Si la venta de tales servicios a personas físicas o colegios está sujeta y exenta del Impuesto sobre el Valor Añadido.

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1.- El artículo 69.Tres de la Ley 37/1992, de 28 de diciembre, del Impuesto sobre el Valor Añadido (BOE de 29 de diciembre), establece que a efectos de esta Ley, se entenderá por:

“4º. Servicios prestados por vía electrónica: aquellos servicios que consistan en la transmisión enviada inicialmente y recibida en destino por medio de equipos de procesamiento, incluida la compresión numérica y el almacenamiento de datos, y enteramente transmitida, transportada y recibida por cable, radio, sistema óptico u otros medios electrónicos y, entre otros, los siguientes:

a) El suministro y alojamiento de sitios informáticos.

b) El mantenimiento a distancia de programas y de equipos.

c) El suministro de programas y su actualización.

d) El suministro de imágenes, texto, información y la puesta a disposición de bases de datos.

e) El suministro de música, películas, juegos, incluidos los de azar o de dinero, y de emisiones y manifestaciones políticas, culturales, artísticas, deportivas, científicas o de ocio.

f) El suministro de enseñanza a distancia.

A estos efectos, el hecho de que el prestador de un servicio y su destinatario se comuniquen por correo electrónico no implicará, por sí mismo, que el servicio tenga la consideración de servicio prestado por vía electrónica.”.

Por otra parte, el artículo 7.3.j) del Reglamento (UE) nº 282/2011 del Consejo, de 15 de marzo de 2011 por el que se establecen disposiciones de aplicación de la Directiva 2006/112/CE relativa al sistema común del impuesto sobre el valor añadido (DOUE del 23 de marzo) preceptúa que las prestaciones de servicios efectuadas por vía electrónica, en particular, no abarcarán “los servicios de enseñanza en los que el contenido del curso sea impartido por un profesor por Internet o a través de una red electrónica, es decir, por conexión remota.”.

Por su parte, la Directiva 2006/112/CE del Consejo, de 28 de noviembre de 2006, relativa al sistema común del impuesto sobre el valor añadido (DOUE de 11 de diciembre), incluye el suministro de enseñanza a distancia en la lista indicativa de servicios suministrados por vía electrónica recogida en su Anexo II.

Por otro lado, el punto (5) del Anexo I del Reglamento (UE) nº 282/2011 mencionado, en referencia al Anexo II de la citada Directiva, matiza qué debe entenderse por enseñanza a distancia para que sea calificada como servicio electrónico la “enseñanza a distancia automatizada que dependa de Internet o de una red electrónica similar para funcionar, y cuya prestación no necesite o apenas necesite, de intervención humana, lo cual incluye aulas virtuales, salvo cuando Internet o la red electrónica similar se utilicen como simple medio de comunicación entre el profesor y el alumno.”.

La distinción entre un servicio de enseñanza impartido a través de una red electrónica y un servicio prestado por vía electrónica, a efectos del Impuesto sobre el Valor Añadido, cobra especial importancia a la hora de determinar la aplicación de la exención y el alcance del derecho a la deducción de quien lo presta.

El servicio objeto de consulta estará exento cuando pueda calificarse como servicio educativo, de conformidad con la exención del artículo 132.1.i) de la Directiva 2006/112/CE, recogido en el artículo 20.Uno.9º de la Ley 37/1992 que establece que estarán exentos del Impuesto:

“9.º La educación de la infancia y de la juventud, la guarda y custodia de niños, incluida la atención a niños en los centros docentes en tiempo interlectivo durante el comedor escolar o en aulas en servicio de guardería fuera del horario escolar, la enseñanza escolar, universitaria y de postgraduados, la enseñanza de idiomas y la formación y reciclaje profesional, realizadas por Entidades de derecho público o entidades privadas autorizadas para el ejercicio de dichas actividades.

La exención se extenderá a las prestaciones de servicios y entregas de bienes directamente relacionadas con los servicios enumerados en el párrafo anterior, efectuadas, con medios propios o ajenos, por las mismas empresas docentes o educativas que presten los mencionados servicios

(…).”.

No obstante, si el servicio prestado por la consultante se califica de un servicio prestado por vía electrónica no sería aplicable la referida exención, puesto que ni la Directiva 2006/112/CE ni la Ley 37/1992 contemplan exención alguna aplicable para los servicios prestados por vía electrónica y quedarían gravados al tipo general del 21 por ciento, a tenor de lo dispuesto en los artículos 90 y 91 de la Ley 37/1992.

2.- Para determinar si el servicio de formación prestado por la entidad consultante tiene la consideración de servicio de enseñanza prestado a través de una vía electrónica o si se trata de un servicio prestado por vía electrónica, debe tenerse en cuenta que el suministro y descarga de archivos, cursos grabados o automatizados, programas y, en general, de contenidos formativos a través de internet, o el acceso a los datos y programas a través una plataforma formativa, constituye un servicio prestado por vía electrónica, incluso si el destinatario o usuario tiene la posibilidad de recibir tutorías o sesiones de apoyo en línea de profesores a través de la misma, siempre que esta parte de intervención humana sea accesoria al suministro o al acceso a los contenidos y programas. Por el contrario, constituye un servicio educativo la prestación de servicios docentes por profesores a través de internet o una red electrónica similar utilizada como medio de comunicación entre el profesor y el usuario, incluso cuando el profesor se apoye en contenidos digitales para prestar los servicios educativos siempre que estos últimos sean accesorios respecto de la comunicación en línea entre profesores y alumnos.

3.- Por otra parte, en el supuesto de que los servicios puedan calificarse de un servicio educativo, según los criterios anteriores, la aplicación de la exención referida en el artículo 20, apartado uno, número 9º de la Ley 37/1992, deberá realizarse de conformidad con los criterios establecidos por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, entre otras, en su sentencia de 17 de febrero de 2005, dictada en los asuntos acumulados C-453/02, y C-462/02 y de 28 de enero de 2010, dictada en el asunto C-473/08 y los criterios manifestados por este Centro Directivo, por todas ellas, en la consulta vinculante de 1 de febrero de 2013, número V0297-13 que establece que la aplicación de la exención contenida en el artículo 20.Uno.9º de la Ley del Impuesto precisa el cumplimiento de dos requisitos:

a) Un requisito subjetivo, es decir, que las citadas actividades sean realizadas por entidades de Derecho público o entidades privadas autorizadas para el ejercicio de dichas actividades.

A estos efectos, un centro se considerará autorizado o reconocido, a efectos del Impuesto sobre el Valor Añadido, cuando sus actividades sean única o principalmente enseñanzas incluidas en algún plan de estudios que haya sido objeto del mencionado reconocimiento o autorización, bien sea por la legislación de la propia Comunidad o por la del Estado que resulte aplicable.

b) Un requisito objetivo. Como ha señalado el Tribunal de Justicia, la enseñanza es aquella actividad que supone la transmisión de conocimientos y de competencias entre un profesor y los estudiantes, acompañada, además, de un conjunto de otros elementos que incluyen los correspondientes a las relaciones que se establecen entre profesores y estudiantes y los que componen el marco organizativo del centro en el que se imparte la formación, siempre y cuando dichas actividades no revistan un carácter meramente recreativo.

La exención no será aplicable a los servicios de enseñanza que versen sobre materias no incluidas en alguno de los planes de estudios de cualquiera de los niveles o grados del sistema educativo español.

La competencia para determinar si las materias que son objeto de enseñanza por un determinado centro educativo se encuentran o no incluidas en algún plan de estudios del sistema educativo a efectos de la aplicación de la mencionada exención y teniendo en cuenta a tal fin los criterios anteriormente expuestos, corresponde al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

4.- De la información contenida en el escrito de consulta parece deducirse la reproducción de series de dibujos animados a través de una plataforma de entorno web o una aplicación para dispositivos móviles es un servicio prestado por vía electrónica que estará sujeto y no exento del Impuesto sobre el Valor Añadido tributando al tipo impositivo general del 21 por ciento.

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1. Sujeción al IVA

En principio, la venta de servicios está sujeta al IVA cuando se realiza una entrega de bienes o prestación de servicios dentro del ámbito de una actividad económica por un empresario o profesional. Esto se aplica tanto a personas físicas (particulares) como a entidades como los colegios.

Sin embargo, la exención del IVA puede aplicar en algunos casos específicos, en función del tipo de servicio y del destinatario del mismo.

2. Exención de IVA para servicios educativos

Una de las exenciones más relevantes en este contexto es la que se refiere a los servicios educativos. Según la normativa del IVA en España, están exentos del IVA ciertos servicios relacionados con la enseñanza.

a) Servicios prestados a colegios:

  • Los servicios educativos están generalmente exentos de IVA si son prestados por centros educativos reconocidos oficialmente y se refieren a la enseñanza en todos los niveles del sistema educativo, desde educación primaria hasta universitaria.

    Ejemplo: Si se presta un servicio directamente relacionado con la educación, como actividades de formación, enseñanza o tutorías, a un colegio, este servicio puede estar exento del IVA, siempre que el colegio sea una entidad educativa reconocida.

b) Servicios prestados a personas físicas (particulares):

  • Si los servicios que se prestan a personas físicas tienen un carácter educativo, como clases particulares, formación o cursos, y son realizados por entidades o profesionales reconocidos oficialmente, también pueden estar exentos del IVA.

    Sin embargo, si los servicios no tienen carácter educativo o no están directamente relacionados con la enseñanza reglada, podrían estar sujetos al IVA.

3. Requisitos para la exención de IVA en servicios educativos

Para que la exención del IVA sea aplicable, los servicios educativos deben cumplir ciertos requisitos:

  • Entidad reconocida: Los servicios deben ser prestados por entidades educativas o profesionales de la enseñanzaque estén reconocidos oficialmente.
  • Tipo de enseñanza: La enseñanza debe estar comprendida dentro de los niveles del sistema educativo o ser formación profesional, incluida la enseñanza extracurricular que esté relacionada con la educación reglada.

    Ejemplo: Servicios como clases de idiomas, matemáticas, o formación profesional específica podrían estar exentos del IVA si son impartidos por un centro o profesional oficialmente autorizado.

4. Servicios no educativos

Si los servicios no están directamente relacionados con la enseñanza reglada o no son prestados por una entidad reconocida oficialmente, es probable que dichos servicios estén sujetos al IVA con el tipo impositivo general del 21%. Esto incluye servicios que no están enfocados en la formación académica, como actividades recreativas, de ocio, o servicios no educativos ofrecidos a colegios o particulares.

5. Excepción para servicios de carácter social

En algunos casos, los servicios de carácter social también pueden estar exentos del IVA si se prestan por entidades sin ánimo de lucro o reconocidas como de utilidad pública, y si están orientados a objetivos de asistencia o ayuda social. Esto puede incluir algunos servicios prestados a colegios si cumplen con esos criterios.

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