El rápido desarrollo de la industria de la alfombra en Persia en la época safavida parece deberse a la inclinación de los soberanos hacia este artesanado. Ismael I , el Sah Tahmasp y el Sah Abás el Grande son conocidos por haberse interesado personalmente por la producción de alfombras. También se supone que los dos últimos soberanos citados estaban implicados personalmente en la producción de alfombras, particularmente en el diseño de los motivos.6 Durante su reinado, la producción de alfombras persas fue la más importante de toda la época safavida.
Aunque los Safavidas transformaron la fabricación de alfombras en producción nacional, las tribus nómadas y los pequeños talleres urbanos continuaron produciendo alfombras persas, incluso después de la invasión afgana de 1 722, que puso fin a la dinastía — y, por tanto, a su mecenazgo a favor de la producción de alfombras. Sin embargo, está demostrado que Nadir Shah y Karim Khân Zand mandaron realizar alfombras en el sur de Persia, reanudando relaciones con el mecenazgo real. Cierto es que con la instauración de la dinastía Qajar en (1 797) la producción de alfombras floreció de nuevo, fomentada sobre todo por la demanda local. La exportación quedó un poco desperdigada hasta que una confluencia de factores provocó un rápido crecimiento de las exportaciones. En efecto, a principios de la segunda mitad del s.XIX, la pebrina alcanzó Persia y causó una fuerte disminución de la producción de seda, que hasta ese momento era una importante exportación del país. Paralelamente, una fuerte demanda europea de alfombras de Oriente como resultado de la exposición de Viena en 1 873, además de la emergencia de una clase media importante en Gran Bretaña, abrió un mercado importante en Persia, que buscaba un producto alternativo a la seda para la exportación. A partir de final de los años 1 870, Persia empieza a exportar masivamente a Gran Bretaña (dos compañías inglesas, Messrs. Ziegler & Co. y Hotz & Co. fundan manufacturas en I rán), a Francia (un comprador de los Grandes Almacenes del Louvre se provee anualmente) y a los Estados Unidos.
Desgraciadamente, el fin del periodo Qajar viene marcado por una paradoja. Por un lado, se producen alfombras de lujosa seda, igualando las del siglo XVI I . Por otro, la calidad general de las alfombras se deteriora tras la introducción de colorantes sintéticos en Persia, prohibidos por el gobierno en 1 877.
La industria de la alfombra en Persia tiene una larga y rica historia que se remonta a varios siglos atrás. La fabricación de alfombras en Persia se considera una de las tradiciones artesanales más antiguas y veneradas del mundo. Aquí hay un resumen del nacimiento y desarrollo de esta industria:
- Antecedentes históricos: La fabricación de alfombras en Persia tiene raíces que se remontan a la antigüedad. Se cree que las tribus nómadas de Persia comenzaron a tejer alfombras para uso propio, como medio para cubrir y decorar sus tiendas nómadas y como elementos de comodidad. Con el tiempo, estas habilidades de tejido se desarrollaron y refinaron, y la producción de alfombras se convirtió en una parte integral de la cultura persa.
- Auge durante la dinastía Safávida (siglos XVI-XVIII): Durante el período de la dinastía Safávida en Persia, que se extendió desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XVIII, la producción de alfombras alcanzó su apogeo. La corte real y los talleres de los Safávidas fomentaron el desarrollo de técnicas de tejido avanzadas y la creación de diseños intrincados y elaborados. Muchas de las alfombras más famosas y valiosas de Persia se remontan a este período.
- Diversificación de estilos y diseños: A lo largo de los siglos, la producción de alfombras en Persia se diversificó en términos de estilos, diseños y técnicas de tejido. Cada región de Persia desarrolló su propio estilo distintivo, influenciado por factores como la geografía, la cultura local y las influencias externas. Algunos de los estilos de alfombras más conocidos incluyen las alfombras Kashan, Isfahan, Tabriz, Shiraz, Qom y Kerman, entre otros.
- Comercio y exportación: A medida que la reputación de las alfombras persas creció en todo el mundo, el comercio y la exportación de alfombras se convirtieron en una parte importante de la economía persa. Las alfombras persas eran muy valoradas en Europa, Asia y otras partes del mundo por su calidad artesanal, belleza estética y durabilidad.