En este capítulo
- Los ingresos
- Los gastos
- El resultado
- La cuenta de resultados
Uno de los objetivos principales de la mayoría de las empresas es ganar dinero o, en otras palabras, generar riqueza. Para ello hay que obtener beneficios, lo que implica que el resultado debe ser positivo. En el caso de las empresas sin ánimo de lucro la obtención de beneficios no es un objetivo fundamental, aunque es importante que el resultado no sea demasiado negativo. En este capítulo entenderás en qué consiste el resultado, cómo se calcula y cómo se presenta la cuenta de resultados.
Los ingresos
Las empresas intentan aumentar su riqueza vendiendo productos o servicios a sus clientes, y les cobran por ello. Así, se generan las ventas, que son los ingresos principales. Los ingresos son aquellas operaciones que aumentan la riqueza de la empresa. Además de los ingresos por ventas se pueden producir ingresos por otros conceptos, tales como los intereses que se perciben de los bancos por las inversiones que efectúa la empresa.
Los principales tipos de ingresos son:
- Ingresos de explotación. Se generan con la actividad típica de la e m presa:
- Ventas. Son las facturas que se realizan cuando se entregan bienes o servicios a los clientes.
- Subvenciones a la explotación. Suele concederlas la Administración para incentivar la realización de determinadas actividades; por ejemplo, promover las exportaciones de la empresa.
- Arrendamientos de inmuebles que son propiedad de la empresa.
- Comisiones por la realización de servicios. Por ejemplo, cuando la empresa realiza servicios de intermediación suele percibir comisiones por ello.
- Ingresos excepcionales. Son ingresos no relacionados con la actividad típica de la empresa.
- Venta de inmuebles. Cuando la empresa no tiene como actividad principal la compraventa de inmuebles, estos ingresos son de carácter excepcional.
- Ingresos financieros. Están relacionados con la actividad financiera de la empresa y se generan con las inversiones realizadas. Un ejemplo son los intereses percibidos por una empresa que tiene una cuenta corriente en un banco.
Todas las empresas intentan aumentar sus ingresos, ya que así pueden mej orar el resultado.
Los gastos
Los gastos son consecuencia de los esfuerzos que hacen las empresas por conseguir ingresos. Los gastos reducen la riqueza de las empresas. Para poder vender productos o servicios hay que incurrir en gastos como los salarios de los empleados o la adquisición de materias primas, por ej emplo.
Los principales tipos de gastos son:
– Gastos de explotación. Se generan con la actividad propia de la empresa:
- Consumo de materias primas. Es el importe que se debe pagar a los suministradores de los artículos que ha consumido la empresa.
- Arrendamientos de los locales que utiliza la empresa.
- Reparaciones.
- Servicios de profesionales independientes. Corresponden a los honorarios de consultores, auditores y otros profesionales que prestan servicios a la empresa.
- Transportes.
- Primas de seguros.
- Publicidad, propaganda y relaciones públicas.
- Agua, gas, electricidad y teléfono.
- Gastos generales. Son el material de oficina y otros gastos varios.
- Son los impuestos que se pagan al Estado y otros organismos oficiales.
- Gastos de personal. Sueldos y cuotas de la Seguridad Social de los empleados de la empresa.
- Desgaste de las instalaciones, mobiliario y maquinaria. Se trata de la pérdida de valor de estos elementos, y se produce por el uso o por el paso del tiempo.
– Gastos excepcionales. Son gastos no relacionados con la actividad propia de la empresa. Por ejemplo, las pérdidas por la venta de inmuebles.
– Gastos financieros. Son los intereses y comisiones que cobran los bancos y otras instituciones financieras por los préstamos que dan o por los servicios financieros que prestan.
Todas las empresas intentan reducir sus gastos, ya que así pueden mejorar el resultado.
El resultado
Como consecuencia de las operaciones que realiza la empresa, se producen unos ingresos y unos gastos de cuya diferencia surge el resultado del ejercicio.
El período de cálculo del resultado suele ser de doce meses. Por lo tanto, cuando se habla de ejercicio contable se entiende que se refiere al período de un año. De todas formas, también puede calcularse el resultado para plazos de tiempo inferiores, como un mes o un trimestre.
El resultado es la diferencia entre los ingresos y los gastos:
Resultado = Ingresos – Gastos
Si los ingresos superan a los gastos, el resultado es positivo (beneficio). En caso contrario, el resultado es negativo (pérdida):
Ingresos mayores que gastos = Beneficio
Ingresos menores que gastos = Pérdida
Si una empresa tiene unos ingresos de 200 euros y unos gastos de 80 euros, el resultado obtenido será un beneficio de 120 euros.
Resultado = Ingresos – Gastos = 200 – 80 = 120 €
En cambio, si los ingresos son de 300 euros y los gastos ascienden a 410 euros, el resultado será una pérdida de 110 euros.
Resultado = Ingresos – Gastos = 300 – 410 = 110 €
Consumo de materiales
Durante el ejercicio la empresa compra materiales a sus proveedores. Estas operaciones se denominan compras o aprovisionamientos. Sin embargo, el gasto denominado consumo de materiales no suele coincidir con las compras, ya que al final del ejercicio quizá no se ha consumido todo lo que se ha comprado. Para calcular el consumo de materiales, a partir de las compras, hay que tener en cuenta el valor de las existencias de materiales al principio y al final del período.
El consumo de materiales es igual a las compras más las existencias iniciales y menos las existencias finales:
Si, al principio del año, una empresa tenía unas existencias iniciales de materiales valoradas en 200 000 euros, las compras del período han ascendido a 5 600 000 euros y el valor de las existencias finales es de 5 000 000 de euros, el coste de los materiales consumidos será igual a 800 000 euros:
En este caso, la empresa ha consumido el importe de las compras ( 5 600 000 euros) menos el aumento de las existencias ( 4 800 000 euros), que se calcula mediante la diferencia entre las existencias iniciales y las finales.
Si otra empresa tenía unas existencias iniciales de materiales valoradas en 200 000 euros, las compras del período han ascendido a 600 000 euros y el valor de adquisición de las existencias finales es de 150 000 euros, el coste de los materiales consumidos será igual a 650 000 euros:
En este caso, la empresa ha consumido el importe de las compras ( 600 000 euros) más la reducción de las existencias (50 000 euros) mediante la diferencia entre las existencias iniciales y las finales.
La amortización
La amortización refleja el desgaste que sufren la maquinaria y otros elementos propiedad de la empresa, tales como vehículos, ordenadores, instalaciones o edificios. Se trata de elementos que están en la empresa varios años, pero que por el paso del tiempo o por su uso, se van desgastando. Periódicamente, como mínimo una vez al año, se ha de valorar el gasto que supone la amortización. De esta forma, se incluye entre los gastos a los que hacen referencia al desgaste de estos elementos propiedad de la empresa.
El método de amortización más usado es el lineal, que consiste en calcular la cuota anual de amortización dividiendo el valor amortizable del activo por su número de años de vida útil, que son los años de vida de un bien:
Dado que el valor amortizable es igual al valor de adquisición del bien menos el valor al final de su vida útil, que se denomina va!or residual:
La amortización es un gasto y, por lo tanto, reduce el beneficio de la empresa. De todas maneras es un gasto que no se paga, ya que se trata de un cálculo interno que tiene en cuenta que bienes como las máquinas, los inmuebles o las instalaciones, por ejemplo, no duran toda la vida, sino que se gastan. Además, tarde o temprano habrá que sustituir estos bienes, sobre todo las máquinas y las instalaciones.
Si una máquina se compró por 2 500 000 euros y va a tener un valor residual de 500 000 euros al final de una vida útil de diez años, se amortizará a razón de 200 000 euros anuales:
De acuerdo con estos datos, la empresa ha de amortizar un total de 2 000 000 de euros durante diez años. Por lo tanto, la amortización anual ascenderá a 200 000 euros.
A pesar de que el sistema de amortización más utilizado es el lineal, hay empresas que utilizan sistemas crecientes, que consisten en que se empieza amortizando poco y, a medida que pasan los años, la cuota de amortización va creciendo. En cambio, otras empresas optan por el sistema decreciente, que consisten en que se empieza amortizando mucho y, a medida que pasan los años, la cuota de amortización va decreciendo. Lo importante a la hora de decidir el sistema de amortización que utilizar es tener en cuenta si el desgaste es lineal, creciente o decreciente. De esta forma, la amortización reflejará con mayor fidelidad lo que le ocurre realmente a la empresa.
La cuenta de resultados
Para calcular el resultado se utiliza la cuenta de resultados, también denominada cuenta de pérdidas y ganancias o estado de resultados.
La cuenta de resultados informa de cómo la empresa obtiene el resultado:
Resultado = Ingresos – Gastos
Se calcula la cuenta de resultados de una empresa que ha tenido los siguientes ingresos y gastos durante el período recién finalizado: