PRINCIPIOS ÉTICOS
La ética sustenta los principios de acción con los que uno se compromete, por tanto no pueden ser impuestos desde fuera. Los principios suelen estar basados en una serie de presuposiciones o creencias
que uno acepta como válidas.
Las Asociaciones y Federaciones Internacionales de Coaching que pretenden agrupar, profesionalmente, a quienes ejercen esta actividad, han creado y difundido sus normativas y códigos de principios éticos que rigen el comportamiento de sus asociados o miembros.
Conducta profesional en la relación con sus clientes o receptores de servicios, en referencia a:
•Integridad y honradez del coach.
•Nivel de competencia, preparación y referencias del coach.
•Confidencialidad respecto a toda la información que surja en las sesiones de coaching.
•Compromiso de progreso por parte del coach y del coachee.
•Derivación a otros profesionales cuando las demandas del cliente no puedan ser cubiertas a través de coaching.
•Honorarios, recomendando que exista claridad en cuánto a lo que se va a cobrar, en concepto de qué, y durante cuánto tiempo.
•Respeto al cliente por parte del coach.
– Nunca menospreciar al cliente;
– Ayudarlo a crecer;
– No invalidar su punto de vista de la realidad, sino ayudarle a ampliarlo;
– Cuidarse de decir al cliente qué debe pensar, en lugar de ello, hacer buenas preguntas que dejen espacio para el respeto a sí mismo.
Conflicto de intereses entre las partes intervinientes en el proceso de Coaching: empresa, coach y coachee. Donde se incluirían los principios básicos del coaching mencionados en el punto anterior.
Formación y desarrollo permanente del coach: su participación en investigaciones y publicaciones que le permitan actualizarse de forma continua y su inclusión en un proceso de supervisión.
El código de buenas prácticas de la Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos (AECOP) señala los seis grandes objetivos, que sería deseable que guiaran un proceso de coaching; indicando en cada uno de ellos los compromisos del coach, del coachee y de otros agentes relacionados. Estos seis grandes objetivos o áreas son:
• Perspectiva sistémica.
• Orientación a resultados.
• Focalización en el negocio.
• Relación.
• Competencia.
• Honradez.
Otros principios para el desarrollo
Además de los principios básicos expuestos, se añaden otros, ya que contribuyen a un mejor entendimiento del ser humano y su desarrollo.
• Las personas no estamos atadas a una determinada manera de ser, sino que estamos en un continuo cambio. Esto no era así hace veinte años, pero la investigación sobre procesos de desarrollo y aprendizaje en adultos demostró, de manera abrumadora, que los procesos cognitivos y cerebrales continúan desarrollándose en la madurez y no terminan en la adolescencia como se creía.
• Podemos participar en el diseño de la persona que queremos ser. • Las personas actuamos en concordancia con nuestros mapas interiores y no con la realidad exterior. La realidad es subjetiva.
• En cualquier momento dado, una persona, desde su punto de vista, opta por lo más conveniente para ella.
• El resultado de nuestras acciones depende de nosotros y del sistema al que pertenecemos. La realidad es sistémica.
• Toda persona puede mejorar sus acciones y resultados si tiene la estimulación adecuada y afronta los obstáculos.
• Las respuestas están dentro de las propias personas.
• Las nuevas estrategias son la solución a los problemas.
10. Agentes en los procesos de coaching
Introducción
En el presente capítulo se abordan los principales agentes que, habitualmente, están implicados en un
proceso de coaching ejecutivo, como son:
– La dirección general, como principal responsable de que el proceso se inicie y se mantenga con todas las garantías y apoyo necesario para que tenga éxito.
– Los empleados, porque suelen participar en la evaluación de sus mandos y, muchas veces, contribuyen en el desarrollo de los mismos a través de sus comentarios.
– Los mandos de la empresa, como elementos clave en el desarrollo de las personas y en la generación de oportunidades de aprendizaje y crecimiento.
– Y por último el coach y el coachee como agentes clave en los procesos de coaching, el primero como facilitador y el segundo como protagonista.
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Principios éticos clave en el coaching:
- Confidencialidad
- El coach tiene la responsabilidad de mantener la confidencialidad de toda la información compartida durante el proceso de coaching.
- Solo se puede compartir información con terceros con el consentimiento expreso del coachee, excepto en situaciones donde la ley exija revelarla (como en casos de peligro para el coachee o terceros).
- Respeto por la Autonomía del Coachee
- El coachee es el protagonista de su propio desarrollo, y el coach debe respetar su capacidad para tomar decisiones y actuar de acuerdo a sus propios valores y objetivos.
- El coach evita imponer sus propias creencias o soluciones, permitiendo que el coachee encuentre sus respuestas a través del proceso.
- No Juicio y Aceptación Incondicional
- El coach no debe emitir juicios sobre las opiniones, decisiones o acciones del coachee.
- Fomenta una actitud de aceptación incondicional, creando un espacio seguro donde el coachee pueda explorar libremente sus pensamientos y emociones.
- Competencia Profesional
- El coach tiene la obligación de actuar dentro de los límites de su competencia profesional. Esto implica tener la formación adecuada, la experiencia y seguir desarrollándose profesionalmente.
- Si un coach se enfrenta a una situación que excede su capacidad, debe referir al coachee a otro profesional especializado.
- Transparencia y Honestidad
- El coach debe ser claro y honesto respecto a las expectativas del proceso, los objetivos del coaching y las limitaciones de su intervención.
- Cualquier conflicto de intereses o relaciones preexistentes debe ser revelado al coachee.
- Responsabilidad
- El coach es responsable de garantizar un proceso de coaching ético y debe hacerse cargo de las consecuencias de sus acciones.
- El coach debe monitorear su propio comportamiento y ser consciente de cualquier posible influencia indebida sobre el coachee.
- Imparcialidad y Equidad
- El coach debe tratar a todos los coachees de manera justa y sin favoritismos, independientemente de su origen, género, raza, creencias o posición social.
- Mantener una actitud imparcial y objetiva es crucial para ofrecer un servicio justo y efectivo.
- Compromiso con el Crecimiento del Coachee
- El proceso de coaching debe enfocarse en el bienestar y desarrollo del coachee, promoviendo su autoconocimiento, empoderamiento y logro de metas.
- El coach debe fomentar la autoeficacia del coachee, apoyándolo para que asuma la responsabilidad de sus decisiones y acciones.
- Evitar Daño
- Un principio clave en coaching es “no causar daño”. El coach debe evitar cualquier acción que pueda perjudicar emocional, mental o físicamente al coachee.
- Si se identifica que el coaching no está beneficiando al coachee, el coach tiene la obligación de interrumpir el proceso y, si es necesario, derivarlo a un profesional adecuado.
- Integridad
- El coach debe actuar con honestidad, coherencia y ética en todas las interacciones. Debe ser un ejemplo de profesionalismo y actuar de acuerdo con los valores del coaching.
- La integridad implica cumplir con las promesas y acuerdos hechos con el coachee y otras partes involucradas en el proceso.