Aunque hablamos de un concepto relativamente nuevo, se puede relacionar el coaching con la manera de pensar y actuar de filósofos como Sócrates y Platón.
Sin embargo, es a principios de los años noventa cuando se funda la primera escuela de formación de coaches, en América.
No es fácil conseguir una formación seria para ser coach, mucho menos en España. Sí es cierto que existen consultoras que ofrecen cursos educacionales dentro de las empresas. Con el compromiso de adquirir determinados objetivos.
Pero el coaching no sólo está orientado al mundo empresarial, porque permite que el crecimiento tanto profesional como personal. Y esto se consigue a través de un sistema de preguntas, que se realizan desde la aceptación y no desde el juicio, y que descubre cuáles son los objetivos y cómo lograrlos. Mejora la imagen que tenemos de nosotros mismos y profundiza de manera positiva en las relaciones interpersonales.
El coaching puede definirse como “un espacio privado” entre el interlocutor y su coach. Sin interferir en su entorno, el coach consigue que el interlocutor identifique los aspectos problemáticos de su gestión profesional y laboral. Le ayuda a fortalecer su confianza, aumentando su poder de liderazgo y su capacidad comunicativa. Y lo que no es menos importante, consigue que el interlocutor realice un análisis personal que le permita tomar las mejores decisiones.
Se trata de una alianza entre el coach y su cliente. Un acuerdo entre dos partes en el que se establecen los objetivos que se necesitan alcanzar. Requiere establecer un programa y una agenda de trabajo con fechas, horarios, etc. Y una evaluación de resultados que el individuo va consiguiendo durante el proceso de coaching.
La comunicación debe ser clara y de absoluta confianza. Se trata de un proceso de feedback (retroalimentación) sobre las conductas observadas.
Elementos Clave del Coaching:
- Relación de Confianza: Fundamental para el éxito del proceso, el coach crea un ambiente seguro y de apoyo donde el coachee se sienta cómodo para explorar sus metas, desafíos y oportunidades de crecimiento.
- Metas Claras y Específicas: El coaching se centra en identificar y definir metas concretas que el coachee desea lograr. Estas metas pueden ser personales, profesionales o relacionadas con el desarrollo personal.
- Proceso Estructurado: Aunque flexible, el coaching sigue un proceso estructurado que incluye la exploración de la situación actual del coachee, la identificación de áreas de desarrollo, la creación de un plan de acción y el seguimiento del progreso hacia las metas.
- Herramientas y Técnicas: El coach utiliza una variedad de herramientas y técnicas, como preguntas poderosas, escucha activa, retroalimentación constructiva y modelos de cambio, para apoyar al coachee en su viaje de autodescubrimiento y crecimiento.
- Autoconciencia y Responsabilidad: A lo largo del proceso, el coachee aumenta su autoconciencia al explorar sus valores, creencias y comportamientos. El coaching también fomenta la responsabilidad personal, ayudando al coachee a asumir la responsabilidad de sus acciones y decisiones.
- Resultados Sostenibles: El objetivo final del coaching es lograr resultados sostenibles y duraderos. El coachee adquiere habilidades, perspectivas y recursos que puede aplicar no solo durante el proceso de coaching, sino también en su vida diaria.
Aplicaciones del Coaching:
- Coaching Ejecutivo: Dirigido a líderes y ejecutivos para mejorar habilidades de liderazgo, gestión del tiempo, toma de decisiones, etc.
- Coaching Personal: Centrado en el desarrollo personal, bienestar emocional, gestión del cambio, etc.
- Coaching de Equipos: Ayuda a mejorar la dinámica y el desempeño de equipos dentro de una organización.