Con el tiempo, los materiales usados en la alfombra, como la lana, la seda o el algodón, se degradan. Por esto, los arqueólogos no han podido realizar descubrimientos interesantes sobre los restos más antiguos.
Sin embargo, en una única excavación, llevada a cabo en 1 949, se descubrió una excepcional alfombra Pazyryk en medio de los hielos del valle Pazyryk, en los montes Altai en Siberia. Se encontró en la tumba de un príncipe escita descubierta por un grupo de arqueólogos rusos bajo la supervisión de Sergei Ivanovich Rudenko. Las pruebas de carbono 1 4 demuestran que la alfombra Pazyryk se tejió en el siglo V a. C. Mide 1 ,83 metros de ancho por 2 metros de largo y tiene 3.600 nudos simétricos por decímetro cuadrado. La avanzada técnica de tejido usada en esta alfombra demuestra una clara experiencia en el dominio de este arte. La mayoría de expertos cree que la alfombra Pazyryk es el resultado de una larga evolución de la técnica de fabricación de alfombras de al menos un milenio. Según esta teoría, la aparición de la técnica de tejido de alfombras dataría de al menos 3.500 años.
Alfombra de Pazyryk,s. V a. C. Descubierta en Pazyryk, Siberia.
Pero todo lo que queda como vestigio del tejido de alfombras en los tiempos antiguos se limita a algunos trozos de alfombras mal conservados. Estos fragmentos no son muy útiles para reconocer las características de las técnicas de tejido de alfombras del periodo pre-selyúcida (s.XI -XI I ) en Persia. No obstante, existen menciones escritas de la existencia de alfombras en Asia occidental durante la época preislámica, pero es imposible saber si eran de nudos o tejidas. Algunos fragmentos de alfombras de nudos proceden de la época sasánida, y fueron descubiertos en Shahr-e Qumis.
Las más viejas piezas descubiertas son las que se encontraron en el este del Turquestán, y datan de los siglos I I I al V de la era cristiana, así como algunos tejidos a mano de los Selyúcidas de Asia menor, expuestos en la mezquita Ala’edin en Konya y en la mezquita Ashrafoghlu en Beyshehir (Turquía). Estas piezas atrajeron la atención de los investigadores a inicios del siglo pasado, y se conservan en el museo de las artes turcas e islámicas de Estambul y en el museo Molana en Konya.
Las primeras alfombras datan de la antigüedad y se cree que tienen más de 2,500 años de historia. Las alfombras más antiguas conocidas se remontan a civilizaciones como la egipcia, la persa, la griega y la china. Sin embargo, la región de Persia (ahora Irán) es famosa por su tradición ancestral en la fabricación de alfombras y ha desempeñado un papel crucial en la evolución y desarrollo de esta forma de arte.
En Persia, se han descubierto alfombras antiguas en sitios arqueológicos como el Palacio de Persépolis, que data del siglo VI a.C. Estas alfombras primitivas, tejidas a mano con lana o pelo de cabra, eran utilizadas para proporcionar comodidad y calor en las tiendas nómadas o como tapices decorativos en los hogares.
El refinamiento de la fabricación de alfombras en Persia se produjo durante la dinastía Safávida, que gobernó desde finales del siglo XV hasta principios del siglo XVIII. Durante este período, se establecieron talleres reales y se fomentó el desarrollo de técnicas de tejido más avanzadas. Las alfombras producidas durante la época Safávida son consideradas algunas de las más finas y valiosas en la historia del arte textil.
Las primeras alfombras persas se caracterizaban por sus diseños geométricos simples y colores naturales. Con el tiempo, los diseños se volvieron más complejos, incorporando motivos florales, animales y geométricos, así como intrincados patrones y bordes ornamentales.
La fabricación de alfombras en Persia continuó evolucionando a lo largo de los siglos, adaptándose a los gustos y demandas cambiantes de los mercados locales e internacionales. Hoy en día, las alfombras persas siguen siendo valoradas en todo el mundo por su belleza estética, artesanía excepcional y profunda tradición cultural.