos métodos, entre los cuales los tratamientos fitosanitarios desempeñan un papel importante:
Preparación:
- Identificación de la Plaga:
- Antes de seleccionar un tratamiento, identificar con precisión la plaga o enfermedad que afecta los cultivos. Un diagnóstico preciso guiará la elección del tratamiento más adecuado.
- Selección del Producto Fitosanitario:
- Elegir el producto fitosanitario más adecuado para el control de la plaga identificada. Considerar la eficacia del producto y su impacto en el medio ambiente.
- Dosis Recomendada:
- Consultar la etiqueta del producto para determinar la dosis recomendada. Esta información se basa en el tipo de cultivo, la plaga y las condiciones ambientales.
Mezcla:
- Calibración del Equipo:
- Calibrar adecuadamente el equipo de aplicación para asegurar que la dosis y la concentración del producto sean las correctas. Esto garantiza una aplicación eficaz y evita el uso excesivo o insuficiente.
- Mezcla en un Contenedor Adecuado:
- Mezclar el producto fitosanitario en un contenedor limpio y designado para evitar la contaminación cruzada. Agitar bien para lograr una mezcla homogénea.
- Uso de Agua Limpia:
- Utilizar agua limpia y de calidad para la mezcla. La calidad del agua puede afectar la eficacia del tratamiento.
- Adyuvantes (Opcionales):
- Agregar adyuvantes según sea necesario. Estos pueden incluir surfactantes, aceites u otros productos que mejoren la eficacia del tratamiento.
- Registro de la Mezcla:
- Mantener un registro detallado de la mezcla, incluyendo la fecha, la dosis, la concentración y cualquier otro detalle relevante. Este registro es esencial para el seguimiento y la trazabilidad.
Aplicación:
- Selección del Momento Adecuado:
- Elegir el momento adecuado para la aplicación, considerando factores como la fase del cultivo, las condiciones climáticas y la presencia de polinizadores.
- Protección Personal:
- Utilizar equipo de protección personal (EPP), incluyendo guantes, gafas y ropa protectora, para minimizar la exposición a productos químicos.
- Aplicación Uniforme:
- Asegurar una aplicación uniforme ajustando la velocidad del equipo y utilizando boquillas adecuadas según las recomendaciones del producto.
- Evitar Deriva:
- Tomar medidas para evitar la deriva de los productos hacia áreas no destinadas, como ajustar la dirección de la aplicación y utilizar barreras de viento si es necesario.
- Limpieza del Equipo:
- Limpiar a fondo el equipo después de cada aplicación para prevenir la contaminación cruzada y mantener la eficacia del equipo.
- Monitoreo Post-Aplicación:
- Realizar un monitoreo post-aplicación para evaluar la eficacia del tratamiento y hacer ajustes si es necesario.