Análisis externo e interno

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Análisis externo e interno

Siguiendo con el nuevo modelo, inspirado en los modelos de personal branding previamente definidos, la primera fase se corresponde con un análisis externo e interno.

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Para lograr completar esta etapa con éxito, necesitaremos indagar en el entorno y sector en el que operaremos, definir a nuestros competidores directos e indirectos y a nuestro público objetivo. Una vez concretados estos puntos, desarrollaremos un método de investigación mixto que nos aportará información sobre nuestra imagen y nos otorgará pautas a seguir a la hora de desarrollar nuestra identidad. A raíz de los resultados obtenidos, podremos realizar con mayor precisión nuestro análisis DAFO personal.
Posteriormente, decidiremos en qué cuadrante posicionarnos y determinaremos cuál es el atributo diferenciador que nos aportará una ventaja competitiva frente a nuestra competencia, previamente definida. Por último, definiremos los objetivos a corto, medio y largo plazo que querremos alcanzar con nuestra marca personal.

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El entorno

Análisis externo e interno
El sector actual de la comunicación se ha visto marcado por la emergencia de nuevos fenómenos y sus correspondientes consecuencias (Casado, 2011). Fenómenos económicos, sociales y tecnológicos que describiremos a continuación.

En primer lugar, la crisis global económica junto con la revolución tecnológica ha desembocado en un mercado global, altamente competitivo, liberalizado, virtual e impredecible. Este mercado global favorece los movimientos migratorios y al mismo tiempo ha derrocado las fronteras físicas, puesto que podemos optar a un trabajo desde cualquier lugar (Bustínduy, 2012). Sin embargo, ello también ha ampliado nuestra competencia, ya que ahora no competimos con los que están cerca de nosotros, sino con todos aquellos que aspiran a lo mismo que nosotros aun viviendo en otra parte del mundo. Esta es la otra cara de la globalización del mercado laboral, el cual, al ser mayor es más competitivo (Bustínduy, 2012). Sin embargo, dicha competencia puede llegar a ser positiva en el momento en el “[…] que los profesionales tengan que prepararse mejor y deban gestionar su carrera profesional de manera más intensiva” (Bustínduy, 2012, pág. 16).

Dicha exigencia deriva del hecho de que lo que ofrezca el profesional puede que se parezca mucho a lo que sus competidores ofrezcan, por ello la diferenciación es lo que les hace exitosos (Arruda, 2003). De ahí que creemos marcas personales para, de ese modo, destacar entre la multitud (Arda & Fernández, 2012). Además, destacar se vuelve indispensable en este mercado liberalizado, puesto que en la actualidad (2017) solo un tercio de los trabajadores de una empresa tienen un contrato fijo (Bustínduy, 2012). El resto lo componen profesionales ocasionales que trabajan por cuenta propia (freelances) o que son contratados a través de intermediarios (Bustínduy, 2012). Dichos profesionales pueden vivir sin un contrato fijo puesto que el mercado es cada vez más virtual y “[…] las oportunidades fluyen con mayor facilidad y rapidez [ya que] las demandas de trabajo se intercambian a través de conversaciones y contactos” (Bustínduy, 2012, pág. 16). Consecuentemente, nos encontramos con un mercado impredecible que nos obliga a reciclarnos constantemente (Bustínduy, 2012).

Esta situación ha derivado en un nuevo escenario laboral donde las características idiosincráticas del mercado han cambiado (Bustínduy, 2012). El trabajo, durante la economía industrial, era más estable, seguro y los trabajadores desempeñaban su cometido durante largos periodos de tiempo en la misma compañía (Lair, Sullivan, & Cheney, 2005). En contraste, hoy día (2017), las ofertas de trabajo escasean (Hyatt, 2010), ya no hay seguridad ni estabilidad y los profesionales trabajan por proyectos (Pérez Ortega, 2008). Esto supone “[…] el fin de los empleados y el comienzo de la era de los profesionales” (Pérez Ortega, 2008).

En último lugar, estas circunstancias han dado lugar a un contexto donde todos quieren hacerse oír para diferenciarse. Un contexto donde la comunicación cobra gran importancia, ya que las empresas demandan cada vez más estrategias innovadoras de comunicación para diferenciarse de la competencia (Lair, Sullivan, & Cheney, 2005).

Por ese motivo, un mercado globalizado donde cada vez es más difícil hacerse un hueco, demandas profesionales que destaquen sobre los demás de manera innovadora. Profesionales que desarrollan proyectos, que son flexibles y que ofrecen un valor añadido bien comunicado y promocionado. Por ello, no es de extrañar que autores como Bustínduy (2012), Pérez Ortega (2008) y Lair, Sullivan, & Cheney (2005) propongan emprender y crear una marca personal como respuesta a dicha situación.

 

 

Análisis Externo

El análisis externo se enfoca en comprender los factores y tendencias que afectan a una organización desde fuera de sus límites. Esto incluye aspectos del entorno económico, social, tecnológico, político y legal en los que opera la empresa. Algunos aspectos importantes del análisis externo incluyen:

  1. Entorno Económico: Evaluación de la situación económica general, tasas de crecimiento, inflación, tasas de interés y tendencias del mercado.
  2. Entorno Social: Consideración de factores demográficos, cambios en el comportamiento del consumidor, tendencias culturales y sociales.
  3. Entorno Tecnológico: Identificación de avances tecnológicos relevantes, cambios en la industria, innovaciones disruptivas y su impacto en la organización.
  4. Entorno Político y Legal: Evaluación de regulaciones gubernamentales, políticas comerciales, leyes laborales, normativas ambientales y otros factores políticos y legales que pueden afectar a la empresa.
  5. Entorno Competitivo: Análisis de la competencia directa e indirecta, identificación de ventajas competitivas y análisis de la posición de la empresa en el mercado.

Análisis Interno

El análisis interno se centra en evaluar los recursos, capacidades y procesos internos de una organización. Esto incluye identificar las fortalezas y debilidades de la empresa en comparación con la competencia y sus propios objetivos. Algunos aspectos importantes del análisis interno incluyen:

  1. Recursos Humanos: Evaluación de la calidad y cantidad de talento humano, habilidades y competencias del personal, cultura organizacional y clima laboral.
  2. Recursos Financieros: Análisis de la situación financiera de la empresa, liquidez, rentabilidad, estructura de capital, flujos de efectivo y rendimiento financiero.
  3. Recursos Tecnológicos: Evaluación de la infraestructura tecnológica, sistemas de información, capacidades de investigación y desarrollo, y nivel de innovación tecnológica.
  4. Recursos Físicos: Análisis de las instalaciones, equipos, maquinaria, ubicación geográfica y otros activos físicos de la empresa.
  5. Recursos Organizacionales: Evaluación de la eficiencia y efectividad de los procesos internos, estructura organizativa, sistemas de gestión y capacidad de adaptación al cambio.

Integración y Toma de Decisiones

Una vez completados los análisis externo e interno, la organización puede integrar esta información para identificar oportunidades, amenazas, fortalezas y debilidades clave. Esto proporciona una base sólida para la formulación de estrategias y la toma de decisiones informadas. Las estrategias resultantes pueden aprovechar las fortalezas internas de la empresa y responder de manera efectiva a los desafíos y oportunidades del entorno externo.

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