Graficos de Mapas de Bits

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Gráficos de mapas de bits

Una retícula de píxeles
En términos generales existen dos formas de codificar digitalmente la información
gráfica, que dan lugar a dos tipos de gràficos: los llamados mapa de bits y los gráficos
vectoriales.
En los gráficos de mapa de bits la información se almacena punto por punto, dividiendo
la imagen en casillas cuadradas formando una especie de retícula. Cada casilla es un
píxel y de él se conoce su posición y se le asigna un valor correspondiente a su color. No
se registra geométricamente la forma de la imagen, ésta será percibida cuando se
muestre cada píxel en la retícula. Se trata del mismo sistema que hemos explicado para
la digitalización del gráfico a través los escáneres y las cámaras digitales. El número de
bits usados para la codificación del gráfico determina el número máximo de colores que
puede tener cada píxel. El tamaño de la retícula determina la calidad (resolución) de la
imagen.

Resolución de la imagen

La resolución de una imagen es el número de unidades gráficas por unidad de
superficie.
En una imagen impresa es el número de puntos por unidad de superficie. En una imagen
digital es el número de píxeles por unidad de superficie.
Como se ha explicado, un píxel (abreviatura de Picture Element) es la unidad básica de
una imagen digital de mapa de bits. Distingue el elemento mínimo sobre el que
podemos definir el color. No tiene nada que ver con alguna medida del mundo físico.
Podemos decir que el píxel es una unidad de división de la imagen sin un tamaño real
concreto.
Con unidad de superficie sí nos referimos a medidas del mundo físico. Podemos usar los
centímetros pero, por influencia de la cultura anglosajona, solemos usar las pulgadas.
Una pulgada es pues una unidad de medida física del sistema imperial británico de
medidas que corresponde a 2,54 centímetros (o 25,4 milímetros) del sistema métrico
decimal.
La resolución de una imagen digital suele expresarse en píxeles por pulgada (abreviado
como ppp) –pixels per inch (ppi) en inglés–. ¿Cuantos píxeles hay en ese recuadro de una
pulgada? Depende de la resolución de entrada dada: escaneado, cámara digital, imagen
creada o modificada en el programa de gráficos. Cuantos más píxeles haya en una
pulgada, más pequeños serán y mejor será la calidad y la definición (detalle) de la
imagen resultante (mayor resolución).
Resolución e impresión
Del mismo modo que procuramos que una imagen no aparezca en su salida por pantalla
pixelada, resulta igualmente importante que tampoco se obtenga su impresión final
pixelada o falta de nitidez. Este objetivo, sin embargo, resulta más crítico en impresión
porque debemos controlar varios tipos de resolución para garantizar una impresión
óptima. Así, para una impresión de un original digital, tal como se contempla
actualmente en las artes gráficas, debemos gestionar tres tipos diferenciados de
resolución, que no son excluyentes sino dependientes entre sí:
• Resolución de entrada o digitalización: corresponde al número de píxeles por
pulgada de una imagen, establecida al ser captada por un dispositivo de
digitalización como el escáner o la cámara fotográfica digital. La unidad de
resolución de este parámetro son los píxeles por pulgada (ppp). Esta resolución
corresponderá con la resolución digital de la imagen en su tratamiento a través
de una aplicación para la edición gráfica.
• Resolución de filmación: concepto bastante complejo, y únicamente necesario
para la impresión convencional y por tanto, excluyente para la impresión digital,
que fundamentalmente parametriza los puntos (conocidos como spots) por
pulgada que puede exponer un dispositivo de filmación al generar el fotolito o la
impresora para impresión offset, rotográfica, flexográfica o serigráfica. Para
diferenciar esta resolución de la digital que utiliza la unidad ppp, acompañamos
el valor de la resolución de filmación de la expresión anglosajona dpi (dots per
inch, es decir, puntos por pulgada). Esta resolución determinará, en definitiva, si
es posible o no filmar a la lineatura de impresión final deseada.
• Lineatura de impresión: corresponde al número de puntos de impresión por
unidad métrica cuadrada del soporte y se mide mediante la unidad lpp (líneas
por pulgada) o lpc (líneas por centímetro). Así 150 lpp corresponden a 60 lpc. A
mayor número de líneas de puntos por pulgada o centímetro, imprimiremos
más puntos, lógicamente de menor diámetro, con lo que la impresión ganará en
detalle, definición y rango cromático. Sin embargo, la lineatura máxima, en lpp o
lpc, estará limitada tanto por las condiciones de máquina y soporte, como por la
capacidad de exposición de la filmadora (dpi). Tal y como hemos comentado
anteriormente, la lineatura, en última instancia, determinará la resolución
digital puesto que esta corresponderá a la lineatura multiplicada por el factor de
reproducción.
En el ámbito de la producción impresa, la resolución digital a utilizar depende de varios
factores:
• dimensiones de la impresión final;
• sistema de impresión, ya sea digital o convencional. Dentro de este último
grupo, según sea offset, huecograbado, flexografía o serigrafía;
• soporte de impresión final.
En cuanto a las dimensiones, será necesario multiplicar la resolución de impresión
correspondiente por un índice matemático, conocido como factor de reproducción. Este
factor resulta del cociente entre las respectivas dimensiones finales y las del original,
siempre que sean proporcionales, como sigue:
Factor de reproducción =
Altura final / altura original =
Anchura final / anchura original
En cuanto al sistema de impresión, si trabajamos para impresión digital podemos
convenir que una resolución digital estandarizada en torno a 300 ppp puede ser
suficiente (factor de reproducción aparte). Si por el contrario trabajamos para impresión
convencional, deberemos aplicar la siguiente fórmula genérica:
Resolución digital =
Lineatura del sistema de impresión × factor de calidad
La lineatura del sistema de impresión será la densidad de trama que utiliza tal sistema,
determinada por sus condiciones de máquina y por el soporte final. Así pues, varía para
cada sistema de impresión y soporte utilizado.
Por lo que respecta al factor de calidad de la fórmula, podemos establecerlo de forma
genérica y para facilitar también el cálculo de la resolución en 2.
Así pues, por ejemplo, para una impresión estándar en offset (sistema de impresión
convencional de mayor cuota de mercado) sobre papel offset que trabaja con una
lineatura de 150 lpp (líneas por pulgada o lines per inch), estableceremos una resolución
digital de 300 ppp para el original a imprimir, como resultado de la fórmula mencionada
(150 lpp × 2).

Resolución de pantalla
La resolución de pantalla determina la calidad de las imágenes que se representan en el
monitor.
La resolución de una pantalla viene determinada por la cantidad de píxeles que puede
representar en una unidad de superficie. Así, si tomáramos un recuadro de 1×1 pulgada
de un monitor y contáramos los píxeles que hay en él podríamos determinar su
resolución.
Una imagen, pongamos por ejemplo de 400 x 300 píxeles, veremos que ocupará la
misma memoria y se mostrará al mismo tamaño en un navegador web tanto si se ha
definido una resolución de 72ppp como si se ha definido de 300ppp. ¿Por qué?
Pues porque lo importante en pantalla no es la relación (ppp) píxeles/pulgada definida
en la propia imagen sino las propias dimensiones que se han dado a la imagen (píxeles
de ancho x píxeles de alto) y la resolución que hemos elegido en nuestro sistema
operativo así como el tamaño físico del monitor donde visualizamos dicha imagen.
Ejemplo de resolución de pantalla
Una imagen de 800×600 píxeles ocupará toda la pantalla si hemos elegido 800×600
como resolución en las preferencias del sistema operativo. Tanto en una pantalla de 14″
como en una de 17″ como en una de 19″. La diferencia es que en la pantalla de 19″
físicamente la imagen se verá más grande puesto que cada píxel será de mayor tamaño
(ocupará más espacio en la superficie de la pantalla). Si cambiamos la resolución de
800×600 a 1024×768 píxeles o más esa imagen de 800×600 ya no ocupará toda la
pantalla, sólo ocupará una parte.
Por lo tanto, lo importante en las imágenes que se muestran en pantalla no es la
resolución (ppp) sino el tamaño (píxeles de alto por píxeles de ancho) que determina su
calidad, ya que con más píxeles puede representarse mejor un elemento gráfico. Algo
que queda claro si pensamos en una fotografía. Aún así el diseñador no puede controlar
el tamaño físico en el que se va a mostrar ese tamaño en píxeles. Es el usuario quien, a
través de la configuración de su equipo, tiene el control final de su experiencia.

 

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