PREPARACIÓN DE LOS PRODUCTOS A EXPONER
El producto es el centro y foco de atención del escaparate, su protagonista, pero también un condicionante al montarlo: por ejemplo, cada artículo y, en consecuencia, cada comercio tendrá diferentes formas de composición para sus escaparates. En este sentido, la programación de un escaparate será completamente diferente de un punto de venta a otro, si su efectividad está función de que los artículos expuestos resalten de una forma clara o de que simplemente se sugieran.
Cualquier tipo de objeto se puede realzar en busca de obtener una actitud de interés o atención por parte de un cliente potencial, pero, dada la extraordinaria variabilidad de productos que pueden componer el surtido de un establecimiento, habrá que realizar una selección de los que se vayan a exponer en un escaparate, antes de proceder a montarlo.
En principio, los productos a exhibir se elegirán en función de su novedad, funcionalidad, color o, simplemente, por el interés que en ese momento pueda ejercer sobre los posibles clientes que cada día pasan por delante del escaparate. No obstante, no se pueden olvidar que también hay razones como:
El impacto visual. Mediante el color y el diseño de los productos elegidos, se debe dar una imagen del surtido lo más agradable posible, aunque, eso sí, una imagen siempre real.
La actualidad. Debemos pensar qué es lo que va a despertar la curiosidad del público, darles la “noticia” que les haga quedarse pegados a nuestro escaparate mirando y entrar a solicitar más información. Un consejo: es más fácil conseguirlo mediante a la moda y el estilo.
La calidad. La calidad es la propiedad o conjunto de propiedades inherentes al producto, que permiten juzgar su valor. Sin embargo, no pocas veces la percepción de la calidad depende de cómo se nos presenten los productos.
El escaparate debe reflejar la calidad y categoría del producto. Por ejemplo, presentándolo de forma aislada o en pequeña cantidad, como en las vitrinas de algunas joyerías, en la que así se contribuye a destacar el valor de los objetos expuestos.
El precio. Es conveniente que en el escaparate coloquemos productos de toda la escala de precios existentes en el negocio. Además, nunca viene mal mostrar algunos de los más baratos que se tengan.
De todas maneras, hay que tener en cuenta que lo más aconsejable es que los precios estén bien visibles en los escaparates, que tengan una disposición destacada, que sus dimensiones permitan leerlos claramente y que estén colocados junto al artículo correspondiente para evitar malentendidos.
Un último apunte. Como hemos señalado ya, el escaparate tiene entre sus objetivos ofrecer a los posibles clientes una imagen que responda fielmente a la imagen general de la empresa. Para alcanzar ese objetivo, lo más esencial es saber lo que se quiere decir y a quién se le quiere decir. Y esto pasa por una buena selección de los productos exhibidos y una disposición que destaque su utilización y realce sus características más atractivas.
Escaparatismo y Visual Merchandising
Programación de las tareas a realizar: montaje y colocación
El montaje de los escaparates y la colocación de los productos en ellos sigue unos criterios que parten de principios estéticos, del estilo propuesto y de la hábil aplicación de los fundamentos de la composición: equilibrio, forma, espacio, luz, color, movimiento, dinámica, expresión. Además, hay que tener muy en cuenta el merchandising y dar claridad al mensaje.
Lo más importante es tener claro desde el principio una serie de cuestiones:
1) Qué tipo de escaparate se va a montar
Por ejemplo, un escaparate temático muestra una oferta centrada en un solo tipo o concepto de artículo. Se utilizan cuando el período de venta es muy reducido o si el comercio quiere rotar mayor cantidad de stock. Son típicos los escaparates dedicados exclusivamente al día de san Valentín o a la vuelta al “cole”. O un escaparate sólo de bolsos.
Por su parte, los escaparates genéricos no se limitan a un tipo de artículo, sino que exhiben simultáneamente una diversidad de ellos. Su duración dependerá de si el comercio desea posicionarse como un negocio especializado.
2) La idea o imagen que se quiere transmitir
El escaparate es un poderoso medio de comunicación visual: la imagen que irradie mostrará el posicionamiento de la tienda o marca, el surtido de productos disponible y la cantidad y calidad de servicios que el cliente puede esperar en el interior del comercio.
Por poner un ejemplo, posicionarse como tienda de precios económicos supone colocar los artículos en mayor cantidad, de forma ordenada, y situar precios junto a los artículos. En cambio, para posicionarse en gamas altas hay que presentar menor cantidad de artículos, usar más luz, fondos de colores vivos y brillantes, y mostrar los precios mediante sistemas más elaborados y profesionales.
3) Tipo de público al que se dirige la comunicación del escaparate
El público puede clasificarse según varios criterios, entre ellos la edad, el sexo, el estatus socioeconómico o el ciclo de vida familiar.
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Pasos para la preparación de productos a exponer
1. Selección de productos
- Identificación de productos clave: Elige los productos que deseas destacar, ya sea por su popularidad, novedades o promociones.
- Cohesión temática: Asegúrate de que los productos seleccionados se alineen con el tema de la temporada, la campaña publicitaria o la imagen de marca.
2. Limpieza y mantenimiento
- Inspección de productos: Revisa cada producto para asegurarte de que esté en perfectas condiciones (sin daños, manchas o defectos).
- Limpieza: Limpia los productos y retira cualquier etiqueta o envoltorio que no sea necesario. Esto incluye la eliminación de polvo y suciedad.
3. Organización y agrupación
- Agrupación por categorías: Organiza los productos en categorías lógicas (por tipo, color, tamaño, etc.) para facilitar la navegación y la búsqueda por parte del cliente.
- Uso de combinaciones: Combina productos complementarios para mostrar cómo pueden usarse juntos (por ejemplo, ropa, accesorios y calzado).
4. Etiquetado
- Etiquetas informativas: Asegúrate de que cada producto tenga una etiqueta clara que incluya información relevante como el nombre, precio y características especiales.
- Consistencia en el diseño: Mantén un estilo de etiquetado coherente que refleje la identidad de la marca.
5. Selección de soportes y accesorios
- Soportes adecuados: Usa estantes, mesas, percheros o vitrinas que complementen y resalten los productos.
- Elementos decorativos: Considera el uso de elementos decorativos que realcen la presentación, como plantas, carteles o accesorios temáticos.
6. Diseño del espacio de exposición
- Distribución del espacio: Planifica la disposición del espacio para que los productos sean fácilmente accesibles y visibles.
- Zonas de atención: Crea zonas de atención donde los productos más destacados se coloquen en lugares prominentes.
7. Prueba de visualización
- Revisión de la disposición: Antes de finalizar la exposición, realiza una revisión general para asegurarte de que todos los productos sean visibles y atractivos.
- Ajustes de iluminación: Asegúrate de que la iluminación resalte adecuadamente los productos y no genere sombras no deseadas.
8. Actualización y rotación
- Revisión periódica: Programa revisiones regulares de la exposición para actualizar productos, retirar los que no se venden y agregar novedades.
- Rotación de productos: Cambia la ubicación de los productos con frecuencia para mantener el interés de los clientes y darles motivos para volver.
Consideraciones finales
- Adaptabilidad: Ten en cuenta las tendencias del mercado y los cambios estacionales para adaptar la presentación de los productos.
- Atención al cliente: Asegúrate de que la disposición de los productos permita una experiencia de compra fluida, con suficiente espacio para que los clientes naveguen y exploren.