Real Decreto-ley 18/2020, de 12 de mayo, de medidas sociales en defensa del empleo – III

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Real Decreto-ley 18/2020, de 12 de mayo, de medidas sociales en defensa del empleo - III

Los ERTE por fuerza mayor derivada del COVID-19 están regulados en el artículo 22 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, que establece lo que debe considerarse fuerza mayor temporal derivada del COVID-19, a los efectos de permitir suspender el contrato o reducir la jornada por esta causa y acceder a las medidas laborales especiales reguladas en los artículos 24 y 25 de dicho real decreto-ley.

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Conforme al artículo 22 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, se consideran provenientes de fuerza mayor temporal con los efectos previstos en el artículo 47.3, que remite al artículo 51.7, ambos del texto refundido del Estatuto de los Trabajadores, aprobado por el Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, las suspensiones y reducciones de jornada que tengan su causa directa en pérdidas de actividad ocasionadas por el COVID-19, incluida la declaración el estado de alarma, que impliquen suspensión o cancelación de actividades, cierre temporal de locales de afluencia pública, restricciones en el transporte público y, en general, de la movilidad de las personas y las mercancías, falta de suministros que impidan gravemente continuar con el desarrollo ordinario de la actividad, o bien en situaciones urgentes y extraordinarias debidas al contagio de la plantilla o la adopción de medidas de aislamiento preventivo decretados por la autoridad sanitaria, que queden debidamente acreditados.

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La definición concreta de las causas que integran la fuerza mayor por COVID-19, responde así a una causa externa y perentoria cuyos efectos y ámbitos concretos son decididos en cada momento por las autoridades competentes por razones de salud pública, lo que tiene como consecuencia que las distintas medidas puedan ser aplicadas con una intensidad y graduación diferenciada.
Por consiguiente, procede seguir aplicando las medidas de suspensión y reducción de jornada en aquellas empresas que, por efecto de las restricciones o «pérdidas de actividad» derivadas e incluidas en el citado artículo 22.1 y que aún persisten, sigan imposibilitadas para recuperar su actividad.
Esta fuerza mayor se extiende al periodo durante el cual estuvieran afectadas por las causas descritas en dicho precepto que impidan el reinicio de su actividad, mientras duren las mismas y, en principio, hasta el 30 de junio de 2020.
En situación de fuerza mayor parcial derivada del COVID-19 se consideran, por tanto, aquellas empresas y entidades que cuenten con un expediente de regulación temporal de empleo autorizado en base al artículo 22 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, desde el momento en el que las causas descritas en dicho precepto, y por razón de las cuales se aplicaron las distintas medidas de flexibilidad en forma de suspensiones o reducciones de jornada, permitan la recuperación parcial de su actividad, hasta el 30 de junio de 2020.
Estas empresas y entidades deberán proceder a reincorporar a las personas trabajadoras afectadas, en la medida necesaria para el desarrollo de su actividad, primando los ajustes en términos de reducción de jornada.
El objetivo es facilitar el tránsito hacia las reducciones de jornada, que suponen un menor impacto económico sobre la persona trabajadora y que permitirán atender de manera paulatina a la oferta y demanda de productos y servicios de las empresas, en la medida en la que la actividad y estructura de personal lo permitan. Asimismo, lo anterior permite garantizar una mejor gestión del tiempo de trabajo, reduciendo los tiempos de exposición, de conformidad con la información actualizada por parte de las autoridades públicas sobre la prevalencia del COVID-19.
Por tanto, el esquema es el propio del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, manteniéndose las causas y las medidas extraordinarias incluidas en el mismo, que permite responder plenamente y con carácter dinámico a las necesidades tal y como fueron planteadas inicialmente, dejando de hacerlo por razón de su desafectación o desvinculación sobre la actividad y la plantilla de la empresa, sin imponer nuevas y gravosas condiciones de procedimiento.
De esta manera, las empresas pueden recuperar la totalidad o parte de su actividad si es que, por las razones comentadas, las personas trabajadoras vuelven a desempeñar sus tareas con carácter completo o parcial, renunciando o modificando en su aplicación las medidas excepcionales que se adoptaron en un escenario de interrupción de la actividad empresarial o de mayor rigor en el confinamiento, con el único requisito de comunicar, con carácter previo, a la autoridad laboral competente la renuncia total a las mismas, y al Servicio Público de Empleo Estatal aquellas variaciones que se refieran a la finalización de la aplicación de la medida respecto a la totalidad o a una parte de las personas afectadas.
Por su parte, a las empresas que, a partir de la entrada en vigor de este real decreto-ley y hasta el 30 de junio, pasen a aplicar medidas de suspensión o reducción de jornada por razones objetivas, económicas, técnicas, organizativas y de producción, les resultará de aplicación el artículo 23 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo.
A fin de evitar innecesarias interrupciones que redunden en un perjuicio o desprotección de las personas trabajadoras, se dispone de manera expresa la posibilidad de que los efectos de las medidas de reducción de jornada o suspensión de contratos retrotraigan sus efectos a la fecha de finalización de los expedientes por causa de fuerza mayor que los precedieran.
Para las situaciones previstas en este real decreto-ley se siguen aplicando medidas extraordinarias en materia de protección por desempleo y se establecen nuevas medidas extraordinarias en materia de cotización.
Respecto de las medidas en materia de protección por desempleo vinculadas a las medidas extraordinarias establecidas en los artículos 22 y 23 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, incluidas las que se apliquen a partir de la entrada en vigor del presente real decreto-ley, y con las especialidades descritas en sus artículos 1 y 2, se mantienen, hasta el 30 de junio, todas las especialidades previstas en los apartados 1 a 5 del artículo 25 del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo.
Asimismo, y conjugando el necesario equilibrio entre recuperación de la actividad y sostenibilidad de la capacidad económica de las empresas, se aplican a los expedientes por causa de fuerza mayor exoneraciones en las cuotas, con alcance diferente según sea la situación de fuerza mayor total o parcial, en el que se encuentre la empresa, distinguiendo, del mismo modo, a los efectos del porcentaje de exoneración, entre el reinicio de la actividad y el mantenimiento parcial de las medidas de suspensión o reducción de jornada. El objetivo, por tanto, es permitir una transición adecuada que posibilite la recuperación gradual de la actividad empresarial y que se desarrolle de forma acompasada con la recuperación de la actividad económica general, contando, para ello, con el estímulo necesario.
Por último, se prevén sendas disposiciones adicionales, la primera sobre la facultad reconocida al Gobierno, mediante acuerdo del Consejo de Ministros, de prorrogar las medidas de suspensión y reducción de jornada por causa de fuerza mayor, total y parcial, si persisten las restricciones de la actividad vinculadas a razones sanitarias, y la segunda acerca de la creación de una Comisión de Seguimiento tripartita laboral.
A las medidas de racionalidad económica acompañan las necesarias medidas de racionalidad social, manteniendo la vigencia de aquellas medidas complementarias de protección del empleo que se entienden precisas para garantizar la necesaria estabilidad y evitar el efecto de una alta flexibilidad cuantitativa externa, a través de despidos y destrucción de puestos de trabajo.
Respecto de la salvaguarda de empleo prevista en la disposición adicional sexta del Real Decreto-ley 8/2020, de 17 de marzo, se concretan, a través de la modificación acordada en esta norma, en sus ámbitos subjetivo y objetivo, medidas vinculadas y consecuencias de su incumplimiento, teniendo en cuenta además las características específicas de los distintos sectores y la normativa laboral aplicable y, en particular, las especificidades de aquellas empresas que presentan una alta variabilidad o estacionalidad del empleo.
De esta forma, este real decreto-ley se estructura en cinco artículos, dos disposiciones adicionales y tres disposiciones finales.

 

 

Real Decreto-ley 18/2020, de 12 de mayo, de medidas sociales en defensa del empleo

III. Medidas de flexibilización de los mecanismos de ajuste temporal de actividad para evitar despidos

El Real Decreto-ley 18/2020 tiene como objetivo fundamental proteger el empleo y mitigar los efectos económicos adversos de la pandemia de COVID-19. La sección III de este decreto-ley se centra en la flexibilización de los mecanismos de ajuste temporal de actividad, principalmente a través de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE). A continuación, se detallan las principales medidas contenidas en esta sección.

1. Flexibilización de los ERTE por fuerza mayor

1.1. ERTE por fuerza mayor total y parcial:

  • Fuerza mayor total: Las empresas que no puedan reanudar su actividad debido a restricciones sanitarias continúan en ERTE por fuerza mayor total.
  • Fuerza mayor parcial: Las empresas que puedan recuperar parte de su actividad pasarán a ERTE por fuerza mayor parcial, permitiendo una reincorporación gradual de los trabajadores.

1.2. Procedimiento simplificado:

  • Se mantiene un procedimiento simplificado para tramitar los ERTE por fuerza mayor, lo que facilita su rápida implementación y gestión.

2. Medidas para la transición de los ERTE por fuerza mayor a ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP)

2.1. Flexibilidad en la transición:

  • Las empresas pueden transitar de ERTE por fuerza mayor a ERTE por causas ETOP de manera más flexible y con procedimientos simplificados.

2.2. Aplicación retroactiva:

  • Los ERTE por causas ETOP que se inicien mientras esté vigente un ERTE por fuerza mayor se beneficiarán de las condiciones favorables establecidas durante el estado de alarma.

3. Exoneraciones de cotizaciones a la Seguridad Social

3.1. Empresas en ERTE por fuerza mayor total:

  • Exoneración del 100% de las cuotas a la Seguridad Social para empresas con menos de 50 trabajadores.
  • Exoneración del 75% para empresas con 50 o más trabajadores.

3.2. Empresas en ERTE por fuerza mayor parcial:

  • Exoneración del 85% de las cuotas a la Seguridad Social para trabajadores que se reincorporen y del 60% para los que sigan suspendidos en empresas con menos de 50 trabajadores.
  • Para empresas con 50 o más trabajadores, la exoneración será del 70% para los reincorporados y del 45% para los suspendidos.

4. Medidas específicas para la reincorporación progresiva de los trabajadores

4.1. Prioridad de reducción de jornada:

  • Se prioriza la reducción de jornada frente a la suspensión del contrato para favorecer la reincorporación gradual de los trabajadores.

4.2. Adaptación de las condiciones laborales:

  • Se permite adaptar las condiciones laborales de los trabajadores en función de la recuperación progresiva de la actividad empresarial.

5. Salvaguarda del empleo

5.1. Compromiso de mantenimiento del empleo:

  • Las empresas que se beneficien de las exoneraciones de cotizaciones deben comprometerse a mantener el empleo durante seis meses después de la reanudación de su actividad.

5.2. Excepciones al compromiso:

  • El compromiso de mantenimiento del empleo no se aplicará en casos de despido disciplinario procedente, dimisión, jubilación, incapacidad permanente total, absoluta o gran invalidez del trabajador, ni en contratos temporales que finalicen por expiración del tiempo convenido o realización de la obra o servicio.

6. Medidas de apoyo específicas para determinados sectores

6.1. Sectores especialmente afectados:

  • Se establecen medidas adicionales de apoyo para sectores particularmente impactados por la pandemia, como el turismo, la hostelería y el comercio.

6.2. Apoyo a la formación y recualificación:

  • Se impulsan programas de formación y recualificación profesional para trabajadores de sectores afectados, facilitando su adaptación a nuevas demandas del mercado laboral.

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