Los principios deontológicos que deben orientar la práctica profesional de la asistencia domiciliaria son:
– Respeto por la dignidad de la persona. Sea cual sea la situación de la persona atendida, no se puede perder la consideración de su valor como persona.
– El respeto debido hacia las personas con las que se interviene impone reconocer las diferencias encontradas en cada una de las casas, sean de nacionalidad, de religión, de opinión política o de formas de vida, asegurando a cada individuo la misma calidad de servicio y adaptando la forma de intervención.
– Promoción de la autonomía del usuario, así como de la independencia en las decisiones sobre su propia vida, en la medida en que las circunstancias lo permitan.
– Compartiendo las tareas, dejando toda posición de superioridad o de familiaridad.
– No imponiendo los propios valores, sino sugiriendo diversidad de otros medios.
– Adaptándose, tanto como sea posible, a los comportamientos y hábitos de las personas usuarias.
– Dando a los menores atenciones, sin sustituir a sus padres.
– Respeto por la intimidad de la persona.
– Respetar a cada miembro de la unidad convivencial así como mantener el secreto profesional sobre cualquier aspecto de la misma.
– No modificar el orden ni la situación de los objetos del hogar sin consultar al usuario del servicio.
– Medir las repercusiones de nuestro comportamiento en el interior del marco de vida de la persona usuaria. En particular, ser cuidadosos en el mantenimiento de bienes y objetos que pertenecen a las personas.
– Respecto al hogar de la persona usuaria, es importante evitar gastos y ruidos innecesarios.
– Ser una persona discreta, tanto de cara al exterior como dentro de la familia. Ello implica:
- Evitar comentarios sobre nuestra vida personal.
- Mantener actitudes imparciales, no evidenciando ningún tipo de posicionamiento, tendencia o simpatía especial por ningún miembro de la familia. Debemos evitar emitir juicios y opiniones.
- No hacer comentarios sobre los otros casos de los que somos responsables.
- Ser prudentes respecto a temas económicos externos a la propia administración del usuario.
– No imponer las propias opiniones sobre un determinado aspecto, sino sugerir aquello que se crea más oportuno y, en todo caso, utilizar los conocimientos profesionales.
– Ofrecer una actitud cercana y de confianza, sin caer en paternalismos o faltas de respeto.
– Actuar como garante de la seguridad de las personas usuarias y su familia, así como vigilancia de nuestra propia seguridad en el desarrollo de la labor profesional. Mención especial al uso de guantes en las actividades de aseo y cuidado personal, y estériles en la realización o ayuda en las curas.
– Reclamar a la institución para la que se trabaja, y a la vez utilizar y poner en práctica, todos los procedimientos y medios necesarios para el desarrollo de un trabajo de calidad.
– Registro de las actuaciones realizadas, para asegurar el seguimiento y cumplimiento de los objetivos marcados y los planes de actuación desarrollados con el usuario.
– Absoluta observancia del secreto profesional.
– Responsabilidad del auxiliar sobre el trabajo, las intervenciones y los métodos aplicados.
– No aceptar propinas, regalos, ni favores de los usuarios, así como relaciones de carácter laboral fuera de la actuación profesional que tenemos encomendada.
– Evitar el contacto con el usuario fuera del horario estipulado para la atención, así como no facilitar medios de contacto personales (teléfono, dirección de mail…)
– Ser una persona muy pulcra y cuidadosa respecto a la higiene y aspecto personal (ropas, cuerpo, etc.), ya que como educadores de hábitos debemos ser un modelo a seguir para el usuario. Interesarse por las mejoras y perfeccionamiento de los procedimientos y técnicas de su profesión. Adoptar una actitud de ampliación de competencias y conocimientos, realizando las actividades de formación pertinentes (que deberá exigir a la institución para la que trabaje).
– No fumar ni comer en el domicilio de los usuarios.
– Notificar la renuncia a un servicio con la antelación suficiente (unos 15 días) y en ningún caso continuar realizando (nosotros o algún conocido) el servicio de forma particular e independiente.
– Comunicar las faltas de asistencia o retrasos puntuales al trabajo con la mayor antelación posible para que tanto la entidad como la familia puedan tomar las medidas oportunas.
Manual de Atención Socio-Sanitaria
ACTITUDES
La manera de atender y cuidar a las personas dependientes está muy condicionada por las ideas, emociones y actitudes de quienes lo llevan a cabo. Por tanto, es importante que el profesional reflexione sobre sus ideas y pensamientos sobre el envejecimiento y la dependencia, evitando estereotipos y actitudes negativas sobre el mismo.
Es necesario para el desempeño de las tareas de cuidado presentar unas actitudes positivas, como satisfacción y compromiso con el trabajo realizado, optimismo ante los problemas que se nos planteen, visión positiva ante las circunstancias del trabajo, …
Así mismo, es también esencial mantener actitudes que favorezcan la independencia del usuario, y emplear unas habilidades sociales y de comunicación adecuadas, tales como capacidad de empatía, respeto, utilizar un lenguaje adecuado, comunicación orientadora, …
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1. Autonomía
- Descripción: Respeto por la capacidad de los individuos para tomar decisiones informadas sobre sus propios asuntos.
- Aplicación: Permitir que los pacientes decidan sobre su tratamiento médico después de haber recibido toda la información necesaria. En educación, respetar las decisiones de los estudiantes y sus familias.
2. Beneficencia
- Descripción: Actuar en el mejor interés del cliente o paciente, promoviendo su bienestar.
- Aplicación: Proporcionar tratamientos y cuidados que beneficien la salud y calidad de vida del paciente. En el ámbito jurídico, trabajar para el mejor resultado posible del cliente.
3. No Maleficencia
- Descripción: Evitar causar daño o perjuicio a los demás.
- Aplicación: Abstenerse de realizar procedimientos innecesarios o perjudiciales para el paciente. En la educación, evitar métodos de enseñanza que puedan perjudicar a los estudiantes.
4. Justicia
- Descripción: Tratar a todos los individuos de manera justa y equitativa, asegurando una distribución equitativa de recursos y oportunidades.
- Aplicación: Garantizar que todos los pacientes tengan acceso igualitario a los servicios de salud. En el ámbito laboral, asegurar igualdad de oportunidades y trato justo para todos los empleados.
5. Confidencialidad
- Descripción: Mantener la privacidad de la información personal y sensible compartida por los clientes o pacientes.
- Aplicación: Proteger la información médica de los pacientes y no compartirla sin su consentimiento. En el ámbito jurídico, mantener la confidencialidad de la información del cliente.
6. Integridad
- Descripción: Actuar de manera honesta y coherente con los valores y normas éticas profesionales.
- Aplicación: Mantener la honestidad en todas las interacciones profesionales y evitar comportamientos fraudulentos o engañosos.
7. Responsabilidad
- Descripción: Asumir la responsabilidad de las acciones y decisiones tomadas en el ejercicio profesional.
- Aplicación: Reconocer y corregir errores en la práctica médica. En la educación, responsabilizarse del progreso y bienestar de los estudiantes.
8. Fidelidad
- Descripción: Mantener la lealtad y compromiso hacia los pacientes, clientes o beneficiarios de los servicios profesionales.
- Aplicación: Cumplir con las promesas y acuerdos hechos con los pacientes. En el ámbito legal, representar con lealtad los intereses del cliente.
9. Respeto por la Dignidad Humana
- Descripción: Tratar a todas las personas con respeto y dignidad, reconociendo su valor intrínseco.
- Aplicación: En todas las profesiones, asegurarse de que el trato hacia los clientes, pacientes o estudiantes sea siempre respetuoso y digno.