Gestión de calidad y ambiental.
El segundo componente de la dimensión desarrollo sustentable en el método para el análisis de la RSE se refiere a la gestión de calidad y la gestión ambiental en la organización, ambos en el marco de las modernas teorías administrativas con énfasis en la calidad y la mejora continua, en boga a partir de los años ochenta y estrechamente ligados con la aparición del movimiento de la responsabilidad social empresarial en los países industrializados.
A raíz de las regulaciones nacionales e internacionales creadas para promover el desarrollo sustentable, diversas ONG’s se dieron a la tarea de organizar equipos de trabajo expertos en la elaboración de sistemas y procesos capaces de garantizar los estándares de calidad deseables en los productos y servicios, incluyendo las mejoras en los procesos de producción, con criterios de respeto al medio ambiente.
La gestión de calidad representa el actual paradigma económico cuyo objetivo es la mejora continua de los procesos y productos con la finalidad de ofrecer a los consumidores los bienes y servicios deseados a precio justo, elaborados con apego a las normas de respeto por la salud física y mental de las partes interesadas en la organización, así como la observancia de las disposiciones para la preservación del medio ambiente.
La toma de consciencia de la relevancia de conservar y mejorar en muchos casos los ecosistemas naturales deteriorados sin piedad por el hombre en su búsqueda del confort y la felicidad hedonista durante la era racionalista de la civilización contemporánea, ha sido un proceso lento y asimétrico entre los países.
Quienes mayor participación han tenido en el quebranto del medio ambiente, no es aventurado afirmar, son los países altamente industrializados, principalmente los que han centrado sus actividades económicas en la explotación de los recursos naturales, la energía, la industria química y la industria de la guerra. Mientras que los países en desarrollo no cuentan con tecnologías de vanguardia y en muchos casos sus comunidades de origen indígena han manifestado de manera milenaria un profundo respeto por su entorno, los seres vivos y los fenómenos naturales en general, propiciando su preservación.
La toma de consciencia por la valoración a la naturaleza es fruto de un proceso indiscutible: la educación desde temprana edad, a través de leyes y políticas públicas que protegen el medio ambiente, los ecosistemas y los seres vivos; partiendo de la necesidad de incorporar contenidos relacionados con la promoción de los derechos de la naturaleza en la educación básica y media superior, principalmente; la reeducación de los adultos mediante programas intensivos de capacitación y formación al interior de las organizaciones, así como sanciones severas a quienes infrinjan las leyes defensoras del medio ambiente73.
Si nos atenemos a la teoría de las inteligencias múltiples, el párrafo anterior asume que la educación se dirige al segmento de nuestro cerebro que encuentra identidad con los seres vivos y descubre la necesidad de cuidar esa parte vital de su propio ser. En una palabra, se está desarrollando la inteligencia ecológica.
A continuación se revisarán algunos referentes en relación con la gestión de calidad en las organizaciones, que en mi opinión representa un prerrequisito para acceder a una toma de consciencia en la adopción de una deontología ambientalista.
1) Sistemas de gestión de calidad.
El sistema de gestión de la calidad es una de las herramientas administrativas modernas implementada en las organizaciones en la búsqueda consistente de la productividad a través de programas de mejora continua entre los factores críticos en las empresas: personas, sistemas, procesos, productos y servicios.
Con antecedentes en los trabajos pioneros de Shewart en los años cuarenta del siglo XX y las enormes aportaciones de Deming, Ishikawua, Ono, Crosby, Juram y Feigenbaum en las décadas siguientes, es hasta los años ochenta que se consolida conceptualmente como un conjunto sistematizado de conocimientos para empezar a estructurar los cuerpos teóricos en la materia, con plena aceptación tanto en el ámbito empresarial como académico, con aplicación en todo tipo de organizaciones, tanto privadas como públicas y sociales.
Cuando se habla del movimiento de la calidad se piensa inicialmente en Japón como detonador apoyado en otros países orientales. Sin embargo, es en Estados Unidos (durante las primeras décadas del siglo XX) y los países centroeuropeos (Alemania, Francia) e Inglaterra donde tuvieron lugar las primeras investigaciones en relación con la mejora de los resultados en las empresas que la teoría administrativa viene a clasificar en diversas corrientes y enfoques: clásica, de relaciones humanas, de la contingencia, de la matemática, de sistemas, desarrollo organizacional, hasta llegar a la administración de la calidad total.
Hoy día en el escenario internacional dos son los sistemas predominantes en el ámbito de la gestión de calidad, tanto para organismos públicos como privados, estos son: ISO (International Standards Organization) y EFQM (European Foundation for Quality Management), de las cuales en seguida se hacen algunos comentarios.
La Organización Internacional de Estándares (ISO, por sus siglas en inglés), es una organización no gubernamental creada en 1947 y constituida por una red de organismos e institutos de normalización de más de 160 países, cuya Secretaría General se encuentra en Ginebra, Suiza, reconocida como el mayor diseñador de normas capacitado para avalar las características deseables de los productos y servicios, tales como la calidad, respeto al medio ambiente, seguridad, fiabilidad, eficiencia y de intercambio, en consonancia con los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio.
El sistema ISO agrupa una amplia gama de normas organizadas por familias, en la cual ISO 9000 se refiere a las prácticas de gestión de la calidad. Incluye los siguientes estándares:
– ISO 9000:2000, Sistema de gestión de calidad, fundamentos y vocabulario.
– ISO 9001:2000, Sistema de gestión de calidad, requerimientos.
– ISO 9004:2000, Directrices para la mejora de resultados.
El sistema ISO se basa en un conjunto de ocho principios de gestión de la calidad, los cuales se definen en las normas arriba mencionadas. Estos principios son los siguientes:
1) El enfoque al cliente. Busca garantizar un enfoque equilibrado entre la satisfacción de las necesidades de los clientes y otras partes interesadas, como son propietarios, empleados, proveedores, gobierno, las comunidades locales y la sociedad.
2) Liderazgo. Capacidad para establecer la unidad de propósito y de dirección, crear el ambiente interno óptimo para alcanzar los objetivos, estableciendo una clara visión de futuro sustentada en una sólida misión y valores compartidos de la organización.
3) Participación de las personas. La gente en todos los niveles de la jerarquía son la esencia de la organización, la gerencia centrada en las personas inspira la plena participación para alcanzar el máximo compromiso.
4) Enfoque de proceso. Un objetivo se alcanza con mayor eficacia cuando las actividades y los recursos relacionados se gestionan y se desarrollan como un proceso y se aplica el método de la mejora continua, mediante la evaluación permanente del desempeño.
5) Enfoque de sistema de la gestión. La identificación, comprensión y gestión de procesos interrelacionados como un sistema contribuye a la eficiencia en el logro de los objetivos de la organización, proporcionando confianza a las partes interesadas.
6) La mejora continua. En relación con los procesos, sistemas, productos y el desempeño en general de la organización debe ser un objetivo permanente.
7) Enfoque de hechos para la toma de decisiones. En el contexto de la racionalidad limitada las decisiones eficaces se basan en el análisis de datos e información confiable.
8) Relaciones de beneficio recíproco con proveedores. La organización y sus proveedores son actores interdependientes y una relación mutuamente beneficiosa aumenta la capacidad de ambos para crear valor agregado a los procesos, sistemas, productos y servicios.