En este capítulo
- Costes variables y costes fijos
- Costes directos y costes indirectos
- Costes históricos y costes previstos
- Costes de las existencias
- Cálculo de costes en empresas con un solo producto
- Cálculo del coste hora de la empresa
Ahora que sabemos lo que significan el balance y la cuenta de resultados podemos introducirnos en la contabilidad de gestión. En esta parte trabaj aremos el cálculo de costes y, más adelante, en la parte V, abordaremos el tema de los presupuestos.
Figura 4-1: El lugar de los costes en el esquema general de las relaciones entre contabilidad y finanzas.
Contabilidad analítica
Conocer el coste de los productos que vende una empresa constituye una información imprescindible, por ejemplo, para decidir el precio de venta de dichos productos. La contabilidad analítica, también denominada contabilidad de costes, es el conjunto de técnicas que sirven para conocer los costes de los productos y los costes de los departamentos o de las distintas funciones de la empresa.
La contabilidad analítica forma parte de la contabilidad de gestión, que también comprende la contabilidad presupuestaria y los sistemas de indicadores.
Las decisiones típicas que se suelen tomar con la ayuda de la información sobre los costes son:
- Eliminación o potenciación de productos. Si sabemos lo que cuesta un producto y cuál es su precio de venta, tendremos información sobre lo que ganamos o perdemos con dicho producto.
- Fijación de precios de venta. Sin duda, el precio de venta se fija teniendo en cuenta los precios de los competidores y las expectativas de los clientes, pero tenemos que asegurarnos de que cubrimos los costes. En caso contrario, la empresa tendrá pérdidas.
- Fijación de precios para pedidos especiales. Un pedido especial del cliente es el que tiene algunas características diferenciales, como por ejemplo, si hay que personalizar el producto poniendo algún complemento adicional o quitando algo. Si sabemos lo que cuesta cada etapa de elaboración del producto podremos determinar el precio del pedido especial.
- Fijación de descuentos para determinados clientes. Cuando un cliente nos pide un importante número de unidades de producto pero solicita un descuento elevado, la duda es cuál se le puede aplicar. Si sabemos lo que cuesta el producto, podremos saber hasta dónde podremos llegar con el descuento.
- Subcontratación de algunas partes del proceso productivo, ya que nuestros costes pueden ser superiores a los de otras empresas a las que podemos subcontratar. Para poder evaluar esta decisión tendremos que saber cuánto cuesta cada etapa de elaboración del producto.
El objetivo de este capítulo es explicar los principales tipos de costes y cómo se calculan, siguiendo el esquema que relaciona contabilidad y finanzas.
También se tratará el caso especial de las empresas que producen un único tipo de producto. Por último, se expone cómo calcular el coste por hora de la empresa cuando sólo hay un tipo de empleado que produce horas.
Contabilidad de gestión y contabilidad financiera
La contabilidad de gestión es muy distinta de la contabilidad financiera, a pesar de que utiliza datos que le proporciona ésta.
Así, la contabilidad financiera tiene como objetivos principales la obtención del balance de situación y de la cuenta de resultados, mientras que la contabilidad de gestión, que incluye la contabilidad analítica, pretende obtener información sobre los costes de cada producto y de cada departamento.
Además, la contabilidad financiera es esencialmente externa, pues contabiliza las relaciones de la empresa con el exterior. Como esta contabilidad debe informarse a terceros (acreedores, bancos, empleados, sindicatos, accionistas, etc.), hay que confeccionarla según la normativa contable y mercantil vigente de cada país. En cambio, la contabilidad de gestión es una contabilidad interna, pues realiza cálculos relacionados con los procesos internos de elaboración de los productos y servicios que produce y comercializa la empresa. Su carácter interno hace que cada empresa pueda utilizar el sistema de cálculo de costes que le parezca más adecuado a sus necesidades.
Las principales diferencias entre la contabilidad financiera y la contabilidad de gestión son:
La mayor parte de la información que utiliza la contabilidad analítica procede de la contabilidad financiera, ya que ésta tiene la información sobre todos los gastos que se han producido durante el período considerado.
Al mismo tiempo, la contabilidad analítica proporciona información a la contabilidad financiera, como la referida a los costes de las materias primas, productos en curso y productos acabados que utilizará la contabilidad general para valorar las existencias al finalizar el ejercicio.
El resultado que refleja la contabilidad financiera debe coincidir, en principio, con el que refleja la contabilidad de costes.
No obstante, a veces no se produce esa coincidencia porque, mientras que la contabilidad analítica intenta obtener los costes reales, la contabilidad financiera está sujeta a la legislación mercantil, que no facilita información real sobre ciertos aspectos. Por ejemplo, la amortización del activo no corriente que refleja la contabilidad financiera es casi siempre menor que la que reflej a la contabilidad analítica.
Coste de oportunidad
El coste de oportunidad se refiere a un consumo que no se contabiliza como gasto ya que no se paga y, además, no está permitido por la normativa contable. Ejemplos de costes de oportunidad son los correspondientes al trabajo gratuito efectuado por familiares del propietario de una empresa, o los alquileres no facturados de locales propiedad de los accionistas o los costes financieros de fondos prestados por los accionistas y por los que no se paga interés alguno.
A pesar de que se trata de consumos, no se contabilizan en la contabilidad financiera. En cambio, suelen considerarse en el cálculo de costes.
Un ejemplo sería el de una empresa que tiene la cuenta de resultados presentada en la tabla 4-1, preparada de acuerdo con el Plan General de Contabilidad.
Además, se sabe que en esta empresa trabaja un hijo de los propietarios que no tiene salario. Su salario anual de mercado es de unos 30 000 euros.
Por otro lado, la empresa está utilizando unas oficinas propiedad de los accionistas, por las que paga un alquiler de 1000 euros al año. Se sabe que el precio de mercado de estas oficinas es de 150 000 euros al año.
En este caso, en la cuenta de resultados de la tabla 4-1 no se ha incluido el salario del hijo de los propietarios, y de alquiler sólo se ha incluido un gasto de 1000 euros.
Si se calcula una cuenta de resultados con criterios de contabilidad analítica se añadirían el salario del hijo (30 000 euros) y el alquiler (149 000 euros).
Estos costes se incorporan (como se ve en la tabla 4-2) porque la contabilidad analítica engloba todo aquello que significa esfuerzo para conseguir unos ingresos, y el trabajo del hij o y las oficinas son necesarios para llevar a c abo la a ctividad.
Como se puede comprobar, al incorporar los costes de oportunidad la empresa ha pasado a tener un resultado negativo.
Éste es un resultado que se aproxima más a la realidad, ya que en verdad la empresa está utilizando el trabajo del hijo y, además, las oficinas tienen un coste de mercado muy superior al alquiler que está pagando la empresa.
Una de las ventajas de tener en cuenta los costes de oportunidad es que si, por ej emplo, el hij o de los propietarios se va, la empresa podrá sustituirlo por otro empleado, al que pagará un salario de mercado. De este modo, los costes de la empresa no variarán. Lo mismo podría decirse de las oficinas.
Si los propietarios deciden dejar de alquilarlas a la empresa, ésta podría buscar unas nuevas oficinas y pagar un precio de mercado sin que el resultado se modificase sustancialmente.
Tipos de costes
Los costes se pueden clasificar de diferentes formas en función del tipo de cálculo que interese efectuar. Según el criterio, se reconocen tres dicotomías posibles de costes:
- Fijos o variables.
- Directos o indirectos.
- Históricos o previstos.
C oste s variable s o fijos
Los costes serán variables o fijos en función de su relación con las ventas o con el nivel de actividad de la empresa.
Los costes variables son los que varían proporcionalmente con los ingresos. Así, cuando aumentan los ingresos crecen los costes variables, y cuando disminuyen los ingresos decrecen también los costes variables. Son costes variables las materias primas o los materiales consumibles, por ejemplo.
Los costes fijos, o costes de estructura, son independientes de los ingresos o del nivel de actividad de la empresa, como el coste del personal administrativo, el alquiler, los tributos municipales, la publicidad o los gastos de formación del personal, por ejemplo.
En la tabla 4-3 puedes ver una lista de costes y se indica si son fijos o variables.
Costes directos e indirectos
Los costes directos se identifican claramente con un producto o servicio, un cliente o un departamento. Por ejemplo, si al calcular los costes de un servicio como una comida, serán directos los consumos de alimentos y bebidas, la lavandería del mantel y las servilletas, o la comisión que percibe la entidad financiera si el cliente paga con tarjeta. El coste del tiempo de los camareros, cocineros, el encargado y demás personal que ha intervenido en la prestación del servicio puede calcularse, aunque su asignación no sea tan clara y objetiva. En cambio, el coste del gerente o los tributos y tasas municipales son difícilmente asignables de forma objetiva a una comida. Por lo tanto, se trata de costes indirectos.
En la tabla 4-4 se relacionan una serie de costes y se indica si son directos o indirectos en relación con los productos que fabrica la empresa.
En la tabla 4-4 se puede observar que todos los costes indirectos del ejemplo son también fijos. La única excepción es la energía consumida en la fábrica. A pesar de que suele ser un coste variable que depende de la intensidad de la actividad, puede ser difícil de asignar a los productos.
Por otro lado, todos los costes directos son variables, a excepción de los salarios del personal de fábrica, que son fijos pero se pueden asignar a los productos.
Por lo tanto, los costes variables suelen ser directos y los costes indirectos suelen ser fijos, aunque hay algunas excepciones, que se reflejan en la tabla 4-5:
Puede ocurrir que un coste sea directo en relación con un departamento y no con un producto, como por ejemplo el coste de un director de una empresa que se puede asignar al departamento de dirección y no a un producto concreto.
Existen varios tipos de costos en el ámbito empresarial, y su cálculo depende del enfoque y la naturaleza específica de cada uno:
- Costos Fijos:
- Definición: Son costos que no varían con el nivel de producción o ventas de la empresa en el corto plazo.
- Cálculo: Se dividen por el número de unidades producidas. Ejemplo: Alquiler, salarios fijos.
- Costos Variables:
- Definición: Cambian proporcionalmente con el nivel de producción o ventas.
- Cálculo: Se multiplican por el número de unidades producidas. Ejemplo: Materiales directos, mano de obra variable.
- Costos Totales:
- Definición: La suma de costos fijos y variables.
- Cálculo: Costos fijos + (Costos variables por unidad * Número de unidades).
- Costos Directos:
- Definición: Son directamente atribuibles a un producto o servicio.
- Cálculo: Se asignan directamente al producto o servicio. Ejemplo: Materiales directos, mano de obra directa.
- Costos Indirectos:
- Definición: No se pueden atribuir directamente a un producto o servicio específico.
- Cálculo: Se asignan mediante un proceso de distribución o asignación. Ejemplo: Costos generales de fábrica, gastos generales de administración.
- Costos Marginales:
- Definición: El costo adicional de producir una unidad adicional.
- Cálculo: Cambio en costos totales / Cambio en cantidad producida.
- Costos Hundidos:
- Definición: Son costos que ya han sido incurridos y no son relevantes para decisiones futuras.
- Cálculo: No aplicable.
- Costos de Oportunidad:
- Definición: El valor de la mejor alternativa sacrificada al tomar una decisión.
- Cálculo: Valor de la mejor alternativa.