Principios Básicos para el Éxito en un Proceso de Coaching

Hay un conjunto de principios básicos que hay que tener en cuenta antes de poner en marcha un proceso de coaching y que deberían siempre ser “plasmados” en un “contrato”, y firmado por ambas partes o al menos ser expuestos y que ambas partes los conozcan y asuman.

Estos principios deben exponerse y clarificarse antes de iniciar el proceso tanto con la Dirección de la organización como con los empleados que van a participar.

El coaching tiene que centrar su atención en el logro de resultados empresariales. Si se decide implantar un programa de coaching, es porque se han detectado una serie de necesidades en la organización y en su plantilla, que se pueden cubrir a través de esta acción de coaching, pues son necesidades relevantes y estratégicas para la empresa.

Sin duda, el receptor del coaching podrá mejorar y desarrollarse como individuo, pero esos cambios deben también repercutir en la organización, al dotarla de mayor excelencia y calidad.

El código de buenas prácticas de la Asociación Española de Coaching y Consultoría de Procesos (AECOP) señala los seis grandes objetivos, que sería deseable que guiaran un proceso de coaching; indicando en cada uno de ellos los compromisos del coach, del coachee y de otros agentes relacionados. Estos seis grandes objetivos o áreas son:

• Perspectiva sistémica.
• Orientación a resultados.
• Focalización en el negocio.
• Relación.
• Competencia.
• Honradez.

Otros principios para el desarrollo

Además de los principios básicos expuestos, se añaden otros, ya que contribuyen a un mejor entendimiento del ser humano y su desarrollo.

• Las personas no estamos atadas a una determinada manera de ser, sino que estamos en un continuo cambio. Esto no era así hace veinte años, pero la investigación sobre procesos de desarrollo y  aprendizaje en adultos demostró, de manera abrumadora, que los procesos cognitivos y cerebrales continúan desarrollándose en la madurez y no terminan en la adolescencia como se creía.
• Podemos participar en el diseño de la persona que queremos ser.
• Las personas actuamos en concordancia con nuestros mapas interiores y no con la realidad exterior. La realidad es subjetiva.

• En cualquier momento dado, una persona, desde su punto de vista, opta por lo más conveniente para ella.
• El resultado de nuestras acciones depende de nosotros y del sistema al que pertenecemos. La realidad es sistémica.
• Toda persona puede mejorar sus acciones y resultados si tiene la estimulación adecuada y afronta los obstáculos.
• Las respuestas están dentro de las propias personas.
• Las nuevas estrategias son la solución a los problemas.

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1. Confianza y Confidencialidad

La relación entre el coach y el coachee debe basarse en la confianza mutua. Esto implica:

• Respeto mutuo: Reconocer la dignidad, las creencias y los valores de cada uno.
• Confidencialidad: Garantizar que toda la información compartida durante las sesiones sea estrictamente confidencial, a menos que el coachee acuerde lo contrario.
• Ambiente seguro: Crear un espacio donde el coachee pueda expresarse libremente, sin temor al juicio.

2. Compromiso y Responsabilidad

El éxito del coaching depende del compromiso de ambas partes:

• Compromiso del coach: Dedicar tiempo y esfuerzo a facilitar el desarrollo del coachee, utilizando herramientas y técnicas efectivas.
• Responsabilidad del coachee: Asumir la responsabilidad de sus acciones, decisiones y resultados, trabajando activamente hacia sus objetivos.

3. Claridad de Objetivos

Un principio fundamental del coaching es la claridad en los objetivos. Esto incluye:

• Definición precisa: Los objetivos deben ser claros, específicos y alcanzables.
• Alineación con valores: Los objetivos deben estar alineados con los valores y deseos del coachee.
• Enfoque en resultados: Priorizar resultados concretos que impulsen el crecimiento personal o profesional.

4. Escucha Activa

La capacidad del coach para escuchar profundamente es esencial. Esto implica:

• Atención plena: Escuchar no solo las palabras, sino también las emociones, el tono y el lenguaje corporal.
• Validación: Reconocer y validar los sentimientos y experiencias del coachee.
• Evitar interrupciones: Permitir que el coachee se exprese completamente antes de responder.

5. Preguntas Poderosas

El coaching efectivo utiliza preguntas para fomentar la introspección y el autodescubrimiento. Estas preguntas:

• Estimulan la reflexión: Ayudan al coachee a explorar sus pensamientos, emociones y creencias.
• Generan claridad: Facilitan la identificación de soluciones y estrategias.
• Promueven el cambio: Motivan al coachee a adoptar nuevas perspectivas y comportamientos.

6. Enfoque en las Fortalezas

El coaching se basa en potenciar las fortalezas del coachee. Esto incluye:

• Identificar fortalezas: Reconocer habilidades, talentos y recursos del coachee.
• Maximizar el potencial: Aprovechar estas fortalezas para superar desafíos y alcanzar metas.
• Construir confianza: Reforzar la autoestima y la autoconfianza del coachee.

7. Flexibilidad y Adaptabilidad

Cada persona y situación es única, por lo que el coach debe ser flexible en su enfoque. Esto implica:

• Personalización: Adaptar las estrategias y herramientas a las necesidades específicas del coachee.
• Responder al cambio: Ajustarse a nuevas circunstancias o desafíos que puedan surgir durante el proceso.
• Innovación: Utilizar métodos creativos y variados para mantener el interés y la motivación del coachee.

8. Acción y Seguimiento

El coaching exitoso no se limita a la reflexión, sino que impulsa a la acción. Esto incluye:

• Planificación: Diseñar un plan de acción claro y estructurado.
• Tareas prácticas: Asignar tareas específicas para avanzar hacia los objetivos.
• Seguimiento: Revisar y evaluar regularmente el progreso para garantizar la responsabilidad y los resultados.

9. Retroalimentación Constructiva

La retroalimentación es esencial para el aprendizaje y el crecimiento. Debe ser:

• Honesta: Basada en observaciones objetivas y sinceras.
• Constructiva: Enfocada en soluciones y áreas de mejora.
• Equilibrada: Destacar tanto las fortalezas como las áreas de desarrollo.

10. Orientación hacia el Futuro

El coaching se centra en el futuro y en lo que el coachee puede lograr. Esto implica:

• Dejar atrás el pasado: Aunque se pueden abordar experiencias pasadas, el énfasis está en avanzar.
• Visualización de metas: Ayudar al coachee a imaginar y trabajar hacia su mejor versión.
• Empoderamiento: Fomentar la autonomía y la capacidad del coachee para diseñar su propio camino.