La tributación conjunta se regula en los artículos 82 y siguientes de la Ley 35/2006, de 28 de noviembre, del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas y de modificación parcial de las leyes de los Impuestos sobre Sociedades, sobre la Renta de no Residentes y sobre el Patrimonio (BOE de 29 de noviembre), -en adelante LIRPF-, cuyo tenor literal, por lo que aquí interesa, es el siguiente:
“Artículo 82. Tributación conjunta.
“1. Podrán tributar conjuntamente las personas que formen parte de alguna de las siguientes modalidades de unidad familiar:
1.ª La integrada por los cónyuges no separados legalmente y, si los hubiera:
a) Los hijos menores, con excepción de los que, con el consentimiento de los padres, vivan independientes de éstos.
b) Los hijos mayores de edad incapacitados judicialmente sujetos a patria potestad prorrogada o rehabilitada.
2.ª En los casos de separación legal, o cuando no existiera vínculo matrimonial, la formada por el padre o la madre y todos los hijos que convivan con uno u otro y que reúnan los requisitos a que se refiere la regla 1.ª de este artículo
3. Nadie podrá formar parte de dos unidades familiares al mismo tiempo.
4. La determinación de los miembros de la unidad familiar se realizará atendiendo a la situación existente a 31 de diciembre de cada año”.
En caso de que el consultante y su pareja decidieran contraer matrimonio, de acuerdo con el precepto arriba transcrito, nos encontraríamos en la primera de las modalidades de unidad familiar que contempla el artículo 82 de la LIRPF, integrada por el consultante, su nuevo cónyuge, y los hijos menores de ambos, pudiendo todos ellos como integrantes de dicha unidad familiar tributar conjuntamente en la declaración del Impuesto.
En consecuencia, si se produjera dicho matrimonio el consultante y su pareja no podrían cada uno de ellos presentar declaración conjunta de IRPF con sus respectivos hijos, dado que ambos ya no se encontrarían en la segunda de las modalidades de unidad familiar que contempla el artículo 82 de la Ley del Impuesto, sino que tal como ya se ha explicado se encontrarían en la primera de ellas.
1. Unidades familiares en la declaración conjunta
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) permite que la declaración se presente de manera conjunta por las unidades familiares, las cuales pueden estar formadas por:
- Parejas casadas: La unidad familiar se compone de ambos cónyuges, sin separación legal, y los hijos menores de 18 años, o mayores incapacitados judicialmente sujetos a patria potestad prorrogada o rehabilitada.
- Padre o madre separado legalmente o sin vínculo matrimonial: En este caso, la unidad familiar estará compuesta por uno de los progenitores y todos los hijos que convivan con él o ella y reúnan los requisitos mencionados.
2. Implicaciones de la declaración conjunta
- Solo uno de los progenitores puede formar parte de una declaración conjunta con los hijos.
- En caso de separación o divorcio, ambos progenitores no pueden presentar declaración conjunta con los mismos hijos. Cada progenitor solo puede presentar declaración conjunta con los hijos que convivan con él de manera habitual.
3. Situación en caso de separación
Si los padres están separados legalmente o divorciados, cada uno de ellos puede optar por realizar la declaración conjunta con los hijos que convivan habitualmente con cada uno de ellos. Para que esto sea aplicable:
- Es necesario que los hijos convivan permanentemente con uno de los progenitores, ya que los hijos no pueden incluirse en las declaraciones conjuntas de ambos padres a la vez.
- Si la custodia de los hijos es compartida, los progenitores deberán decidir si cada uno presenta la declaración individual o si uno de ellos presenta la declaración conjunta.