El aceite de oliva virgen es un alimento excepcional, producido y consumido por los países mediterráneos desde hace varios milenios. No sólo se ha convertido en un producto básico y habitual de nuestra alimentación, sino claramente en el diferenciador de lo que actualmente se conoce como «Dieta Mediterránea».
Hasta la fecha, existen diferentes estudios, tanto epidemiológicos como experimentales, que demuestran los ventajosos efectos del aceite de oliva en la salud.
El aceite de oliva virgen está constituido principalmente por triglicéridos y, en menor proporción, por ácidos grasos libres y constituyentes no glicéricos. Estos componentes minoritarios, desde el punto de vista cuantitativo, incluyen más de 230 compuestos químicos diferentes y tienen una gran importancia para la calidad, la estabilidad, el sabor, el aroma y el valor nutricional del aceite de oliva. Los componentes del aceite de oliva que han demostrado un beneficio para la salud, y concretamente un claro beneficio cardiovascular, son el ácido graso oleico y los polifenoles.
Efectos cardiovasculares beneficiosos del ácido graso oleico
El aceite de oliva es la principal fuente de grasa que se ingiere en la dieta mediterránea. El perfil de ácidos grasos presentes en el aceite de oliva comprende ácidos grasos saturados, monoinsaturados y poliinsaturados. El ácido graso mayoritario es el ácido graso monoinsaturado oleico que puede llegar a representar hasta el 80% del total de los ácidos grasos. Por ello, la dieta mediterránea rica en aceite de oliva, es rica en ácidos grasos monoinsaturados (específicamente ácido oleico) y baja en ácidos grasos saturados.
Existen estudios que demuestran una relación inversa entre la cantidad de grasas monoinsaturadas presentes en la dieta y el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, así, en países donde la ingesta de aceite de oliva en la dieta es alta, se constata que la incidencia de los problemas del corazón es más baja.
Una de las principales vías por las que el ácido graso oleico reduce el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular es la protección que ejerce frente a la formación de placas de ateroma, ayudando a prevenir la aparición de trombos que bloquean las arterias, dificultando, de este modo, el riego sanguíneo.
Efectos cardiovasculares beneficiosos de los polifenoles
La fracción no glicérica o insaponificable del aceite de oliva virgen es rica en hidrocarbonos, ésteres, tocoferoles, esteroles y compuestos fenólicos.
La cantidad y composición de la fracción no glicérica depende enormemente de los procesos tecnológicos a los que haya sido sometido el aceite, como por ejemplo, el refinado, que elimina gran parte de los compuestos polares. Los aceites que no han sido sometidos a ningún proceso de refinado, como son los aceites de oliva vírgenes, son los que presentan mayor cantidad de estos compuestos y, por tanto, los efectos beneficiosos para la salud de estos aceites son superiores.
Los compuestos fenólicos del aceite proceden de la aceituna y éstos son difundidos al aceite durante los procesos de molido y batido fundamentalmente. Los principales compuestos fenólicos descritos para el aceite de oliva son la oleuropeína y el hidroxitirosol y, desde el punto de vista de la repercusión sobre la salud, los tocoferoles (Vitamina E) que juegan un papel determinante.
En términos generales, los compuestos fenólicos actúan como agentes antioxidantes que retrasan y limitan la oxidación de las lipoproteínas presentes en la sangre, impidiendo la formación y el crecimiento de la placa de ateroma, principal responsable de la aparición de trombos y del aumento del riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.
Otros efectos beneficiosos para la salud del aceite de oliva
- Hace las comidas más apetitosas. Se considera la grasa ejemplar.
- Aporta vitaminas como la A, D, E y K, sólo solubles en las grasas.
- Su valor calórico es de 9 calorías/gramo (la misma que cualquier grasa vegetal o animal).
- Las grasas son nutrientes indispensables para nuestro organismo. Su función principal es energética.
- Aumenta el colesterol «bueno», con su papel protector para el organismo.
- Previene y reduce la arterioesclerosis y sus riesgos.
- Previene la hipertensión arterial.
- Aparato digestivo: Mejora el funcionamiento del estómago y del páncreas.
- Piel: Efecto protector y tónico.
- Sistema endocrino: Ayuda a las funciones metabólicas.
- Sistema óseo: Estimula el crecimiento, ayuda la absorción del calcio y la mineralización.
- El efecto antioxidante de la vitamina E protege la membrana celular (especialmente recomendado en la infancia y la tercera edad).
En resumen, el aceite de oliva (ácido oleico y polifenoles) disminuye el riesgo cardiovascular, principalmente por:
- Impedir la formación de LDL oxidadas.
- Disminuir la activación y agregación plaquetaria.
- Tener un efecto hipotensor.
- Ser antioxidante.
- Disminuir la reacción inflamatoria que acompaña la arteriosclerosis.
Como conclusión, se puede afirmar que integrar el aceite de oliva como aliño, condimento y aceite de cocinar parece ser muy beneficioso para mejorar o incluso prevenir enfermedades cardiovasculares en las sociedades desarrolladas.
El aceite de oliva es ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud y es una parte fundamental de la dieta mediterránea:
- Grasas Saludables:
- El aceite de oliva es una fuente de grasas monoinsaturadas, especialmente ácido oleico, que se ha asociado con beneficios para la salud cardiovascular. Estas grasas saludables pueden ayudar a reducir los niveles de colesterol LDL (colesterol «malo») y aumentar los niveles de colesterol HDL (colesterol «bueno»).
- Antioxidantes:
- El aceite de oliva virgen extra, en particular, es rico en antioxidantes, como los polifenoles. Estos compuestos pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo en el cuerpo y proteger las células del daño causado por los radicales libres.
- Antiinflamatorio Natural:
- Se ha sugerido que los componentes del aceite de oliva, incluidos los polifenoles, pueden tener propiedades antiinflamatorias. La inflamación crónica está relacionada con diversas enfermedades, y una dieta rica en aceite de oliva puede ayudar a reducir este riesgo.
- Salud Cardiovascular:
- El consumo regular de aceite de oliva se ha asociado con una disminución del riesgo de enfermedad cardiovascular. Puede ayudar a mantener la salud del corazón al reducir la presión arterial, mejorar la función endotelial y reducir la inflamación.
- Regulación del Azúcar en Sangre:
- Algunos estudios sugieren que el aceite de oliva puede tener un impacto positivo en la regulación del azúcar en sangre y la sensibilidad a la insulina. Esto podría ser beneficioso para las personas con diabetes o en riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
- Propiedades Antimicrobianas:
- El aceite de oliva virgen extra ha demostrado tener propiedades antimicrobianas y antibacterianas. Puede ayudar a combatir ciertos tipos de bacterias y contribuir a la salud del sistema digestivo.
- Salud Cerebral:
- Algunas investigaciones sugieren que los componentes del aceite de oliva pueden tener beneficios para la salud cerebral. Se ha asociado con un menor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer.
- Peso y Saciedad:
- Aunque es una fuente calórica, el aceite de oliva, consumido con moderación, puede contribuir a la sensación de saciedad, lo que podría ayudar en el control del peso cuando se integra en una dieta equilibrada.