EL ARTE DE LA CREACIÓN DE REDES

En aquellos campos en los que la actividad laboral no se halla circunscrita a una determinada empresa sino que depende de la capacidad de establecer relaciones breves e intensas —como ocurre, por ejemplo, en el mundo del espectáculo—, la clave del éxito radica en la habilidad de crear redes. En opinión de algunos, esta pauta terminará extendiéndose, en los próximos años, a la mayor parte de los ámbitos laborales. En una realidad tan fluida en la que se crean organizaciones provisionales que terminan disolviéndose una vez concluido el proyecto que les dio origen, la clave del éxito no depende tanto de para quién se ha trabajado como de con quién se ha trabajado y con quién se sigue todavía en contacto.
Las redes de contactos constituyen una especie de capital personal. El adecuado éxito de nuestro trabajo depende, en mayor o menor medida, de una red configurada por otras personas. Aunque pueda parecer que uno tiene el control de su propio trabajo, como dijo cierto ejecutivo: «hay centenares de personas, además de mis subordinados inmediatos, sobre las que no tengo control alguno y que pueden influir en mi rendimiento laboral, y, de entre todas ellas, tal vez haya un par de decenas que son realmente esenciales». Una de las virtudes del establecimiento de relaciones tiene que ver con la buena disposición y confianza que generan. Los jefes más eficaces son auténticos maestros en el cultivo de este tipo de
relaciones, cosa que no ocurre con los demás. Y las relaciones son especialmente importantes para poder ascender en una organización, ya que constituyen los eslabones que permiten conocer las habilidades de las distintas personas.
Estas redes pueden ser bastante diferentes a las amistades que cultivamos por mero placer. En este sentido, el establecimiento de una red de relaciones tiene un motivo, son amistades con un propósito. De este modo, las personas diestras en establecer redes suelen combinar su vida privada con su vida profesional, algo que exige claridad y disciplina para no acabar mezclando la vida privada con la agenda laboral.
Las personas tímidas, introvertidas y solitarias son, obviamente, pobres en el cultivo de este tipo de relaciones. Y quienes se limitan a aceptar las invitaciones que les hacen pero no responden del mismo modo o limitan su conversación a las cuestiones laborales, hacen muy poco por ampliar su red de relaciones.

Manual de Inteligencia Emocional

Otro error muy común consiste en el hecho de proteger en demasía el tiempo o la agenda de trabajo, rechazando las oportunidades que se presentan para colaborar o trabajar en equipo, con el resultado de terminar despertando el resentimiento y una red de relaciones muy superficial. Pero quienes no saben decir «no» cuando alguien solicita su ayuda corren el riesgo de poner en peligro su propio trabajo. Los trabajadores «estrella» son capaces de cumplir con su cometido al tiempo que ayudan a compañeros cuidadosamente elegidos, forjando, por así decirlo, deudas de compromiso con personas que pueden resultar cruciales en algún momento.
El rapport es central para el establecimiento de relaciones sólidas y provechosas. A fin de cuentas, el rapport se establece en torno a la empatía y suele aparecer de manera natural en el curso de cualquier conversación casual en torno al cónyuge, los hijos, el deporte y las cuestiones de la vida misma. Finalmente, el establecimiento de una estrecha amistad laboral consolida una alianza, una relación con la que generalmente puede contarse. Las personas muy hábiles en el establecimiento de relaciones como, por ejemplo, Katzenberg o Doerr, disponen de la posibilidad de recurrir a una amplia —y siempre creciente— red de amistades.

COLABORACIÓN Y COOPERACIÓN

Trabajar con los demás en la consecución de objetivos compartidos.
Las personas dotadas de esta competencia.
• Equilibran el centramiento en la tarea con la atención a las relaciones.
• Colaboran y comparten planes, información y recursos.
• Promueven un clima de amistad y cooperación.
• Buscan y alientan las oportunidades de colaboración.

Todos a una
Hasta quienes suscriben la ideología implacable de que el mundo de los negocios es una guerra y no perciben el menor interés en cultivar un clima más humano, harían bien en considerar los posibles beneficios que se derivan del cultivo del esprit de corps característico de las organizaciones militares. En este sentido, la comprensión profunda de lo que hace que una unidad funcione bien, sea eficaz, mantenga elevada la moral y pueda sobrevivir en condiciones de presión extrema son los vínculos emocionales.

CAPACIDADES DE EQUIPO

Creación de una sinergia laboral enfocada hacia la consecución de objetivos colectivos.
Las personas dotadas de esta competencia:
• Alientan cualidades grupales como el respeto, la disponibilidad y la cooperación
• Despiertan la participación y el entusiasmo
• Consolidan la identidad grupal, el esprit de corps y el compromiso
• Cuidan al grupo y su reputación, y comparten los méritos

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¿Cómo influye la inteligencia emocional en la creación de redes?

1. Autoconciencia: La base de un buen networking comienza con el autoconocimiento. Para crear conexiones significativas, es fundamental ser consciente de tus propias emociones, fortalezas, debilidades y cómo te presentas a los demás. La autoconciencia te permite proyectar una imagen auténtica y genuina, lo que genera confianza en tus interacciones.
   • Ejemplo práctico: Antes de asistir a eventos de networking, reflexiona sobre tus emociones y expectativas. ¿Estás ansioso o emocionado? Ser consciente de tu estado emocional te ayudará a manejar mejor las interacciones.
2. Autogestión emocional: La capacidad de regular tus emociones en situaciones de interacción social es clave. El networking a menudo puede ser estresante o generar ansiedad, especialmente en entornos desconocidos o con personas influyentes. Mantener la calma, la confianza y la flexibilidad emocional te permitirá actuar con mayor eficacia y construir mejores conexiones.
   • Ejemplo práctico: En lugar de permitir que la ansiedad te paralice en una reunión o evento, utiliza técnicas como la respiración profunda o el control del lenguaje corporal para proyectar calma y seguridad.
3. Empatía: La empatía es esencial en la creación de redes emocionales inteligentes. Al comprender las emociones, necesidades y perspectivas de las personas con las que interactúas, puedes establecer relaciones más profundas y significativas. La empatía no solo facilita una mejor comunicación, sino que también demuestra que valoras a la otra persona, lo que fortalece el vínculo.
   • Ejemplo práctico: Durante las conversaciones, practica la escucha activa, prestando atención no solo a las palabras, sino también a las señales emocionales y no verbales de la otra persona.
4. Habilidades sociales y comunicación efectiva: Las habilidades sociales son fundamentales para construir y mantener redes sólidas. La capacidad de comunicarse de manera clara, asertiva y respetuosa permite que las interacciones fluyan mejor. Además, la inteligencia emocional ayuda a ajustar la comunicación según las emociones y el contexto social de la otra persona.
   • Ejemplo práctico: Utiliza preguntas abiertas que inviten a la otra persona a compartir más sobre sí misma. Esto no solo te permitirá conocer mejor a la otra persona, sino que también la hará sentir escuchada y valorada.
5. Motivación intrínseca: La motivación emocional para construir redes efectivas debe ir más allá de los intereses personales inmediatos. Un enfoque emocionalmente inteligente para la creación de redes implica buscar relaciones auténticas que aporten valor a ambas partes a largo plazo, en lugar de simplemente buscar beneficios inmediatos.
   • Ejemplo práctico: En lugar de enfocarte en cómo una persona puede ayudarte, pregúntate cómo puedes tú aportar valor a la relación. Este enfoque altruista a menudo lleva a relaciones más duraderas y valiosas.

Los beneficios de aplicar la inteligencia emocional en el networking:

1. Relaciones más profundas y duraderas: Cuando aplicas inteligencia emocional en la creación de redes, las relaciones que construyes suelen ser más auténticas y basadas en la confianza mutua. Las personas tienden a conectar más profundamente cuando sienten que son comprendidas y valoradas en un nivel emocional, no solo profesional.
2. Mayor capacidad para resolver conflictos: En el contexto de redes profesionales, es inevitable que surjan desacuerdos o tensiones. Las personas emocionalmente inteligentes están mejor equipadas para gestionar conflictos de manera constructiva, lo que fortalece la relación en lugar de deteriorarla.
3. Mejora de la reputación personal y profesional: Las personas que son emocionalmente inteligentes tienden a ser percibidas como más confiables, accesibles y colaborativas. Estas cualidades son altamente valoradas en el entorno profesional y pueden mejorar tu reputación, lo que a su vez facilita la creación de más redes y oportunidades.
4. Aumento de las oportunidades: Al construir redes basadas en relaciones emocionales auténticas, es más probable que las personas te incluyan en oportunidades futuras, como proyectos o colaboraciones, ya que sienten una conexión genuina contigo y saben que puedes ofrecer apoyo mutuo.

Estrategias para aplicar la inteligencia emocional en la creación de redes:

1. Crea conexiones auténticas: El networking emocionalmente inteligente implica crear relaciones genuinas, basadas en el interés mutuo. En lugar de enfocarte únicamente en lo que puedes ganar, preocúpate por conocer a las personas y comprender sus intereses, metas y emociones.
2. Busca puntos en común: La empatía también implica buscar áreas en las que compartas intereses o experiencias comunes con la otra persona. Esto no solo facilita la conexión inicial, sino que también fortalece la relación a largo plazo.
3. Mantén el contacto de manera significativa: Una red no se mantiene sola; requiere un esfuerzo constante. Sin embargo, el contacto no debe ser forzado o interesadamente frecuente. Mantén el contacto con tus conexiones enviando mensajes en momentos significativos o brindando apoyo cuando sea necesario, mostrando interés genuino en sus vidas y proyectos.
   • Ejemplo práctico: En lugar de simplemente saludar de vez en cuando, ofrece valor enviando un artículo que creas que le pueda interesar o felicitando por un logro reciente.
4. Sé accesible y abierto: Las personas emocionalmente inteligentes tienden a ser accesibles, lo que facilita que otros se acerquen a ellas. Mantén una actitud abierta y dispuesta a escuchar, incluso cuando no tengas un interés inmediato en la relación. Esto construye confianza y apertura, esenciales en las redes.
5. Aprende a leer el ambiente: La conciencia social es clave para el networking exitoso. Ser capaz de leer el entorno, las dinámicas grupales y las señales emocionales de las personas te permite adaptar tu enfoque y tus interacciones, lo que mejora la efectividad de tus conexiones.