HISTORIA DEL MAQUILLAJE
Siglo XX
– Los cosméticos encontraron en la industria comercial un crecimiento
– sustancial.
– Las carteras se vendían con artículos cosméticos.
– El lápiz labial y las máscaras de pestañas de Helena Rubinstein irrumpieron
– en el mercado.
– Max Factor – maquillaje para cine.
1910 – 1919
– Polvos compactos de Helena Rubinstein. Más naturales, pero sigue muy pálida.
– Por la guerra sólo labios rojos y vaselina en los párpados.
– Fin de la guerra color oscuro en todo el párpado forma redonda.
– Cejas hilo y extendidas.
– Labios en rojo intenso en forma de botón, se pierden los bordes.
– Rubor rosa en pómulo alto.
– Pelo corto.
1920 – 1929
– La mujer se descubre.
– Usan vestuarios mostrando brazos y piernas.
– Aparecen las primeras barras labiales.
– El Kohl reapareció y nuevamente usaron máscara de pestañas.
– Sombras negras y moradas y delineados gruesos por arriba y abajo del ojo.
– Ojos grandes y almendrados.
– Cejas negras y sobre extendidas.
– Boca de corazón.
1930 – 1939
– Al contrario que los años 20 el maquillaje en los 30 intentaba mostrar la belleza de la cara más que disfrazarla.
– La imagen era todo, una forma de escapar a la tristeza de la depresión.
– Cejas en semicírculo.
– Sombras doradas, plateadas combinadas con azules y violetas.
– Uso de la máscara de pestañas y de las pestañas postizas.
– Rubor se difumina.
– Boca arco de Cupido rojos y granates oscuros.
– Delineado negro.
1940 – 1949
– Con la guerra todo se hizo escaso incluyendo los maquillajes.
– Los avisos les informaban a las mujeres que ahorraran en maquillaje y lo dejaran sólo para ocasiones especiales.
– Las pestañas postizas se hicieron populares.
– Las mujeres dibujaban la línea de las medias con lápiz negro de cejas.
– Delineado en negro.
– Rubor muy suave en café.
1950 – 1959
– Dejando la Guerra atrás la economía creció.
– La mujer tomó el tradicional look elegante.
– Labios y ojos eran los mayores puntos de énfasis cosmético.
– Con una base pesada, ojos delineados delgadamente, cejas cuidadosamente depiladas.
– Cejas anchas pero definidas.
– Delineado superior con terminación ascendente.
– Sombras claras.
– Rubor en café.
– Boca en rojo contornos redondeados.
1960 – 1969
– Hippies: El maquillaje tomó un espíritu más libre.
– Labios blancos o morados.
– Delineado estilo egipcio.
– Imágenes de fantasía como mariposas se pintaban en la cara.
– Sombras de colores.
– Los productos cosméticos basados en ingredientes botánicos crecieron en popularidad.
– Cejas muy depiladas.
1970 – 1979
– La mujer podía cambiar el maquillaje de un extremo a otro en un mismo
– día.
– Natural y fresco en el trabajo y pesado y colorido en las tardes.
– Sombras iridiscentes y Lip-gloss llegaron al mercado para quedarse.
– Obsesión por el cutis moreno.
– La década del mal gusto, mezcla punk con los 60.
1980 – 1989
– Los videos musicales fueron introducidos lo que dio a las compañías
– cosméticas un nuevo mercado para promover sus productos.
– Colores no tan naturales como: rosado, púrpura y naranja podían verse en rostros y pelos.
– Delineado dentro del ojo colores verdes, azules y morados.
– Profundidad invertida.
1990 – 1999
– Amplia gama de looks.
– Desde looks naturales y limpios hasta colores brillantes y Glitter.
– Un look popular era ojos negros con labios claros.
– Delinear los labios con un color oscuro y relleno con un gloss claro.
– Nuevas compañías cosméticas nacían anualmente dirigidas a jóvenes consumidores.
2000 ACTUALIDAD
– La Industria de la cosmética mueve muchos millones dominados por el
– pelo y productos para el cuidado de la piel
– Publicidad masiva en revistas y televisión
– Colores brillantes o looks naturales se encuentran en cualquier revista alrededor del mundo.
MAQUILLAJE PROFESIONAL
Maquillar el rostro no significa convertirlo en una máscara.
Se busca resaltar los puntos positivos y disimular los desfavorables.
¿Qué significa la palabra maquillaje?
Para muchas mujeres maquillarse quiere decir aplicarse productos cosméticos en la cara, pero el verdadero sentido del maquillaje es transformarte sin perder tu naturalidad, resaltar tus facciones más bonitas, sentirte guapa. La realización de un maquillaje va a crear una nueva expresión, dando luz y color. Cada maquillaje se realizará de forma diferente dependiendo de la personalidad y facciones
de cada cara, y tú misma debes crear tu propio estilo, en el cual no te veas extraña, ni te sientas incómoda. El maquillaje suele compararse muchas veces con una máscara, sin tener en cuenta que su finalidad es ante todo resaltar los puntos positivos del rostro y disimular los desfavorables. Examina detenidamente el rostro, analizando cuales son los puntos que deseas destacar y cuales minimizar. Para ello escoge un lugar bien iluminado, evitando la luz blanca, ya que resta tonalidades a la cara. Ve las facciones, analiza la textura de tu cutis y descubre como sacarle partido al rostro con los cosméticos adecuados. Maquíllate siempre de acuerdo con la hora del día o de la noche y el tipo de actividad a la cual te vayas a dedicar.
Reglas básicas para un buen maquillaje
Lo fundamental para realizar un buen maquillaje es poner la técnica y los conocimientos de la estética al servicio de cada rostro, de forma que parezca que el maquillaje ha sido creado exclusivamente para él.
Ten presente que lo que debe tomar en cuenta antes que nada para que tu maquillaje quede a la perfección es:
1. Tu edad
2. La forma de tu rostro
3. La armonía
La moda es también importante en el proceso de decisión del maquillaje, ya que influye mucho sobre él, aunque quizá las novias luzcan mucho mejor y más naturales si se arreglan de una forma más clásica, sin dejarse llevar tanto por la moda.
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Antiguas Civilizaciones (Egipto, Grecia, Roma)
El maquillaje tiene sus raíces en las antiguas civilizaciones. En Egipto, el maquillaje era una parte integral de la vida diaria y no solo de la realeza, sino también del pueblo común. Los egipcios usaban kohl (un polvo negro) para delinear los ojos, al igual que para oscurecer las cejas. Las mujeres también aplicaban henna en las uñas y en el cabello, y usaban pigmentos de colores para dar vida al rostro.
Los egipcios no solo lo usaban con fines estéticos, sino también como protección solar, ya que el kohl ayudaba a proteger los ojos de la luz intensa del sol. Cleopatra, por ejemplo, es famosa por su uso del maquillaje dramático, especialmente en los ojos, con delineados oscuros.
En la Grecia clásica y la Roma antigua, el maquillaje se utilizaba principalmente para embellecer la piel. Las mujeres romanas usaban blanco de plomo (toxico) para aclarar su piel, que era un signo de estatus, ya que simbolizaba que no trabajaban al aire libre. Los colores en los ojos y las mejillas eran suaves, y las mujeres también aplicaban tintes a los labios. El uso del maquillaje estaba a menudo vinculado al estatus social y se consideraba una forma de belleza refinada.
Edad Media
Durante la Edad Media, especialmente en Europa, el uso del maquillaje se redujo considerablemente debido a la influencia de la Iglesia, que promovía la idea de la modestia y naturalidad. Se consideraba que el maquillaje era un acto de vanidad y las mujeres eran vistas como «pecadoras» si usaban cosméticos. Sin embargo, algunas mujeres todavía usaban maquillajes suaves para blanquear su piel, especialmente las de la clase alta, para mantener la apariencia de juventud y pureza.
Renacimiento
El Renacimiento trajo consigo un regreso al interés por el arte, la estética y la belleza personal. El maquillaje comenzó a usarse más abiertamente, y las mujeres de las clases altas usaban cosméticos como base blanca (hecha de plomo y vinagre), coloretes rojos en las mejillas y los labios. En este período, también se utilizaban ingredientes naturales como polvos de arroz, leche de almendras y aceites esenciales.
Las mujeres de la época también solían depilarse las cejas para obtener una frente más alta y prominente, lo cual era considerado bello.
Siglos XVII y XVIII
Durante los siglos XVII y XVIII, el maquillaje pasó por una gran exageración, especialmente en Francia, donde la realeza y la aristocracia impulsaron un estilo de vida muy glamoroso. La corte de Luis XVI y María Antonieta son emblemáticas de este estilo. En esta época, se usaban pinturas blancas para la cara, pómulos rosados y lábios rojos. Las pelucas grandes y empolvadas también fueron populares, y el maquillaje de ojos se hacía más elaborado.
La base de plomo seguía siendo utilizada, a pesar de ser peligrosa para la salud. Además, las pestañas postizas y los pómulos contorneados eran ya tendencias en esa época.
Siglo XIX
A lo largo del siglo XIX, el maquillaje se volvió más moderado, con un enfoque en la belleza natural. Durante esta época, se introdujeron los productos cosméticos modernos, como los polvos compactos y el lápiz labial. Los colores eran más suaves, y las mujeres buscaban un acabado más natural y discreto. La moda era resaltar la belleza sin parecer artificial.
El maquillaje en el siglo XIX estaba especialmente relacionado con el contexto de la clase social. Las mujeres de la alta sociedad eran las que generalmente utilizaban cosméticos. A lo largo de este siglo, las mujeres comenzaron a maquillarse de manera más accesible, y los productos cosméticos comenzaron a venderse de forma masiva.
Principios del Siglo XX
En el siglo XX, el maquillaje se popularizó y se hizo accesible para muchas mujeres gracias al desarrollo de la industria cosmética. Helena Rubinstein y Elizabeth Arden fueron pioneras en el campo, creando marcas y líneas de productos que se distribuían ampliamente.
La Era del Cine en la década de 1920 tuvo una gran influencia en el maquillaje social. Las actrices como Clara Bow y Theda Bara marcaron tendencias con sus labios oscuros y ojos dramáticos, inspirando el maquillaje más marcado y expresivo que se utilizaría en los años posteriores. Durante los años 30 y 40, el maquillaje seguía influenciado por el cine y las estrellas de Hollywood. El labio rojo se convirtió en un emblema de la feminidad, y las cejas eran bien definidas, a menudo arqueadas.
Años 50-60
En la década de 1950, el maquillaje social fue más suave y elegante. Las celebridades como Marilyn Monroe y Audrey Hepburn establecieron tendencias con looks frescos, con piel radiante y natural, ojos ligeramente delineados y labios rojos. La feminidad era la clave, y el maquillaje se utilizaba para resaltar la belleza natural de las mujeres.
En los años 60, el maquillaje se volvió más audaz con el auge del maquillaje de ojos dramáticos, inspirado por la estética de Twiggy, la famosa modelo británica. Las pestañas postizas y los ojos delineados fueron una gran tendencia.
Finales del Siglo XX y principios del XXI
A finales del siglo XX, el maquillaje social se modernizó aún más, con el acceso a nuevos productos de alta tecnología y mejores formulaciones. La base de maquillaje, el rubor, las sombras y los labiales adquirieron una mayor gama de colores y opciones. Los productos de maquillaje de larga duración y resistente al agua se hicieron muy populares.
A medida que el maquillaje social evolucionó hacia el siglo XXI, el maquillaje natural comenzó a ser una tendencia prominente, especialmente entre las generaciones más jóvenes, buscando looks más frescos y saludables, con un enfoque en el cuidado de la piel.