Fases del Coaching

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Fases del Coaching

 

Fases de un proceso de Coaching

La mayoría de los programas de desarrollo de personas comparten aspectos, como la necesidad de conocer la organización y elaborar un programa ad hoc a sus necesidades, establecer una meta última de desarrollo tanto individual como organizacional, pero son sus características particulares las que definen la propia identidad de cada programa de coaching. En términos generales, las fases de un proceso de Coaching son las siguientes:

1. Análisis de la Organización
2. Planificación del Programa
3. Evaluación
4. Devolver información de la evaluación
5. Diseño con el coach de un plan de acción individualizado
6. Puesta en Marcha del plan de acción: la práctica
7. Sesiones de Seguimiento
8. Evaluaciones periódicas

Análisis de la Organización

Para iniciar un proceso de coaching, al coach le resulta necesario conocer todo un conjunto de aspectos de la organización tales como su cultura, el estilo de dirección; el ajuste entre las políticas de RR HH y las políticas de la Organización; el tipo de estructura organizativa; el clima laboral. En las primeras sesiones con el cliente que demanda o al que se le ofrecen acciones de coaching, es muy importante clarificar cuáles son las expectativas, los objetivos y los resultados que se pretenden conseguir al implantar dichas acciones.

El lema “en búsqueda de la excelencia” puede ser uno de los principales corolarios de la puesta en marcha de un proceso de coaching ejecutivo. La excelencia no sólo para el directivo sino también como señal de identidad de su propia organización.

Organizaciones heteronómicas vs. Organizaciones liberadoras

En función del tipo de organización y el perfil de sus miembros se producen distintas. Es evidente que para implantar con éxito acciones de coaching la tipología de la empresa cliente debe ser liberadora, pues sólo en este caso, su equipo directivo confiará en los beneficios que la implantación de programas de coaching puede proporcionar a la empresa.

El objetivo del coaching, en términos generales, es facilitar el desarrollo de todo un conjunto de competencias y habilidades que permitan una mejor adaptación al cambio. Es un hecho que tanto las personas como las organizaciones, como entes vivos, están inmersas en procesos de cambio continuo.

También la organización debe tener claras cuáles son las características que garantizan un proceso de coaching efectivo, correcto, y bien orientado hacia las metas establecidas. Las características de este proceso deben ser:

• Objetividad, un proceso centrado en comportamientos observables, competencias clave y relevantes para el desempeño del puesto que ocupa o va a ocupar el coaching.

• Estar dirigido hacia la búsqueda de una mayor eficacia.

• Mejorar las relaciones entre personas.

• Desarrollar la humildad, entendida como el mayor acto de coraje, que implica darse, servir a los empleados, a la organización.

• Lograr el equilibrio, tanto entre las fortalezas y debilidades del coachee, como entre su desarrollo personal y profesional.

• Generar autorresponsabilidad, asumiendo de forma activa el propio desarrollo.

 

Metodología. Dimensiones del Coaching

El proceso de Coaching tiene tres esferas vinculadas pero diferentes entre sí:

1. Comportamientos de Apoyo. Incluyen atender, requerir, reflexionar, afirmar, etc. Estos comportamientos ayudan a crear un medio conductivo y a fortalecer la relación. Este tipo de comportamientos constituyen el fundamento del Coaching, crean la confianza y el respeto necesario para que el proceso sea efectivo.

2. Comportamientos de Desafío. Tienen que ver con confrontar, reformar, dar nuevas visiones y energizar. Estas conductas ayudan a la persona a moverse hacia delante, a avanzar, crecer y desarrollarse. En este tipo de conductas, el coach ofrece la estructura para la acción que va a realizarse.

3. Comportamientos de Evaluación. Estos comportamientos se componen de las conductas relativas a las actividades analíticas de recopilación de datos, análisis, establecimiento de metas y sistemas de medidas. El comportamiento de medición proporciona al proceso objetividad, feedback y disciplina.

 

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1. Fase de Establecimiento de la Relación (Contrato de Coaching)

La primera fase del coaching es establecer una relación sólida entre el coach y el coachee. En esta etapa se realiza una evaluación inicial y se establecen las bases para trabajar juntos. Algunos aspectos clave de esta fase incluyen:

  • Construcción de confianza: Es fundamental que el coachee se sienta cómodo y confiado con el coach.
  • Definición del acuerdo: El coach y el coachee acuerdan cómo será el proceso de coaching, la frecuencia de las sesiones, y los objetivos que se quieren alcanzar.
  • Clarificación de expectativas: Ambas partes discuten qué esperan obtener del proceso de coaching.
  • Confidencialidad: El coach debe garantizar que todo lo que se discuta será confidencial, creando un entorno seguro y abierto para el coachee.

2. Fase de Exploración (Diagnóstico y Evaluación)

En esta fase, el coach comienza a conocer al coachee a fondo, explorando sus pensamientos, emociones, creencias, valores y comportamientos. El objetivo es identificar las áreas clave que necesitan desarrollo y entender el contexto y las dificultades que enfrenta el coachee. Las actividades clave en esta fase incluyen:

  • Exploración de metas y desafíos: Se clarifican los objetivos a largo y corto plazo del coachee y se identifican los obstáculos que puedan estar limitando su progreso.
  • Autoconocimiento: El coachee toma conciencia de sus fortalezas, debilidades, creencias limitantes y patrones de comportamiento.
  • Evaluaciones: El coach puede utilizar herramientas de diagnóstico, como cuestionarios o entrevistas, para profundizar en la comprensión del coachee.

3. Fase de Definición de Objetivos y Planificación

Una vez que se ha comprendido la situación y las áreas de oportunidad del coachee, la siguiente fase es definir de manera clara y específica los objetivos que se quieren lograr. En esta fase, se establecen planes de acción para alcanzar esos objetivos. Las actividades clave son:

  • Establecimiento de metas SMART: Las metas deben ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y limitadas en el tiempo.
  • Desarrollo de un plan de acción: Se crea un plan estructurado y detallado que indique los pasos a seguir, las tareas a realizar y los plazos.
  • Identificación de recursos y habilidades: Se identifican los recursos, apoyos y habilidades necesarios para lograr los objetivos establecidos.

4. Fase de Acción (Implementación)

En esta fase, el coachee comienza a tomar acción para alcanzar sus objetivos. El coach apoya al coachee en la ejecución de los pasos definidos en el plan de acción y en la superación de los obstáculos que surjan. Las actividades clave son:

  • Ejecutar el plan de acción: El coachee comienza a realizar las tareas, aplicar nuevas estrategias y cambiar comportamientos.
  • Monitoreo y seguimiento: El coach realiza un seguimiento cercano del progreso del coachee, asegurándose de que se están alcanzando los hitos y que se están implementando los cambios necesarios.
  • Ajustes y adaptaciones: Si es necesario, se ajusta el plan de acción según los desafíos que surjan o nuevas oportunidades que aparezcan.

5. Fase de Reflexión (Evaluación y Retroalimentación)

A medida que se avanza en el proceso, es importante reflexionar sobre los logros alcanzados y aprender de las experiencias. Esta fase es crucial para medir el impacto del coaching y asegurar que los cambios sean duraderos. Las actividades clave incluyen:

  • Evaluación del progreso: El coach y el coachee revisan los avances en relación con las metas iniciales y determinan si se han logrado los resultados deseados.
  • Reflexión sobre aprendizajes: El coachee reflexiona sobre lo que ha aprendido durante el proceso y cómo ha cambiado su perspectiva.
  • Retroalimentación: El coach proporciona retroalimentación constructiva sobre el desempeño del coachee y celebra los logros alcanzados.

6. Fase de Cierre (Cierre del Proceso de Coaching)

La fase final implica la finalización del proceso de coaching, donde se revisa el progreso general y se asegura que el coachee ha alcanzado los objetivos establecidos. También se preparan para la autonomía futura. Las actividades clave son:

  • Evaluación final: Se realiza una evaluación completa de lo logrado durante el proceso.
  • Revisión de logros y desafíos: El coach y el coachee revisan las metas alcanzadas y las áreas que aún podrían necesitar trabajo.
  • Plan de sostenibilidad: Se define un plan para que el coachee continúe trabajando de manera independiente hacia sus objetivos, aplicando lo aprendido.
  • Cierre de la relación de coaching: El coach y el coachee concluyen su relación formal, con la posibilidad de seguir en contacto para futuras consultas si es necesario.

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