Innovación y adaptabilidad
Permanecer abierto a las ideas y los enfoques nuevos y lo suficientemente flexibles
como para responder rápidamente a los cambios.
Las personas dotadas de esta competencia.
Para la innovación:
• Buscan siempre nuevas ideas de una amplia variedad de fuentes.
• Aportan soluciones originales a los problemas.
• Adoptan nuevas perspectivas y asumen riesgos en su planificación.
Para la adaptación:
• Manejan adecuadamente las múltiples demandas, reorganizan prontamente las prioridades y se adaptan rápidamente a los cambios.
• Adaptan sus respuestas y tácticas a las circunstancias cambiantes.
• Su visión de los acontecimientos es sumamente flexible.
Las competencia, emocionales de los directivos —es decir, su flexibilidad, capacidad de aceptar la nueva información (por más desagradable que ésta pueda ser) y una pronta capacidad de reacción sin caer en la defensa a ultranza de sus errores— resultan imprescindibles para superar aquellas situaciones en las que está en peligro la supervivencia de la empresa. Lo más frecuente, sin embargo, es la inercia organizativa , una inercia que hace que los ejecutivos interpreten erróneamente los signos que presagian los cambios —o bien teman asumir sus consecuencias— aun cuando éstos resulten ya evidentes.
La historia de la industria de la alta tecnología —tal vez la más versátil de todas— se halla plagada de casos de empresas cuya gestión no ha sido lo suficientemente ágil como para haberles permitido adaptarse a los cambios que se han producido en el mercado. Un ingeniero que trabajaba en Wang Laboratories en 1980 —un verdadero año triunfal para la compañía en el que obtuvo unos beneficios de tres mil millones de dólares en ventas— y que seguía en la empresa cuando ésta quebró, confesaba que las causas del fracaso había que buscarlas precisamente en estas cifras: «Fui testigo directo del modo en el que el triunfo contribuye a alimentar la arrogancia. Ya nadie escuchaba a los clientes ni a los empleados. Nos dormimos en los laureles y finalmente acabamos viéndonos superados por nuestros competidores».
Manual de Inteligencia Emocional
La única constante es el cambio
La capacidad de adaptarse, pues, a las fluctuaciones constantes del mercado constituye una faceta indiscutible de la competitividad de cualquier tipo de empresa.
La única constante en el mundo laboral de hoy en día es el cambio . «Solemos ser muy estrictos en nuestro modus operandi —me comentaba la persona encargada de contratar la publicidad de una importante publicación—. Teníamos que seguir el manual paso a paso, primero la A, luego la B, después la C, más tarde la D etcétera, pero ahora tomamos las decisiones por nosotros mismos. No existe ninguna fórmula que nos diga cómo debemos hacer las cosas sino que trabajamos en equipo y asumimos los riesgos que ello comporta. El ambiente ha cambiado por completo, pero este nuevo modo de proceder ha provocado que algunas personas se hallen completamente perdidas y estén atravesando momentos realmente difíciles.»
Las personas poco adaptables se ven asaltadas por el miedo, la ansiedad y un profundo malestar personal cuando deben afrontar algún cambio. Son muchos los ejecutivos que tienen serios problemas para adaptarse al nuevo estilo consistente en delegar la responsabilidad y diversificar la toma de decisiones por toda de empresa. Como me explicaba un ejecutivo de Siemens AG, el complejo industrial alemán: «Las personas se aferran a los viejos hábitos autoritarios pero el nuevo modelo trata, por el contrario, de que cada uno asuma sus propias decisiones, delegando así las responsabilidades a instancias cada vez más próximas a los clientes. Pero cuando las cosas no funcionan bien y, por ejemplo, la productividad desciende durante un mes, algunos directivos son presa fácil del pánico, caen nuevamente en el viejo estilo y tratan de volver a ejercer un control férreo, socavando así el nuevo estilo de acción».
No obstante, si alguna competencia resulta necesaria en nuestro tiempo es la capacidad de adaptación. Las personas que destacan en esta competencia disfrutan con los cambios y saben sacar provecho de la innovación. Son personas que permanecen abiertas a los nuevos datos y que, al igual que el equipo directivo de Intel del que antes hablábamos, pueden renunciar a sus antiguas creencias y adaptarse a los nuevos tiempos. No les molesta la incertidumbre que suele provocar lo nuevo o lo desconocido y se hallan siempre dispuestos a arriesgarse y buscar nuevas formas de hacer las cosas. La adaptabilidad requiere la flexibilidad necesaria para considerar una determinada situación desde perspectivas muy diferentes. Pero también exige de la fortaleza emocional que nos permita estar cómodos con la inseguridad y permanecer en calma ante lo inesperado. Otra competencia que fomenta la adaptabilidad es la confianza en uno mismo , especialmente la seguridad, que nos permite ajustar rápidamente nuestras respuestas e incluso abandonar sin reservas nuestros presupuestos anteriores en el caso de que la realidad así lo exija.
La apertura al cambio propia de la adaptabilidad está también ligada a otra competencia cada vez más valorada: la innovación .
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1. Innovación y la Inteligencia Emocional
La innovación implica la capacidad de generar nuevas ideas, procesos o productos que representen una mejora o cambio significativo. Este proceso puede ser desafiante, ya que a menudo está acompañado de incertidumbre, fallos y resistencias. La IE juega un papel fundamental en este sentido:
Cómo la IE favorece la innovación:
- Autoconciencia:
- Los innovadores emocionalmente inteligentes tienen un buen conocimiento de sus emociones, lo que les permite comprender cómo estas afectan su creatividad. Por ejemplo, la frustración o el miedo al fracaso pueden bloquear el pensamiento creativo, pero al ser conscientes de esas emociones, pueden manejarlas y seguir adelante con sus ideas innovadoras.
- Gestión emocional:
- El proceso de innovar a menudo involucra riesgos y la posibilidad de fracaso. La IE permite a las personas gestionar el miedo y la ansiedad asociados con estos riesgos. Los innovadores emocionalmente inteligentes pueden mantener la calma y continuar trabajando en sus ideas incluso cuando las cosas no van según lo planeado.
- Empatía:
- La empatía es clave para comprender las necesidades de los demás y anticipar cómo una innovación puede ser recibida o utilizada. Los innovadores que practican la empatía pueden diseñar productos o servicios que realmente resuelvan problemas o mejoren la vida de las personas, lo que aumenta la probabilidad de que la innovación tenga éxito.
- Motivación intrínseca:
- Los innovadores emocionalmente inteligentes suelen tener una fuerte motivación interna para crear algo nuevo, más allá de recompensas externas. Esta pasión y dedicación son cruciales para superar los obstáculos que surgen durante el proceso de innovación.
2. Adaptabilidad y la Inteligencia Emocional
La adaptabilidad es la capacidad de ajustarse a nuevas condiciones, desafíos o entornos. En un mundo cambiante y lleno de incertidumbre, la adaptabilidad es esencial tanto para el éxito personal como profesional. La IE facilita esta capacidad de adaptación al permitir a las personas gestionar sus emociones ante situaciones nuevas o inesperadas.
Cómo la IE favorece la adaptabilidad:
- Autoconciencia:
- La capacidad de reflexionar sobre las propias emociones ayuda a las personas a entender cómo sus reacciones emocionales pueden influir en su capacidad para adaptarse a nuevos entornos. Por ejemplo, si una persona se siente ansiosa ante un cambio, ser consciente de esta emoción puede permitirle manejarla mejor y adoptar una actitud más abierta.
- Gestión emocional:
- La adaptabilidad requiere gestionar las emociones frente a la incertidumbre y el cambio. Las personas con alta IE son más capaces de manejar el estrés y la frustración que pueden surgir cuando se enfrentan a situaciones nuevas o desafiantes, lo que les permite adaptarse rápidamente.
- Empatía:
- Ser empático con los demás también facilita la adaptación, ya que permite entender cómo los cambios afectan a otras personas y ajustar las estrategias en consecuencia. En un entorno de trabajo, por ejemplo, los líderes empáticos pueden guiar mejor a sus equipos a través de procesos de cambio.
- Habilidades sociales:
- La capacidad de construir relaciones y comunicarse de manera efectiva es esencial en momentos de cambio. Las personas adaptables a menudo se apoyan en su red de contactos y en la colaboración con los demás para superar los desafíos de la adaptación.
- Flexibilidad cognitiva:
- La IE también fomenta la flexibilidad cognitiva, que es la capacidad de cambiar de pensamiento y enfoque cuando es necesario. Las personas emocionalmente inteligentes son capaces de ver las situaciones desde diferentes perspectivas, lo que les permite encontrar soluciones innovadoras y adaptarse mejor a los cambios.
3. La Sinergia entre Innovación y Adaptabilidad
La innovación y la adaptabilidad no son procesos aislados, sino que se refuerzan mutuamente. En un entorno dinámico, la capacidad de adaptarse a los cambios es crucial para mantener la innovación. Al mismo tiempo, la innovación impulsa la necesidad de adaptabilidad, ya que los nuevos enfoques o soluciones requieren ajustes en las personas, equipos y organizaciones.
Ejemplos de cómo la IE potencia la relación entre innovación y adaptabilidad:
- Innovación en el entorno laboral: Las empresas que promueven una cultura de innovación deben estar dispuestas a adaptarse rápidamente a las ideas nuevas. Los líderes que poseen IE pueden motivar a sus equipos a abrazar el cambio, incluso cuando la innovación desafíe las formas tradicionales de hacer las cosas.
- Cambio organizacional: En procesos de transformación organizacional, las personas con alta IE son más capaces de liderar el cambio y apoyar a otros en la adaptación. Su capacidad para gestionar las emociones durante el proceso de cambio hace que las transiciones sean más fluidas y exitosas.
- Adaptación a nuevos mercados: Cuando una empresa lanza una innovación en un nuevo mercado, la adaptabilidad es crucial para ajustarse a las nuevas demandas o comportamientos de los consumidores. Los innovadores emocionalmente inteligentes son capaces de detectar rápidamente estas señales y ajustar sus estrategias para alinearse con el mercado.