En este capítulo
- Inversiones financieras
- Inversiones empresariales
- Rentabilidad, riesgo y liquidez
En la empresa y en la vida hemos de decidir a menudo sobre las inversiones. En esta materia los errores son fatales. Veamos las principales claves para invertir correctamente.
Invertir buscando rentabilidad
Desde el momento en que se crea una empresa hasta que ésta va creciendo, hay que efectuar inversiones. El mundo de la empresa implica estar evaluando siempre posibles inversiones. Si se acierta en las decisiones, la empresa avanzará y generará más riqueza. En cambio, si se toman decisiones erróneas se producirán pérdidas y la empresa estará en peligro.
Cuando se evalúa una inversión hay que cuantificar de forma precisa cuánto hay que invertir y los rendimientos que se producirán. De este modo se puede calcular la rentabilidad. Entre dos alternativas de inversión optaremos por la más rentable, suponiendo que el nivel de riesgo sea similar.
Invertir de forma prudente
Por lo general, más rentabilidad significa más riesgo. La cuestión estriba en saber si el mayor riesgo se compensa con una rentabilidad adecuada. Una de las principales causas de mortalidad empresarial son las inversiones erróneas, que llevan a la empresa a la ruina. A veces el error consiste en invertir por encima de las posibilidades de la empresa. En otros casos estriba en invertir en algo que genera pérdidas. Por ello hay que aplicar la máxima prudencia en la evaluación de las inversiones. Se trata de invertir en lo que se conoce. Y si no se conoce lo suficiente, hay que estar bien asesorado por alguien de la máxima confianza.
Una vez efectuada la inversión hay que tener preparado un plan de contingencia por si las cosas no salen como se había previsto.
El riesgo existe… y la prevención, también
Existen maneras de prevenir la mayoría de los riesgos. Por ejemplo, el riesgo de que un cliente no pague se puede cubrir con el seguro de crédito. Si se produce el impago, la compañía de seguros indemnizará. Si hay un riesgo de tipo de cambio, se puede contratar un seguro en el banco para cubrir la posible pérdida. Si hay riesgo de tipo de interés también existen productos para cubrir las posibles pérdidas, como por ejemplo el FRA, que es un acuerdo de tipos de interés. El riesgo de cotización también puede cubrirse con contratos de futuros u opciones. Otros riesgos, como incendio, robos o muertes, también pueden ser objeto de una póliza de seguros gracias a la que se recibirá una indemnización en caso de siniestro.
Más vale pájaro en mano. La importancia de la liquidez
Cuando se invierte se está renunciando a tener liquidez ahora a cambio de temer una mayor liquidez en el futuro. Pero la empresa siempre debe tener un nivel adecuado de liquidez, ya que, si no puede atender sus obligaciones con los empleados, los proveedores o los bancos, la vida de la empresa corre peligro. Por lo tanto, uno de los obj etivos de cumplimiento obligado es garantizar que se pueden afrontar los pagos. Esto explica que las empresas más prudentes inviertan sin olvidarse de dejar un colchón suficiente de liquidez, por si algo sale mal.
El plazo de recuperación
El plazo de recuperación de una inversión puede ser tan importante como su rentabilidad. Nos referimos al tiempo que se necesita para recuperar el dinero invertido. Por este motivo, muchas empresas exigen un plazo mínimo en el que se debe recuperar toda inversión. En otros casos se combinan inversiones que tienen un plazo corto de recuperación con otras cuyo plazo es más largo. De esta forma se intenta que el plazo medio de recuperación sea adecuado.
Las inversiones financieras
La inversión en acciones suele dar más rentabilidad a largo plazo que la inversión en deuda pública. Pero al mismo tiempo la inversión en acciones tiene un nivel de riesgo muy elevado. En cambio, la deuda pública suele tener un nivel de riesgo casi nulo. Por eso se la suele denominar interés sin riesgo. De todas maneras, no es cierto que la deuda pública esté exenta de riesgo. Aunque sean poco frecuentes, ha habido casos en los que un determinado país no ha podido atender los pagos de su deuda pública y se han producido quitas. Una quita es la anulación de una parte de la deuda.
La inversión en deuda pública puede hacerse a largo plazo o a plazos muy c ortos.
Las inversiones financieras se suelen hacer de forma diversificada. Así, se intenta conseguir una buena combinación de rentabilidad, riesgo y plazo.
Las inversiones en bolsa
Como ya se ha indicado cuando se invierte en bolsa comprando acciones de empresas se corre un riesgo importante. Por lo tanto, conviene hacerlo con precaución. Sólo se debe invertir en bolsa aquel dinero que no se necesite a corto plazo, ya que a corto plazo puede ocurrir cualquier cosa.
En primer lugar, es importante invertir cuando las acciones están baratas. Esto suele producirse tras un crac bursátil. Una vez ha llegado el momento de comprar es conveniente seleccionar unos cuatro o cinco sectores que se entiendan y en los que se espere una buena evolución futura. Cuando se han seleccionado, conviene identificar unas doce o quince empresas, en total. De este modo se puede diversificar la inversión.
Las inversiones empresariales
Para seguir siendo competitiva, toda empresa debe invertir en tecnología, inmuebles, instalaciones, maquinaria, existencias, clientes, etc. Es importante conseguir que las necesidades de inversión estén relacionadas con la capacidad que de la empresa para financiarlas. A veces las empresas mueren de éxito; van tan bien que se lanzan a efectuar inversiones que no pueden financiar de forma adecuada, y acaban en manos de sus acreedores.
La incertidumbre sobre el futuro
Dado que es imposible adivinar el futuro, las empresas tienen que prepararlo mediante la elaboración de diversos escenarios presupuestarios, que suelen ser tres: normal, optimista y pesimista. Conviene tener preparado un plan por si se cumple el escenario pesimista. Este plan significa, por ejemplo, que los accionistas estén avisados por si deben efectuar una ampliación de capital. También hay que estar preparados para el caso de que se produzca el escenario optimista, ya que quizá haya que contratar a más personas o efectuar inversiones adicionales en maquinaria o en clientes.
Q uien no arriesga no gana…, pero la prudencia nunca está de más
Crear y desarrollar una empresa significa asumir riesgos. Pero lo importante es que los riesgos se gestionen de la manera adecuada. Como ya se ha señalado, se pueden implantar políticas de prevención para minimizar las consecuencias negativas de la mayor parte de los riesgos. A veces se dice que en finanzas hay dos estrategias: la conservadora… y la mala.
Invertir de forma adecuada implica tomar decisiones informadas y gestionar riesgos:
- Define Objetivos Claros:
- Establece metas financieras específicas y plazos para tus inversiones. Comprender tus objetivos te ayudará a tomar decisiones más alineadas con tus necesidades a largo plazo.
- Diversifica tu Cartera:
- No pongas todos tus huevos en una sola canasta. Distribuye tus inversiones entre diferentes activos para reducir el riesgo. La diversificación puede ayudar a mitigar pérdidas en caso de que un activo bajo rendimiento.
- Comprende tu Tolerancia al Riesgo:
- Evalúa tu capacidad y disposición para asumir riesgos. No todas las inversiones son iguales, y es crucial elegir aquellas que se ajusten a tu perfil de tolerancia al riesgo.
- Investiga Antes de Invertir:
- Realiza un análisis exhaustivo antes de tomar decisiones de inversión. Investiga sobre la empresa, sector o instrumento financiero en el que estás interesado. Conocer bien tus inversiones reduce la incertidumbre.
- Mantente Informado sobre el Mercado:
- Está al tanto de las tendencias del mercado, noticias económicas y cambios en la regulación financiera. La información actualizada te permite tomar decisiones informadas.
- Invierte a Largo Plazo:
- La inversión a largo plazo tiende a generar mejores resultados. Evita tomar decisiones impulsivas basadas en fluctuaciones a corto plazo. Mantén una perspectiva a largo plazo y revisa tu cartera periódicamente.
- Aprende de tus Errores:
- Todos cometen errores en el mundo de las inversiones. Aprende de tus experiencias, ajusta tu estrategia según sea necesario y continúa mejorando tus habilidades como inversionista.
- Evita las Decisiones Emocionales:
- No dejes que las emociones, como el miedo o la euforia, dicten tus decisiones de inversión. Mantén la calma y sigue tu estrategia planificada.
- Considera Asesoramiento Profesional:
- Si no te sientes cómodo tomando decisiones financieras por tu cuenta, considera buscar el asesoramiento de profesionales. Un asesor financiero puede ayudarte a desarrollar una estrategia que se adapte a tus necesidades.
- Revisa y Ajusta tu Estrategia:
- La situación financiera y el mercado evolucionan con el tiempo. Revisa periódicamente tu cartera de inversiones y ajusta tu estrategia según sea necesario para mantenerla alineada con tus objetivos.