15 señales de que posees inteligencia emocional

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13. 15 SEÑALES DE QUE POSEES INTELIGENCIA

EMOCIONAL

5. No te asusta el futuro.
La gente que cuenta con inteligencia emocional no se obsesiona por los eventos del futuro que están fuera de su control. Se sienten cómodos viviendo en un mundo en que no existe una bola de cristal, porque la vida se supone que es una aventura emocionante (no una rutina escrita en piedra.)

6. Estás en sintonía con el presente.
Las personas que tienen inteligencia emocional no pasan sin más sus días caóticos. En vez de eso, experimentan activamente los matices de cada momento en cada día de sus vidas.

7. Eres un hábil y activo oyente.
Las personas que poseen inteligencia emocional saben que “oír” y “escuchar” son dos cosas muy diferentes. Ellas suelen parafrasear los dichos de una persona en forma de pregunta para asegurarse de que nada se perdió en la comunicación.

8. Eres capaz de darte cuenta qué te molesta.
La gente que cuenta con inteligencia emocional no deja que un coro de auto negatividad controle su cerebro. Son detectives y exploran su medioambiente, buscando pistas que revelen por qué se sienten de la forma en que lo hacen y, más importante, qué pueden hacer para mejorar.

9. Te sientes cómodo hablando con amigos y extraños.
Las personas que poseen inteligencia emocional nunca conocen a un extraño que no les guste. No les importa la edad de la persona, su raza, su religión, género, orientación sexual, o afiliación política; aman a todos por igual, porque aquí somos todos humanos.

10. Eres ético en negocios y en relaciones.
La gente que tiene inteligencia emocional sigue su compás moral en los negocios y en la vida. Sus valores pueden diferir de persona a persona, pero altos estándares gobiernan su comportamiento.

11. Sientes ganas de ayudar a los demás.
Las personas que cuentan con inteligencia emocional no necesitan una razón para ayudar a otros.
Ayudan a las mujeres mayores con sus bolsas de supermercado; se ofrecen a lavar los platos si un amigo o pareja ha preparado la comida; sujetan las puertas, no sólo para las damas, sino que para los caballeros también.

Manual de Inteligencia Emocional

12. Eres capaz de leer a las personas como un libro.
Las personas que disponen de inteligencia emocional pueden interpretar el significado de los gestos, expresiones y lenguaje corporal. Saben que no pueden depender sólo del lenguaje, porque la presencia física de una persona a menudo no coincide con las palabras que dicen.

13. Eres firme en tu deseo de realizarte.                                                                                                     Las personas que poseen inteligencia emocional apuntan al éxito, no importa cuánto los lleve. Están dispuestas a lidiar con retrasos y solucionar deficiencias, porque no se pierde hasta que se renuncia.

14. Estás motivado por razones dentro de ti.
La gente que tiene inteligencia emocional construye una motivación que perdura. Se desconectan del resultado final y se enfocan en disfrutar el proceso. El desarrollo personal no ocurre en el momento del éxito, sino que durante el proceso de crecimiento que lleva a ese éxito.

15. Estás dispuesto a decir que “no” cuando tienes que hacerlo.
Las personan que cuentan con inteligencia emocional saben que puede haber mucho de algo bueno. Saben que no pueden hacerlo todo, así que se fijan prioridades determinadas por lo que es más importante para ellos.

14. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y EL ESTUDIO DE LA FELICIDAD

¿Qué es la felicidad?
El intento de responder a esta pregunta puede parecer pretencioso y es natural que el lector lo piense,
porque incluso al que formula la pregunta le tiembla la mano mientras lo escribe. Desde el inicio de la
civilización hasta nuestros más ilustres filósofos y pensadores se han propuesto cientos de respuestas que no han podido cerrar ni el debate ni la reflexión tanto personal como colectiva sobre esta cuestión.
Por otra parte, algunos autores consideran que la felicidad es un constructo tan escurridizo que su estudio siempre quedará vetado para la ciencia.

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1. Eres consciente de tus emociones

Tienes una buena comprensión de lo que sientes en cada momento y de cómo esas emociones afectan tu comportamiento y decisiones.

2. Gestionas bien el estrés

Sabes cómo lidiar con situaciones estresantes sin perder la calma o reaccionar impulsivamente. Utilizas técnicas como la respiración profunda o el distanciamiento emocional para mantener el control.

3. Tienes empatía

Eres capaz de ponerte en el lugar de los demás y entender sus emociones, necesidades y puntos de vista, incluso cuando no están expresados de manera explícita.

4. Controlas tus reacciones emocionales

No dejas que tus emociones te dominen. Sabes cuándo es mejor mantener la calma y no reaccionar de forma exagerada ante provocaciones o situaciones desafiantes.

5. Reconoces tus fortalezas y debilidades

Tienes una clara autoconciencia de tus habilidades y limitaciones. Sabes en qué eres bueno y en qué necesitas mejorar.

6. Te adaptas fácilmente al cambio

No te aferras a las rutinas y eres capaz de ajustarte a nuevas circunstancias con facilidad, viendo los cambios como oportunidades en lugar de amenazas.

7. Te comunicas de manera efectiva

Sabes cómo expresar tus pensamientos y emociones de manera clara y directa, pero también de forma asertiva y respetuosa, fomentando una buena comunicación.

8. Eres un buen oyente

Escuchas activamente a los demás, prestando atención no solo a lo que dicen, sino también a lo que no dicen. Captas el lenguaje corporal y los matices emocionales.

9. No te tomas las críticas de manera personal

Aceptas las críticas constructivas como una oportunidad para aprender y mejorar, en lugar de sentirte atacado o reaccionar a la defensiva.

10. Tienes autocontrol

Sabes cómo regular tus impulsos, evitando acciones o palabras de las que podrías arrepentirte más tarde. Piensas antes de actuar.

11. Eres optimista

Mantienes una actitud positiva ante los desafíos y las adversidades. Confías en que encontrarás soluciones y que las cosas mejorarán.

12. Fomentas relaciones saludables

Te esfuerzas por mantener relaciones equilibradas y auténticas, en las que haya reciprocidad, respeto y apoyo mutuo.

13. Resuelves conflictos de manera pacífica

En lugar de evitar los conflictos, los enfrentas con madurez, buscando soluciones que beneficien a ambas partes sin dejar que las emociones negativas tomen el control.

14. Aprendes de tus errores

Ves los fracasos como oportunidades para aprender y crecer. No te quedas atascado en la culpa o la autocrítica, sino que buscas cómo mejorar.

15. Te responsabilizas de tus emociones

No culpas a los demás por cómo te sientes. Reconoces que tus emociones son tuyas y que eres responsable de gestionarlas de manera saludable.

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