DIETA SALUDABLE. CALIDAD DE DIETA

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Dieta saludable

Hay una relación directa entre la correcta alimentación del individuo y su estado de salud. Una dieta saludable es aquella que cumple los requisitos necesarios para la consecución de un buen estado de salud. Incluye gran variedad de alimentos, se prepara siguiendo las normas básicas de higiene y seguridad alimentaria, su sabor y presentación responden a los principios de la gastronomía de cada región y se consume en un ambiente agradable. De este modo se sintetizan los aspectos físicos, psíquicos y sociales que integran el concepto de salud.

Pero además de sana, la alimentación debe ser de calidad: alimentos de calidad, modos de creación y preparación de calidad… y además implica también el consumo de los alimentos en las cantidades adecuadas, en el entorno adecuado y de una forma correcta.

Un aspecto que hay que señalar respecto a la dieta es que debe ser individual, es decir, adaptada a las necesidades y a las características de cada persona. Pero en cada cultura se sigue un patrón regular que es común a casi todos los individuos, de tal manera que se configura una dieta típica de una sociedad o cultura. Un ejemplo es la que se conoce popularmente como dieta mediterránea, atribuida al estilo de vida seguido en algunos países de la cuenca mediterránea. No obstante, para que cualquier dieta se considere saludable y equilibrada, se debe basar en el consumo regular de una amplia variedad de alimentos. La razón es que no existe un único alimento que contenga todos los nutrientes necesarios o, si los contiene, no están en las cantidades imprescindibles para cada situación.

Para que la población tenga una referencia sobre las pautas dietéticas más apropiadas con el fin de alcanzar y mantener un adecuado estado de salud, ciertos organismos o instituciones públicas proponen unas guías y objetivos dietéticos. En tales guías se suelen recoger unos recursos gráficos, basados en la clasificación de los alimentos según sus características nutricionales predominantes, que facilitan la elaboración de una dieta equilibrada. Ejemplos de estos recursos gráficos son la pirámide alimentaria o la rueda alimentaria.
Incluso las dietas vegetarianas, si están cuidadosamente planificadas, pueden ser saludables y nutricionalmente adecuadas para los adultos (en lactantes y niños, dadas las particularidades nutricionales de estas dietas, se debe vigilar el aporte de energía y de nutrientes como el calcio y las vitaminas D y B12).

En conclusión, los factores clave para que una dieta sea sana y de calidad son:

  • Disfrutar de una amplia variedad de alimentos.
  • Comer con regularidad.
  • Equilibrio y moderación.
  • Mantener un peso corporal saludable para sentirse bien.
  • No olvidar las frutas y vegetales.
  • Basar la dieta en alimentos ricos en carbohidratos.
  • Beber muchos líquidos.
  • Grasas con moderación.
  • Moderar el consumo de sal.

 

Manual de Atención Socio-Sanitaria

PROBLEMAS NUTRICIONALES DE LAS SOCIEDADES DESARROLLADAS

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud [(WHO: 1996)], más que el hambre, el verdadero reto hoy en día en la alimentación es la deficiencia de micronutrientes (vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales) que no permiten al organismo asegurar el crecimiento y mantener sus funciones vitales.

Reconociendo el potencial inherente a la microalga Spirulina (Spirulina Platensis), para contrarrestar la malnutrición y su severo impacto negativo a múltiples niveles de la sociedad, especialmente en los países en desarrollo y los menos desarrollados, la comunidad internacional afirma su convicción y une esfuerzos para formar la institución intergubernamental (IIMSAM), por el uso de esta alga contra la malnutrición.

Sin embargo, la abundancia de alimentos no es sinónimo de calidad de dieta, ni de correcta alimentación. El estilo de vida de las sociedades desarrolladas y los nuevos hábitos alimenticios generan la aparición de diferentes problemas de tipo nutricional:

  • Los alimentos, además de su finalidad alimenticia, se convierten en objetos de consumo.
  • Sobre alimentación por encima de los requerimientos diarios.
  • Variaciones en la composición de las dietas y en los horarios debido al trabajo y a las obligaciones.
  • Proliferación de comidas rápidas.
  • Sedentarismo y falta de actividad física.
  • Trastornos del comportamiento alimentario originados por determinados cánones de belleza: anorexia y bulimia.

Por tanto, en la sociedad de la abundancia aparecen ciertas patologías y problemas de salud,como:

Enfermedades cardiovasculares:
  • La arterioesclerosis:

Consiste en un depósito de lípidos (sobre todo colesterol) en la pared vascular que se van calcificando, endureciendo… provocando la reducción del flujo sanguíneo e incluso la muerte del tejido afectado.

  • La hipertensión:

Se trata con medidas dietéticas (reducción de sobrepeso, ingesta de sodio y alcohol). La dieta preventiva de las enfermedades cardiovasculares hace énfasis en el consumo de legumbres y cereales, frutas y vegetales, alimentos bajos en grasas animales saturadas y consumo elevado de pescado.

Neoplasias:

Algunas se relacionan con un alto consumo de calorías provenientes de la grasa saturada animal: Cánceres de mama, colon, próstata, las de cavidad oral, páncreas, pulmón, laringe, cuello uterino, ovario y vejiga. Los alimentos protectores frente a estos tumores son las frutas frescas y los vegetales.

Diabetes mellitus tipo II:

Se caracteriza por el aumento crónico de los niveles de glucosa en sangre y se asocia en la mayoría de los casos con el sobrepeso y la obesidad. Una alimentación sana ayuda a mantener el azúcar de la sangre en un nivel adecuado. Es una parte fundamental del manejo de la diabetes, ya que controlando el azúcar en la sangre (glucemia) se pueden prevenir sus complicaciones. Su evolución está condicionada por los hábitos dietéticos . La ingesta de vegetales y fibra mejora el control de la glucosa. Una alimentación saludable para un diabético incluye:

  • Limitar alimentos con altos contenidos de azúcar.
  • Comer porciones pequeñas a lo largo del día.
  • Prestar atención a cuándo y cuánta cantidad de carbohidratos consume.
  • Consumir una gran variedad de alimentos integrales, frutas y vegetales.                                                
  • Comer menos grasas
  • Limitar el consumo del alcohol
  • Usar menos sal.

El problema alcanza límites de epidemia (en los países desarrollados). La alimentación actual es hipercalórica y además ha disminuido la actividad física. La obesidad supone un factor de riesgo para el desarrollo de diversas enfermedades (diabetes, hipertensión, gota, artrosis, enfermedades cardiovasculares, algunos tipos de tumores, …) así como una reducción de la esperanza de vida.

Enfermedades esqueléticas:

La desmineralización ósea (osteopenia y osteoporosis) provoca que el hueso tenga más fragilidad para las fracturas. Los factores que pueden reducirla son el adecuado consumo de productos ricos en calcio, fósforo y vitamina D; la reducción del alcohol y el tabaco, y la práctica habitual de ejercicio físico.

Enfermedadoral (caries):

Es la enfermedad más frecuente en los países desarrollados, afectando incluso al 80% de la población escolar.
Las medidas preventivas pasan por la reducción del consumo de azúcares simples, la fluoración del agua y la mayor higiene dental.

Trastornos del comportamiento alimentario:

Han sufrido un gran avance en los últimos tiempos. Hablamos de anorexia, vigorexia y bulimia. Esta última es la más frecuente, y afectaría al 1-4% de las mujeres jóvenes. El 5-10% de los casos totales corresponde a los varones.

Otras enfermedades pueden estar provocadas por déficits en la alimentación, como: daños bucales (una mala nutrición también provoca daños bucales, debido a que en el momento en que el cuerpo deja de recibir los nutrientes necesarios para la renovación de los tejidos, su boca se vuelve más susceptible a las infecciones. El exceso de carbohidratos, almidones y azúcares producen ácidos de la placa que se adhieren al esmalte, causando así su destrucción.), desnutrición (que provoca el síndrome de kwashiorkor), Avitaminosis (son poco frecuentes en los países occidentales como el beriberi, el raquitismo, el escorbuto, la pelagra.), anemia, etc.

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