Parte VI Los decálogos

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Parte VI Los decálogos

En esta parte…

Una vez que hemos desarrollado los fundamentos de la contabilidad y las finanzas puede ser de utilidad sintetizar los conceptos más relevantes del análisis de las cuentas anuales, de las inversiones y de la financiación. Recuerda estos conceptos de diez en diez; no son los mandamientos de la ley divina, pero te ayudarán.

 

Capítulo 21

Diez consej os para entender el balance y la cuenta de resultados

En este capítulo

  • Las claves del balance
  • Las claves de la cuenta de resultados
  • Interpretación rápida de las cuentas anuales

Es muy importante saber leer los balances y las cuentas de resultados de cualquier empresa. A continuación, resumimos las claves más fundamentales que conviene no olvidar.

Lo más importante del balance de situación

La partida más importante del balance bien podría ser el patrimonio neto. Si la empresa está suficientemente capitalizada podrá evitar muchos de los principales problemas que causan mortalidad empresarial. En general es deseable que el patrimonio neto represente alrededor del 40% del balance total, aunque este porcentaje puede variar mucho dependiendo del sector.

Cuando una empresa está suficientemente capitalizada le resulta más fácil obtener préstamos de la banca, en caso de que lo necesite. Además, un capital elevado es la mejor vacuna contra los riesgos de quiebra o de suspensión de pagos.

Lo más importante de la cuenta de resultados

En una cuenta de resultados la última línea, la del resultado, es la más importante. Si la empresa genera beneficios elevados tendrá recursos para poder retribuir a los accionistas y autofinanciarse. Como es lógico, para obtener beneficios hay que vender y controlar bien los gastos. Dada la creciente competitividad que impera en la mayoría de los sectores de la economía, cada vez es más difícil vender, por lo que resulta fundamental gestionar los costes de manera adecuada.

La relevancia de la liquidez

Si vender ya es un milagro, y obtener beneficios es aún más difícil, lo que realmente cuesta es conseguir que los beneficios se transformen en liquidez y engrosen la tesorería. Para ello, es fundamental adecuar las obligaciones de pago a los cobros que se van produciendo. Si la empresa consigue generar beneficios y liquidez, tiene la continuidad asegurada.

El fondo de maniobra

Para no tener problemas de liquidez es conveniente que el activo corriente sea suficiente para poder atender los pagos de deudas que están en el pasivo corriente. Por ello, en general, el activo corriente debe ser superior al pasivo corriente y, por lo tanto, el fondo de maniobra debe ser positivo. De todas maneras, también hay que evaluar la velocidad a la que se mueven los activos y pasivos corrientes. Si los activos corrientes van muy rápido, como sucede en los supermercados, será más fácil que se pueda atender el pasivo corriente, aunque éste sea más elevado. Por ello es fundamental que la empresa consiga que las existencias se vendan en el plazo de tiempo más corto posible y, una vez se haya vendido, se cobre rápido de los clientes. También es clave que el cobro a los clientes se produzca antes que el pago a los proveedores.

La gestión de los activos

Aunque a veces tiende a pensarse que es deseable que el activo sea muy elevado, la realidad es que todo activo necesita ser financiado. Por lo tanto, cuanto menor sea el activo, menores serán las necesidades de financiación de la empresa. En las últimas décadas se han puesto de moda políticas empresariales encaminadas a reducir el activo, como el stock cero o la gestión de tesorería, por ejemplo. Además, lo que realmente interesa es que el activo sea productivo y genere ventas. De esta forma, la rotación de los activos será elevada. En la medida en que los activos sean muy productivos y generen más ventas, será más fácil que la empresa tenga beneficios. Para ello hay que gestionar bien tanto los activos no corrientes como los activos corrientes.

La competitividad de la empresa y las ventas

Vender es sumamente difícil; cada día es más complicado. Conseguir una buena cifra de ventas es responsabilidad del departamento comercial de la empresa, pero influye mucho en todos los aspectos de la contabilidad y las finanzas. Lo importante es que la empresa consiga que las ventas aumenten año tras año y superen el punto de equilibrio; es decir, que sean mayores que la cifra de ventas que permite que los ingresos igualen a los gastos.

El punto de equilibrio

Para no perder dinero conviene que la cifra de ventas que iguala los ingresos y los gastos sea lo más reducida posible. Esto exige gestionar bien los costes. En primer lugar tenemos los costes fij os de la empresa, que existen aunque no haya ingresos. Es conveniente que la empresa esté diseñada de forma que sus costes fijos sean lo más reducidos posible. Luego están los costes variables, que también deben gestionarse de manera óptima. Así como toda empresa debe buscar siempre la excelencia en los procesos y productos que fabrica, es fundamental hacerlo con la máxima productividad. De este modo se potencian las ventas y se alcanza un nivel de costes adecuado.

El rendimiento de los activos

Si la empresa consigue vender y con costes bajos, el margen será elevado. Por otro lado, si los activos se gestionan de forma productiva, la rotación será elevada. Por lo tanto, con un buen margen y una buena rotación se asegura un nivel elevado de rendimiento del activo. Lo deseable es que el rendimiento del activo sea superior al coste de la deuda. Sólo cuando el rendimiento del activo supera el coste de la deuda podremos conseguir que la deuda sea rentable. Decimos entonces que la empresa tiene un apalancamiento financiero positivo. En caso de que el rendimiento sea reducido habrá o bien que aumentar las ventas y el margen, o bien bajar los activos.

La rentabilidad

La rentabilidad del patrimonio neto es uno de los obj etivos prioritarios de las empresas; al menos, de las que tienen ánimo de lucro. Para ello, hay que generar beneficios y trabajar con un nivel adecuado de patrimonio neto. Así como para reducir el riesgo financiero hay que tener mucho capital de los accionistas, para que la rentabilidad sea elevada puede convenir que no haya mucho patrimonio neto. Por ello, hay que conseguir un equilibrio adecuado entre el obj etivo de rentabilidad y el objetivo de minimizar el riesgo financiero. En cada caso, deberá determinarse cómo equilibrar ambos objetivos.

El crecimiento equilibrado

La vida de una empresa es como ir en bicicleta: siempre hay que pedalear para no caerse. Esto significa que hay que crecer. Crecer en ventas y en riqueza generada. Pero hay que conseguir crecer de forma equilibrada para no poner en riesgo la continuidad de la empresa. Un crecimiento equilibrado implica que a medida que crecen las ventas debe crecer el activo, pero debe hacerlo con prudencia, para que no aumente en demasía. Cuando crece el activo, lo lógico es que aumenten las deudas, pero también deben hacerlo prudentemente, lo que implica aumentar el patrimonio neto, o bien con aportaciones de los socios o bien con beneficios retenidos. Así, el reto es crecer pero manteniendo una solidez financiera que minimice los riesgos de impago.

 

Un decálogo es una lista de diez principios o reglas que ofrecen orientación o consejo sobre un tema específico:

Decálogo para una Vida Saludable:

  1. Come variado y equilibrado.
  2. Realiza ejercicio regularmente.
  3. Descansa y duerme lo suficiente.
  4. Mantén una hidratación adecuada.
  5. Evita el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
  6. Controla el estrés y practica la relajación.
  7. Realiza chequeos médicos periódicos.
  8. Cultiva relaciones sociales positivas.
  9. Fomenta la salud mental y emocional.
  10. Sé consciente de tu bienestar y busca ayuda cuando sea necesario.

Decálogo para el Éxito Profesional:

  1. Establece metas claras y alcanzables.
  2. Desarrolla habilidades de comunicación.
  3. Aprende de tus errores y fracasos.
  4. Mantén una ética laboral fuerte.
  5. Sé proactivo y busca oportunidades.
  6. Cultiva una red de contactos.
  7. Actualízate y sigue aprendiendo.
  8. Adapta y mejora continuamente tus habilidades.
  9. Mantén un equilibrio entre vida laboral y personal.
  10. Celebra tus logros, grandes o pequeños.

Decálogo para una Convivencia Armoniosa:

  1. Practica la empatía y la escucha activa.
  2. Respeta las opiniones y diferencias de los demás.
  3. Comunica tus pensamientos de manera clara y respetuosa.
  4. Sé tolerante y abierto a nuevas ideas.
  5. Colabora y trabaja en equipo.
  6. Asume responsabilidades y compromisos.
  7. Resuelve los conflictos de manera constructiva.
  8. Promueve un ambiente de confianza y sinceridad.
  9. Valora la diversidad y la inclusión.
  10. Fomenta la amabilidad y la cortesía.

Decálogo para el Cuidado del Medio Ambiente:

  1. Reduce, reutiliza y recicla.
  2. Ahorra energía y utiliza fuentes renovables.
  3. Consume de manera responsable.
  4. Conserva la biodiversidad y protege los ecosistemas.
  5. Utiliza productos ecológicos.
  6. Minimiza el uso de plásticos.
  7. Participa en iniciativas comunitarias de sostenibilidad.
  8. Educa sobre la importancia del medio ambiente.
  9. Apoya a organizaciones ambientales.
  10. Sé consciente de tu huella ecológica.

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