SALSAS
BECHAMEL CLÁSICA
Ingredientes para 2 raciones aproximadamente:
–1 cuchara de mantequilla
–1 cuchara de harina de maíz
–1 taza grande de leche
–1 cebolla
–Una zanahoria
–Sal y una pizca de pimienta blanca
Elaboración:
1 Fundir la mantequilla en un cazo a fuego lento y a continuación se añade la harina de maíz mezclando bien ambos ingredientes con una cuchara de madera (esto se hace para que la bechamel no coja el gusto de la harina). Seguidamente incorporar poco a poco una taza de leche (previamente hervida con una cebolla y una zanahoria en trozos y colada), sin dejar de remover para que no se formen grumos, se deja hervir a fuego lento durante 2 minutos aproximadamente.
2 Pasado este tiempo, retirar del fuego y sazonar con la sal y una pizca de pimienta blanca.
Nota: si se desea realzar su sabor, bastará con que en el último minuto de cocción se le añada una cucharada de queso rallado. Otra variante sería sustituir la leche hervida por caldo de pollo.
Ingredientes:
- 50 g de mantequilla
- 50 g de harina de trigo
- 500 ml de leche
- Sal al gusto
- Pimienta blanca al gusto
- Nuez moscada al gusto (opcional)
Instrucciones:
- Preparar el roux:
- En una cacerola, derrite la mantequilla a fuego medio. Una vez derretida, añade la harina y cocina, removiendo constantemente con una cuchara de madera o un batidor de varillas, hasta que la mezcla esté dorada y huela a nuez, aproximadamente 2-3 minutos. Esta mezcla de mantequilla y harina se llama «roux» y es la base de la salsa bechamel.
- Añadir la leche:
- Retira la cacerola del fuego y añade la leche poco a poco, batiendo constantemente para evitar que se formen grumos. Es importante que la leche esté a temperatura ambiente o ligeramente caliente para facilitar la mezcla con el roux.
- Cocinar la salsa:
- Vuelve a colocar la cacerola en el fuego medio y sigue batiendo hasta que la salsa comience a espesar. Cocina durante unos 10 minutos, removiendo constantemente, hasta que la bechamel tenga una consistencia suave y cremosa.
- Sazonar:
- Añade sal, pimienta blanca y una pizca de nuez moscada al gusto. Mezcla bien para que los condimentos se integren completamente en la salsa.
- Verificar la consistencia:
- Si la salsa está demasiado espesa, puedes añadir un poco más de leche hasta alcanzar la consistencia deseada. Si está demasiado líquida, sigue cocinando un poco más hasta que espese.
- Usar o almacenar:
- La salsa bechamel está lista para usar en tus recetas favoritas, como lasaña, croquetas, gratinados o como base para otras salsas.
- Si no la vas a usar de inmediato, cúbrela con papel film directamente sobre la superficie de la salsa para evitar que se forme una piel. Se puede conservar en el refrigerador durante unos días y recalentar a fuego lento cuando se necesite.
Consejos adicionales:
- Batidor de varillas: Usar un batidor de varillas puede ayudar a evitar grumos y a lograr una textura más suave.
- Infusión de leche: Para un sabor más profundo, puedes calentar la leche previamente con una cebolla pequeña, una hoja de laurel y un par de clavos de olor. Luego, cuela la leche antes de añadirla al roux.