Partimos de una premisa que es innegable, y esta consiste en que no existe un entorno completamente seguro a la hora de realizar cualquier actividad. Si miramos el campo de las actividades recreativas, por coger un ejemplo cercano, todas, tienen asociado múltiples y variados riesgos, y aunque se dedique un tremendo esfuerzo y coste a disminuir el riesgo que conllevan, ocurren accidentes que nos hacen tomar conciencia de que este entorno que suponemos seguro, no lo es tanto. Pongamos como ejemplo las carreras de fórmula 1. El conducir un vehículo a esas velocidades, implica un riesgo de accidente, el conducir, que se ve aumentado por el hecho de la velocidad. A pesar de todas las medidas de seguridad que se toman (tanto en los vehículos, como en el circuito, etc.) ocurren accidentes que nos hacen tomar conciencia de que la percepción del riesgo, “las carreras de fórmula 1 son seguras”, no se corresponde con la realidad, puesto que cuando ocurre un accidente, y estos ocurren, suele tener consecuencias. Estas en la mayoría de los casos no suelen ser muy graves, gracias a todas las medidas de seguridad que se llevan a cabo, pero en otros casos, las consecuencias pueden llegar a ser fatales.
Otro tipo de actividades, como las laborales, las actividades de ocio también implican muchos riesgos que no podemos omitir, y que al igual que en el ejemplo que poníamos, aunque se rodeen de medidas de seguridad, a veces ocurren y nos hacen reflexionar sobre la importancia de desarrollar todos los medios a nuestro alcance para hacer un entorno más seguro.
Definimos el riesgo, como la posibilidad de que se produzca un contratiempo o una desgracia, de que alguien o algo sufra perjuicio o daño.
Los riesgos pueden ser de muchos tipos. Una clasificación genérica de los riesgos a los que nos vemos sometidos puede ser:
- Riesgos biológicos.
- Riesgos físicos.
- Riesgos químicos.
- Riesgos ergonómicos.
- Riesgos psicosociales
En este curso que nos ocupa, vamos a centrarnos en los riesgos biológicos.
Podemos definir riesgo biológico como la posible exposición a agentes biológicos que puedan dar lugar un daño a la salud, especialmente enfermedades. También podemos definir el riesgo biológico como la probabilidad de que ocurra, y una vez que haya ocurrido, a la magnitud de las consecuencias, de un evento adverso relacionado con el uso de agentes biológicos que pueden afectar al hombre, la comunidad o medio ambiente.
Es importante señalar que las normativas de bioseguridad se refieren en general, cuando hablamos de riesgos biológicos, a organismos o productos derivados de estos, sin especificar cuáles son (microorganismos, plantas o animales). Así, una definición más simple puede ser, la presencia de un organismo o una sustancia derivada de un organismo que supone una amenaza a la salud humana (una contaminación biológica). Esto puede incluir desde los residuos sanitarios hasta un fluido que contiene a un microorganismo, virus o toxina, de una fuente biológica que puede resultar patógena.
Agente biológico
Según el Real Decreto 664/1997, de 12 de mayo, los AGENTES BIOLÓGICOS se definen como: «microorganismos, con inclusión de los genéticamente modificados, cultivos celulares y endoparásitos humanos, susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad».
Nos ajustaremos a la definición de cada uno de los agentes biológicos, comprendiendo las siguientes categorías:
- Microorganismo: Son entidades microbiológicas, celulares o no, capaces de reproducirse o de transferir su material genético. Se incluyen en esta categoría los virus, las bacterias, los hongos filamentosos, las levaduras y los agentes transmisibles no convencionales (priones).
- Microorganismos modificados genéticamente: Se trata de cualquier microorganismo cuyo material genético ha sido modificado de una manera que no se produce de forma natural en el apareamiento o la recombinación natural.
- Cultivo celular: Es el resultado del crecimiento in vitro de células aisladas de organismos pluricelulares. Permiten el crecimiento y propagación de otros microrganismos patógenos ya sea de forma conocida o inadvertida.
- Endoparásitos humanos: Son organismos unicelulares o pluricelulares que desarrollan parte o todo su ciclo vital
en el interior de uno o varios huéspedes. Esta categoría incluye a los protozoos y los helmintos (gusanos.
1.a Clasificación de los agentes biológicos
Una vez que tenemos definido los agentes biológicos, vamos a clasificar a los mismos en grupos en función de la capacidad que tienen para producir una enfermedad en el ser humano, es decir, en función de su riesgo.
Se clasifican por tanto en:
- Grupo I (riesgo individual y poblacional escaso o nulo): Son agentes con escasa probabilidad de causar una enfermedad en las personas.
- Grupo II (riesgo individual moderado y poblacional bajo): Son agentes que pueden causar una enfermedad en el ser humano y pueden suponer un peligro para quienes trabajan cuando entran en contacto con él, siendo poco probable que se propaguen a la colectividad y existiendo generalmente profilaxis o tratamiento eficaz.
- Grupo III (riesgo individual elevado y poblacional bajo): Son agentes que pueden causar una enfermedad grave en las personas y presentan un serio peligro para quienes trabajan con él, pero que al mismo tiempo presentan un riesgo bajo de propagación a la colectividad y existiendo generalmente una profilaxis o tratamiento eficaz.
- Grupo IV (riesgo individual y poblacional elevado): Son agentes que causan una enfermedad grave en el ser humano y suponen un serio peligro para quienes trabajan con él, y al mismo tiempo presentan muchas probabilidades de que se propaguen a la colectividad, añadiendo a todo esto que no existe, generalmente, una profilaxis o un tratamiento eficaz.
Una vez que tenemos clasificado a un agente biológico dentro de un grupo de riesgo, estos deben ser sometidos a estudio, con la finalidad de conocer una información que vamos a considerar vital, para poder poner en marcha todos los mecanismos de seguridad necesarios para evitar dicho riesgo biológico, puesto que, en muchos casos, e indefectiblemente, vamos a tener contactos con él.
Por tanto, de cada agente biológico deberíamos de conocer, aparte del agente y la enfermedad que causa, su clasificación en cuanto al nivel de riesgo, su distribución en el mundo, los lugares donde la enfermedad es prevalente, los reservorios si existen, las fuentes principales de la infección en los humanos, el modo de transmisión, los principales modos de transmisión a los humanos (vectores, persona a persona, vía de entrada, periodo de incubación, tiempo que transcurre entre la exposición y la aparición de síntomas, cuadro clínico, diagnóstico por laboratorio, manejo médico, medidas de salud pública, requisitos de aislamiento, protección del personal asistencial, disposición de materiales contaminados, y donde sea aplicable, medidas higiénicas y ambientales, así como profilaxis y tratamiento).
1.b Cadena de infección o epidemiológica
Es la secuencia de pasos en la que se produce la transmisión de un agente biológico (proliferación, liberación y transmisión).
Esta secuencia de pasos de produce a través de 5 eslabones necesarios para la transmisión de la enfermedad.
Es muy importante su conocimiento puesto que nos permitirá seleccionar las medidas preventivas adecuadas con el fin de impedir el contacto del agente biológico con los trabajadores y clientes.
- Componentes:
Reservorio
- Agente patógeno
- Exposición a el agente patógeno
- Mecanismo de transmisión
- Huésped
El actual virus SARS-COV-19 es muy similar genéticamente a otro identificado en murciélagos, pero con modificaciones en sus receptores que le hacen ser muy eficiente en la infección de células humanas.
Dada la amplia variedad de coronavirus detectados, su difusión en distintas especies de animales y su facilidad para recombinarse entre sí, los coronavirus pueden seguir ocasionando graves problemas de salud pública en el futuro, especialmente en aquellos contextos en los que exista contacto estrecho con animales salvajes vivos, como ya han demostrado en los últimos 20 años.
El SARS-CoV-19 (COVID-19) se propaga de persona a persona por el contacto con las gotas respiratorias que proceden de personas infectadas y que se transmiten directamente o mediante las secreciones de la persona infectada que contaminan las manos o los objetos con los que pueden entrar en contacto: pomos de puertas, cubiertos, toallas, mesas, sillas…
También se ha encontrado en la sangre y en las heces, aunque se desconoce el peso que puedan tener estas vías en el contagio.
A nivel general, la enfermedad por COVID19 es una enfermedad transmisible, que en cuanto que es un fenómeno comunitario se presenta en forma de pandemia (Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región) la cual fue declarada por la OMS el 11 de marzo de 2020
- Reservorio
Es el medio a través del cual el agente patógeno encuentra las condiciones indispensables para su supervivencia y desde el que pasa al huésped susceptible mediante los mecanismos de transmisión para producir la infección.
El reservorio en general puede ser un ser humano o animal, el suelo o un objeto inanimado
A día de hoy parece claro que el reservorio del virus es el murciélago, pero puede haber un animal hospedador intermediario, que podría ser el pangolín.
El actual virus es muy similar genéticamente a otro identificado en murciélagos, pero con modificaciones en sus receptores que le hacen ser muy eficiente en la infección de células humanas.
Dada la amplia variedad de coronavirus detectados, su difusión en distintas especies de animales y su facilidad para recombinarse entre sí, los coronavirus pueden seguir ocasionando graves problemas de salud pública en el futuro, especialmente en aquellos contextos en los que exista contacto estrecho con animales salvajes vivos, como ya han demostrado en los últimos 20 años.
- Agente patógeno
Es el organismo vivo (microorganismo) productor de la enfermedad. El agente patógeno debe reunir unas propiedades, que son:
- Transmisibilidad: o capacidad del agente para propagarse de un huésped a otro.
- Patogenicidad: o capacidad para producir enfermedad
- Inmunogenicidad: o capacidad para inducir una respuesta inmunitaria específica y duradera en el huésped
Los coronavirus son virus esféricos, de 100 a 160 nm (nanómetros) de diámetro, tienen una única hebra de RNA y poseen una cubierta lipídica lo que les hace bastante susceptibles a los detergentes y desinfectantes.
Son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS).
El nuevo coronavirus se llama SARS-CoV-2. Es un nuevo tipo de coronavirus que puede afectar a las personas y se ha detectado por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China.
La enfermedad que causa el SARS-CoV-2 se llama COVID19, tiene un periodo de incubación de 0- 14 días, con una media de 5- 6 días. A los 10 días el 95% de los casos ha desarrollado síntomas.
La duración de la enfermedad desde el inicio de los síntomas, es de dos semanas si la enfermedad es leve y de 3-6 semanas si es grave o critica.
Los síntomas más frecuentes que produce la enfermedad son:
Fiebre (87,9%), tos seca (67,7%), astenia (38,1%), expectoración (33,4%), disnea (18,6 %), dolor de garganta (13,9%), cefalea (13,6%), mialgia o artralgia (14,8%), escalofríos (11,4%), náuseas o vómitos (5 %), congestión nasal (4,8%), diarrea (3,7%), hemoptisis (0,9%) y congestión conjuntival (0,8%).
Exposición a el agente biológico:
Viene caracterizada por la dispersión del agente biológico, es decir, las posibles formas o soportes en los que el agente biológico puede pasar del reservorio al ambiente.
La exposición puede ser accidental (pinchazo, salpicadura…) o silente, puesto que el agente biológico esté en el ambiente de manera que pase desapercibida para el trabajador, como es el caso del Covid19.
Mecanismo de transmisión:
Son las vías y medios usados por el agente patógeno para pasar del reservorio a un huésped susceptible.
El modo en el que pudo transmitirse el virus de la fuente animal a los primeros casos humanos es desconocido. Todo apunta al contacto directo con los animales infectados o sus secreciones produciendo principalmente cuadros respiratorios y gastrointestinales, lo que podría indicar que la transmisión del animal a humanos pudiera ser a través de secreciones respiratorias y/o material procedente del aparato digestivo.
El SARS-CoV-2 se ha detectado en secreciones nasofaríngea, incluyendo la saliva.
Mecanismo de transmisión humano-humano
La vía de transmisión entre humanos se considera similar al descrito para otros coronavirus a través de las secreciones de personas infectadas, principalmente por contacto directo con gotas respiratorias, mediante un mecanismo de transmisión aérea, mediante las gotas de Pflugge y los núcleos goticulares de Wells.
Las gotas de Pflugge gran tamaño (más de 5 micras) y de las gotículas de Wells de menor tamaño y más difíciles de eliminar y resistentes a los agentes desinfectantes de saliva o secreciones respiratorias emitidas por personas infectadas con la tos o el estornudo a distancias menores de 2 m.
Estas gotas pueden contaminar las manos, objetos o superficies, de manera que si una persona susceptible toca estos objetos y posteriormente se lleva los dedos a la boca, nariz o conjuntivas puede ser infectada.
Aunque se trata de un contacto directo, por la especial importancia que reviste debemos tener en cuenta siempre la posibilidad de un mecanismo de transmisión vertical, es decir, la transmisión de una infección de la madre al hijo, antes del nacimiento (congénita), durante el parto (perinatal) o después del parto (neonatal). Por último, debemos considerar las zoonosis que son las enfermedades que transmiten de manera natural los animales vertebrados al hombre.
Se asume que una persona puede ser contagiosa 1 o 2 días antes de empezar con los síntomas (según modelos matemáticos) y las cargas virales de estas personas pueden ser tan altas como las de los casos con síntomas.
La mayor parte de las personas infectadas desarrollarán síntomas, aunque es posible que estos sean escasos, leves o incluso, atípicos, como fatiga o malestar inespecíficos.
La permanencia de SARS-CoV-2 viable en superficies de cobre, cartón, acero inoxidable, y plástico ha sido de 4, 24, 48 y 72 horas, respectivamente cuando se mantiene a 21-23 ºC y con 40% de humedad relativa (15). En otro estudio, a 22 ºC y 60% de humedad, se deja de detectar el virus tras 3 horas sobre superficie de papel (de imprimir o pañuelo de papel), de 1 a 2 días cuando lo aplican sobre madera, ropa o vidrio y más de 4 días cuando se aplica sobre acero inoxidable, plástico, billetes de dinero y mascarillas quirúrgicas.
Huésped
Es la persona víctima del agente patógeno, que no tiene inmunidad especifica suficiente, es decir capacidad defensiva para hacer frente al agente patógeno, y que al entrar en contacto con él puede desarrollar la enfermedad.
Los grupos con mayor riesgo de desarrollar enfermedad grave por COVID son las personas que tienen:
- más de 60 años
- enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial
- diabetes
- enfermedad pulmonar obstructiva crónica
- cáncer
- inmunodepresión
- embarazo
Para que un hombre se convierta en huésped, es imprescindible que sea susceptible, es decir, que pueda infectarse. La susceptibilidad del huésped, viene determinada por varios factores…
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1. Agente Infeccioso
- Definición: Microorganismo que causa la enfermedad. Puede ser un virus, bacteria, hongo o parásito.
- Ejemplos:
- Virus (SARS-CoV-2 causante del COVID-19)
- Bacteria (Streptococcus pneumoniae causante de la neumonía)
2. Reservorio
- Definición: Lugar donde el agente infeccioso vive, se multiplica y sobrevive. Puede ser una persona, animal, o ambiente.
- Ejemplos:
- Humanos (reservorio de muchas enfermedades virales y bacterianas)
- Animales (reservorio del virus de la rabia)
- Agua, suelo (reservorio de bacterias como Legionella)
3. Puerta de Salida
- Definición: Vía por la cual el agente infeccioso sale del reservorio.
- Ejemplos:
- Vías respiratorias (tos, estornudos)
- Aparato digestivo (heces, vómitos)
- Piel y mucosas (heridas, úlceras)
4. Modo de Transmisión
- Definición: Método por el cual el agente infeccioso se transfiere del reservorio a un nuevo huésped.
- Tipos:
- Transmisión Directa: Contacto físico directo, gotas respiratorias.
- Transmisión Indirecta: A través de un intermediario, como objetos contaminados (fómites), aire, agua, alimentos o vectores (insectos, roedores).
5. Puerta de Entrada
- Definición: Vía por la cual el agente infeccioso entra en el nuevo huésped.
- Ejemplos:
- Vías respiratorias (inhalación de aerosoles)
- Aparato digestivo (ingestión de alimentos o agua contaminados)
- Piel y mucosas (heridas, picaduras de insectos)
6. Huésped Susceptible
- Definición: Individuo que no tiene inmunidad suficiente para resistir la infección por el agente infeccioso.
- Factores de susceptibilidad:
- Edad (niños y ancianos son más vulnerables)
- Estado inmunológico (personas con sistemas inmunitarios comprometidos)
- Enfermedades subyacentes (diabetes, enfermedades crónicas)
Romper la Cadena de Transmisión
Para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas, es fundamental intervenir en uno o más eslabones de la cadena de transmisión. Aquí se detallan las estrategias para romper la cadena en cada eslabón:
- Control del Agente Infeccioso
- Tratamiento adecuado de las infecciones con antibióticos, antivirales, antifúngicos o antiparasitarios.
- Vacunación para prevenir infecciones.
- Eliminación o Control del Reservorio
- Identificación y tratamiento de individuos infectados.
- Control de reservorios animales, por ejemplo, mediante campañas de vacunación en animales.
- Desinfección de ambientes contaminados.
- Prevención de la Puerta de Salida
- Uso de barreras físicas como mascarillas y guantes.
- Aislamiento de individuos infectados.
- Prácticas de higiene, como el uso de pañuelos desechables para cubrir la boca y nariz al toser o estornudar.
- Interrupción del Modo de Transmisión
- Higiene de manos con agua y jabón o soluciones hidroalcohólicas.
- Desinfección de superficies y objetos.
- Uso de equipos de protección personal.
- Control de vectores mediante el uso de insecticidas y redes mosquiteras.
- Tratamiento del agua y alimentos para evitar la contaminación.
- Protección de la Puerta de Entrada
- Uso de barreras físicas como mascarillas y guantes.
- Prácticas de higiene personal.
- Cuidado adecuado de heridas y uso de repelentes para prevenir picaduras de insectos.
- Aumento de la Resistencia del Huésped
- Vacunación para aumentar la inmunidad.
- Promoción de estilos de vida saludables para fortalecer el sistema inmunológico.
- Tratamiento y control de enfermedades subyacentes que puedan aumentar la susceptibilidad.