PERCEPCIÓN Y DISEÑO I
5) Ley de la experiencia
Aunque es difícil obtener una comprobación empírica del papel que desempeña la madurez y la experiencia en los procesos perceptivos, hay suficientes evidencias que parecen indicar que realmente existe. Veamos algunas.
Una primera prueba nos la ofrecen algunas especializaciones adquiridas que terminan condicionando todo tipo de percepción: las reacciones de una persona acostumbrada a discriminaciones sutiles de productos por el sabor o el olor (un catador, por ejemplo) y las de una persona cualquiera no suelen ser iguales.
Otra prueba: si se presentan imágenes poco familiares para que sean reproducidas, estas reproducciones terminan pareciéndose más a las imágenes familiares que a los originales mostrados como modelos.
Un caso más lo encontramos en aquellos modelos del mundo físico que sabemos que son de una forma, pero la costumbre nos hace aceptarlos y verlos de otra. En este sentido, es cotidiana la experiencia de aceptar por figuras y formas rectangulares las que se nos presentan como trapezoidales, considerándolas oblicuas y en consecuencia no paralelas al plano que las contiene.
He aquí un ejemplo gráfico. Esta imagen pixelada esconde un retrato del presidente de EE.UU. Abraham Lincoln. Sin embargo, quien no esté familiarizado con cuál era su aspecto no podrá percibir a primera vista su rostro en el dibujo.
Escaparatismo y Visual Merchandising
6) Ley de simetría
Esta ley, que desborda el campo de la percepción de las formas para constituir uno de los fenómenos fundamentales de la naturaleza, está muy arraigada en el ser humano, cuya propia estructura fisiológica, también es simétrica (especular sobre un plano vertical).
No obstante, la simetría, aunque pueda ser importante para construir una buena forma sobre el plano, es un elemento perturbador cuando las formas sugieren espacio tridimensional.
7) Ley de continuidad
Esta ley la podríamos simplificar diciendo que cuanto más situados en puntos que correspondan a una serie continua, regular, es decir, funcionando como partes de contornos conocidos, están los elementos del campo visual, más probable es que se organicen en percepciones singulares unificadas.
La ley de continuidad contiene elementos comunes a otras leyes ya mencionadas. Tiene aspectos de la de cerramiento, porque elementos independientes tratan de formar imágenes. De igual modo, toma propiedades de la ley de buena figura al provocar elecciones de las formas más simples y rotundas. Por último, también contiene elementos de la ley de experiencia, pues se decide por aquellas formas que tienen figuras reconocibles o más familiares al perceptor.
Esta ley tiene como caracteres propios la manera de presentarnos las formas: de manera incompleta, inconclusas, como abreviaturas o esquemas, pero de fácil interpretación. Son formas que inducen en el espectador la idea de concreción en figuras continuadas, semejantes a otras que son correctas y definidas
Ésta es una muestra de la ley de continuidad, de la que, por otro lado, tantos ejemplos se encuentran en la pintura. Es una foto de las piedras de un río. Las que están en primer término son claramente perceptibles, pero sus formas se van degradando progresivamente según llevamos la vista hacia la parte superior de la imagen. En ese punto, las piedras no serían reconocibles como tales, si no fuera por la continuidad que parte de las de primer plano.
8) Ley de figura-fondo
Esta ley perceptiva es la de mayor fuerza y trascendencia de las expuestas, porque puede considerarse que abarca todas las demás. Efectivamente, en la mayor parte de los actos perceptivos se puede encontrar este principio organizativo, por el que muchas formas sólo se constituyen como figuras definidas cuando quedan superpuestas o recortadas sobre un fondo más neutro.
Una de las aplicaciones más evidentes de esta ley se produce cuando se presentan figuras que están “sobre” un fondo; en ese caso, se obtiene una percepción “en profundidad” que traslada la figura a un primer término, fuera del plano real de la representación, y deja el fondo a cierta distancia indefinida. Se organiza así, con simples formas bidimensionales, una nueva dimensión en relieve.
Una peculiaridad de este tipo de imágenes es que suelen ser reversibles, ofreciendo alternativamente lo que era fondo como figura y a la inversa, a voluntad del espectador.
Se pueden establecer las siguientes diferencias entre fondo y forma:
Cuando dos campos tienen la misma línea límite común, es la figura la que adquiere forma, no el fondo.
El fondo parece que continúa detrás de la figura.
La figura se presenta como un objeto definido, sólido y estructurado.
La figura parece que tiene un color local sólido y el fondo parece más etéreo y vago.
Se percibe la figura como más cercana al espectador. La figura impresiona más y se recuerda mejor que el fondo, que queda indefinido.
La línea que separa figura y fondo pertenece siempre a la primera.
La distancia de la figura puede ser fijada con más precisión que la distancia al fondo que queda por detrás a distancia indeterminada.
Además, siendo iguales los demás factores, cuanto mayor sea el contraste entre los elementos de figura y los elementos de fondo (en brillantez, color o forma) tanto más fácilmente se formarán figuras.
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Claves del Diseño para una Percepción Positiva en Escaparates
- Psicología del Color: Los colores no solo decoran, sino que también evocan emociones y reacciones. Por ejemplo, los colores cálidos como el rojo y el naranja suelen transmitir energía y urgencia, ideal para promociones o productos de temporada, mientras que los colores fríos como el azul y el verde dan sensación de calma y elegancia, adecuados para productos de lujo o espacios más formales.
- Organización y Focalización Visual: La percepción tiende a centrarse en los puntos focales. El diseño del escaparate debe organizarse para que estos puntos guíen la mirada del cliente de un elemento a otro en el orden deseado, destacando lo más importante. Las líneas y la disposición pueden guiar sutilmente la atención, como en una pirámide visual donde el producto estrella está en la cúspide.
- Equilibrio y Simetría: La simetría y el equilibrio transmiten estabilidad y armonía, siendo agradables para el ojo humano. Este tipo de diseño suele percibirse como más organizado y limpio, adecuado para marcas que buscan comunicar una imagen de confianza y seriedad. En contraste, el diseño asimétrico puede percibirse como creativo y dinámico, captando la atención de quienes buscan algo nuevo o inusual.
- Tamaño y Proporción: El uso de tamaños desproporcionados o contrastantes es otra técnica de diseño que atrae la percepción al romper con lo habitual. Un objeto de gran tamaño en un escaparate puede dominar la atención, mientras que los contrastes entre objetos grandes y pequeños generan interés y diversidad visual.
- Textura y Materiales: Las texturas y los materiales del diseño afectan tanto a la percepción visual como a la táctil (aunque sea de forma imaginada). Los elementos visuales que simulan o transmiten suavidad, rigidez o brillo, comunican sensaciones asociadas a los productos, como calidad, exclusividad o accesibilidad.
- Tipografía y Mensajes Visuales: Las palabras, además de comunicar, tienen una presencia visual que afecta la percepción. Tipografías grandes o llamativas resaltan mensajes clave, como promociones o novedades, mientras que las fuentes sutiles y elegantes ayudan a transmitir sofisticación. El mensaje debe ser claro y alinearse con el diseño del escaparate para maximizar su efectividad.
- Iluminación: La iluminación no solo resalta productos, sino que también genera atmósferas. La luz cálida puede hacer que el escaparate sea acogedor y cercano, mientras que la luz fría sugiere modernidad y frescura. Además, la luz puntual o direccionada puede crear sombras que añadan dramatismo y enfoque.