Observación
Observar consiste en recoger información relevante a través de los sentidos, especialmente la vista. La observación debe ser un instrumento constante para la programación y desarrollo del trabajo con el usuario.
– Al propio usuario: aspecto, cuidados, estado, etc.
– Al entorno humano: qué personas tiene a su alrededor, cómo es su relación con ellas, cómo es el trato, cómo son, etc.
– Al entorno físico: en qué condiciones está la vivienda, hay un elevado riesgo de accidentes, cómo es su accesibilidad, etc.
– La observación está muy influenciada por la experiencia profesional previa, que dota de las herramientas necesarias para saber diferenciar aquellas manifestaciones que tienen interés de las que aparentemente no la tienen, así como del conocimiento de la persona usuaria y sus reacciones. En este sentido, un profundo conocimiento del usuario al que estamos atendiendo es elemento fundamental para detectar, a través de la observación, los cambios que, no sólo de manera aguda sino progresiva, van sufriendo las personas usuarias del servicio.
Registro
Un registro es un documento donde se recogen todos aquellos datos relevantes acerca del estado, de la evolución y de las medidas aplicadas y su efectividad a lo largo del tiempo.
Los registros cumplen una serie de funciones:
– Comunicación entre los interesados en el cuidado de la persona usuaria, no sólo entre profesionales en un momento dado, sino para un mismo profesional a lo largo del tiempo.
– Documento legal.
– Investigación.
– Planificación de cuidados.
– Auditoría.
Manual de Atención Socio-Sanitaria
TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE OBSERVACIÓN APLICADOS A LAS SITUACIONES DOMICILIARIAS
Existen diferentes técnicas e instrumentos de observación y registro dentro de los servicios de atención domiciliaria, con el fin de asegurar la vigilancia de la evolución funcional y las actividades de atención desarrolladas con la persona usuaria. Destacamos entre ellas:
Registros de observaciones
Documento donde se recogen las diferentes observaciones e incidencias acaecidas en el desarrollo de la atención.
Las escalas de valoración
A través de las escalas se puede conocer el estado funcional inicial de la persona usuaria del servicio, lo que permitirá planificar los cuidados y la atención precisa, y servirá como guía para la vigilancia de la evolución de las personas usuarias a lo largo del tiempo.
Algunos ejemplos de escalas:
– Índice de Katz e Índice de Barthel: Miden el nivel de independencia o dependencia funcional en las Actividades Básicas de la Vida Diaria (ABVD): baño, vestido, acudir al servicio, desplazamientos, continencia y alimentación.
– Escala de Lawton y Brody: Analiza la independencia o dependencia respecto de las Actividades Instrumentales de la Vida Diaria (AIVD): uso del teléfono, realización de compras, preparación de comidas, realización de tareas domésticas, lavado de ropa, uso de transporte, toma de medicamentos, manejo de dinero.
Las escalas más utilizadas para evaluar las Actividades Básicas de la Vida Diaria son :
Índice de Katz
Valora 6 ítems: bañarse, vestirse, usar el retrete, movilidad, continencia y alimentación. Se valora cada ítem con 1 punto si la persona realiza la tarea de forma independiente o con poca ayuda, 0 puntos si no lo hace sola o precisa mucha ayuda. En función de la puntuación obtenida se clasifica para el usuario desde la máxima independencia (grupo A) a la máxima dependencia (grupo G). Es una escala de aplicación fácil, rápida y sencilla y muy extendida para la valoración de personas que son atendidas en el domicilio.
Escala de Barthel
Es la más utilizada internacionalmente. Evalúa 10 tipos de actividades (comer, lavarse, vestirse, arreglarse, deposición, micción, usar el WC., traslado al sillón o cama, deambulación y subir y bajar escaleras) y clasifica cinco grupos de dependencia. Se puntúa de 0 a 100, y en función de los resultados se clasifica en dependencia total (puntuación menor de 20), dependencia grave ( de 20 a 35), dependencia moderada ( de 40 a 55) y dependencia leve (igual o mayor de 60).
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1. Observación de la Evolución Funcional
Objetivo:
- Evaluar cómo cambian las capacidades físicas del individuo con el tiempo.
- Identificar mejoras, estancamientos o deterioros en la condición física.
Métodos de Observación:
- Observación Directa: Realizar un seguimiento diario o regular del comportamiento y las capacidades físicas del individuo durante las actividades diarias.
- Entrevistas y Encuestas: Recoger información de la persona, familiares o cuidadores sobre el estado físico y cualquier cambio observado.
- Evaluaciones Funcionales: Usar herramientas y escalas específicas para medir capacidades físicas, como la movilidad, fuerza, equilibrio, y coordinación.
Aspectos a Observar:
- Movilidad: Cambios en la capacidad de moverse, caminar, y realizar movimientos específicos.
- Autonomía: Nivel de independencia en actividades básicas como vestirse, comer y realizar higiene personal.
- Capacidad de Ejercicio: Respuesta a ejercicios físicos, resistencia y tolerancia al esfuerzo.
- Síntomas y Dolor: Presencia de dolor, molestias, o nuevos síntomas que puedan afectar la funcionalidad.
2. Registro de la Evolución Funcional
Objetivo:
- Mantener un registro detallado y sistemático del estado físico y la evolución del individuo.
- Facilitar la planificación y ajuste de las actividades y tratamientos.
Métodos de Registro:
- Hojas de Registro: Utilizar formularios estandarizados para anotar observaciones y medidas específicas.
- Historias Clínicas Electrónicas: Documentar los datos en sistemas informáticos para un seguimiento continuo y accesible.
- Gráficos y Tablas: Representar visualmente los cambios en función de los datos recogidos para una rápida interpretación.
Aspectos a Registrar:
- Datos Básicos: Información general del individuo, diagnóstico, y antecedentes médicos.
- Evaluaciones y Resultados: Resultados de pruebas físicas, escalas de medición de movilidad y fuerza.
- Intervenciones y Actividades: Detalles de las actividades físicas realizadas y las respuestas observadas.
- Cambios y Tendencias: Notas sobre la progresión o regresión en las capacidades físicas y cualquier ajuste en las intervenciones.
3. Desarrollo de Actividades de Atención Física
Objetivo:
- Mejorar o mantener la funcionalidad física del individuo.
- Adaptar las actividades a las necesidades y capacidades específicas.
Tipos de Actividades:
- Ejercicios de Movilidad: Actividades para mejorar la flexibilidad y rango de movimiento, como estiramientos y ejercicios articulares.
- Fortalecimiento Muscular: Ejercicios para aumentar la fuerza y resistencia muscular, utilizando pesas o bandas elásticas.
- Equilibrio y Coordinación: Actividades para mejorar la estabilidad y coordinación, como ejercicios de equilibrio en una pierna o marcha sobre una línea.
- Entrenamiento Funcional: Actividades diseñadas para mejorar la capacidad de realizar tareas diarias, como levantarse de una silla o subir escaleras.
Consideraciones para el Desarrollo:
- Individualización: Adaptar las actividades a las capacidades y limitaciones individuales del usuario.
- Progresión Gradual: Aumentar la intensidad y dificultad de las actividades de manera progresiva para evitar lesiones y promover mejoras.
- Seguridad: Asegurarse de que las actividades se realicen en un entorno seguro y bajo supervisión adecuada para prevenir caídas y otros accidentes.
4. Evaluación y Ajuste de Actividades
Objetivo:
- Evaluar la eficacia de las actividades realizadas.
- Ajustar el plan de intervención según los resultados observados.
Métodos de Evaluación:
- Revisión de Resultados: Comparar los resultados de las evaluaciones iniciales con los datos actuales para medir la evolución.
- Feedback del Usuario: Recoger opiniones y experiencias del individuo sobre las actividades realizadas.
- Revisión Continua: Realizar revisiones periódicas para ajustar las actividades y objetivos según las necesidades cambiantes.