Disposicion para la atencion integral a las personas

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DISPOSICIÓN PARA LA ATENCIÓN INTEGRAL A

LAS PERSONAS

Muchas personas se ven limitadas en su movilidad y en sus relaciones humanas por padecer una discapacidad, encontrase enfermos o ser mayores. La atención integral pretende mejorar las condiciones de vida estas personas.
Para ello se debe detectar exactamente qué necesidades presentan y hacer una valoración que abarque información acerca del estado clínico del usuario, de su capacidad funcional, mental, social y del entorno.
Lo que se pretende dándoles el apoyo integral que necesitan es que los usuarios puedan:
Favorecer su independencia y autosuficiencia.
Sentirse valorados.
Mejorar su autonomía y aumentar su autoestima.
Mejorar sus redes sociales.
Participar en la sociedad.
Alentar que los familiares les brinden protección y cuidados.
Mejorar su calidad de vida.
Cuando descubrimos las necesidades de los usuarios, debemos hacerlas participes en sus propios cuidados:
                                                                                                                                                       Tener en cuenta la opinión del usuario, siempre que se pueda.
Investigar cuáles son sus potencialidades y sus limitaciones.
Estimular al usuario a tomar decisiones y resoluciones propias.
Si un usuario es capaz de tomar su propias decisiones, debemos aceptarlo y no tomarlas nosotros por él, ya que esto es muy positivo para disminuir el sentimiento de dependencia y de la depresión.
Hay que mantener, en la medida de lo posible, al usuario activa física y emocionalmente, con el propósito de prevenir mayor deterioro físico, emocional y mental.

La atención integral a los usuarios también supone:
Mantener una actitud de aceptación incondicional, mostrar confianza desde el principio y darle ánimos para llevar a cabo las acciones.
No realizar juicios morales, aceptando al usuario tal como es y respetando su forma de actuar.
Captar los sentimientos del usuario comprendiéndola y apoyándola.
Tener un tono cálido y amable.
Apreciar la dignidad y el valor del usuario, creer en su autodeterminación y confiar en los recursos de los que disponemos para su ayuda.

PREFERENCIA POR LAS TÉCNICAS DE HUMANIZACIÓN DE LA AYUDA
Humanizar consiste en utilizar las habilidades técnicas para luchar contra las adversidades de la vida impregnándola de los valores y actitudes genuinamente humanos, de acuerdo con la dignidad humana”.
Actitudes del cuidador.
La comprensión empática.
La aceptación incondicional o consideración positiva.
La autenticidad, genuinidad o congruencia.                                                                                                Directividad y no directividad (estilo facilitador)
Consideración holística de la persona.

Habilidades del cuidador.
La escucha activa.
La respuesta empática. Reformulaciones.
La personalización.
Autorrevelación e inmediatez.
La confrontación.
Motivación, cambio y solución de problemas. Cierre.

Manual Atencion Sociosanitaria

CONCLUSIÓN:
Cualquiera que sea nuestra profesión, que nuestro desempeño se guíe por una atención humanizada, centrada en el respeto, en el cariño y en el compromiso.
Que nuestra intervención haga sentirse a la persona escuchada, comprendida y aceptada.
Que en el proceso de curar (cuando es posible) no se descuide el cuidar.

ELABORACIÓN DE ESTRATEGIAS DE INTERVENCIÓN EN AUTONOMÍA PERSONAL

MANTENIMIENTO Y ENTRENAMIENTO DE HÁBITOS DE AUTONOMÍA FÍSICA EN SITUACIONES COTIDIANAS DEL DOMICILIO
Entendemos por hábitos de autonomía física aquellos relacionados con la capacidad de realizar físicamente y de forma autónoma las AVD (Actividades de la Vida Diaria).
Por ejemplo, una persona con hemiplejia necesitará aprender a realizar los movimientos para comer, vestirse, asearse… de acuerdo a las capacidades que aún mantenga.
Tendrá que aprender a manejar su lado sano y aprender a utilizar productos de apoyo adaptados (antes llamadas ayudas técnicas).
Fases de la intervención en el mantenimiento y entrenamiento de los hábitos de autonomía física en las situaciones cotidianas.
El profesional de apoyo en domicilio deberá intervenir para mantener y entrenar los hábitos de autonomía física en las situaciones cotidianas en 4 fases diferentes:

1º PLANIFICAR – 2º PREPARAR – 3º ENTRENAR – 4ºEVALUAR

1. Planificar la intervención: para ello deberá observar al usuario para conocer sus capacidades residuales (las que aún conserva), después establecerá un plan realista (evitar exigencias elevadas, ya que pueden ser frustrantes para la persona con dependencia). Determinará los objetivos que quiere conseguir (qué quiere mantener o entrenar) y cómo va a evaluar la intervención. Este plan lo tendrá que plasmar por escrito.
2.
Prepararse para la intervención: deberemos crear un clima de confianza para que el usuario se sienta motivado, y deberemos explicarle la importancia de entrenar los hábitos de autonomía para su propio bien estar.
3.
Entrenar los hábitos de autonomía física: para ello aportaremos los productos de apoyo necesarios para realizar la acción. Deberemos asesorar al usuario, proporcionarle oportunidades para que pueda poner en práctica esos hábitos dejándole el tiempo necesario. Aprovecharemos las situaciones cotidianas para entrenar los hábitos.
4.
Realizar el Seguimiento y la Evaluación: Cada cierto tiempo comprobaremos los avances conseguidos, nos plantearemos si es oportuno introducir cambios en el plan o qué intervenciones vamos a mantener.
Por ejemplo, siguiendo el caso de la persona con hemiplejia. Establecido un clima de confianza, el usuario puede expresar libremente que no puede comer solo porque no puede agarrar los cubiertos:
“No es que no quiera comer solo, es que no puedo agarrar los cubiertos”.
“No te preocupes, iremos poco a poco, muéstrame como lo haces y veremos cómo
podemos mejorar”.
El cuidador mantiene una postura abierta, y cordial, y tal vez pueda proporcionarle cubiertos adaptados y enseñarle a utilizarlos. Deberá permitirle acostumbrarse, darle tiempo, que experimente con diferentes tipos de comidas y texturas.
Para finalizar se comprobará si está comiendo de forma autónoma, si usa correctamente los cubiertos adaptados, o si se cansa, si nos anticipamos y para terminar antes interviene algún familiar o el técnico.

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1. Evaluación Integral de Necesidades

1.1. Evaluación Multidimensional:

  • Salud Física: Evaluar el estado general de salud, necesidades médicas, y capacidad funcional.
  • Salud Mental y Emocional: Identificar problemas de salud mental, estrés, ansiedad y apoyo emocional necesario.
  • Aspectos Sociales: Considerar las redes de apoyo social, situación familiar, y participación en la comunidad.
  • Aspectos Cognitivos: Evaluar habilidades cognitivas y necesidades de apoyo en la toma de decisiones.

1.2. Evaluación de Recursos y Capacidades:

  • Recursos Personales: Identificar fortalezas, habilidades y recursos propios del individuo.
  • Recursos Ambientales: Evaluar las condiciones del entorno del hogar y la disponibilidad de recursos comunitarios.

2. Planificación y Coordinación del Cuidado

2.1. Plan de Cuidado Personalizado:

  • Objetivos de Cuidado: Definir metas claras y alcanzables en función de las necesidades y preferencias del individuo.
  • Intervenciones y Servicios: Planificar las intervenciones necesarias, incluyendo atención médica, apoyo psicológico, y servicios sociales.

2.2. Coordinación de Servicios:

  • Equipo de Cuidado: Formar un equipo multidisciplinario que puede incluir médicos, enfermeros, psicólogos, trabajadores sociales y terapeutas.
  • Comunicación Efectiva: Asegurar una comunicación continua entre todos los profesionales de la salud y los cuidadores para una atención coordinada.

2.3. Involucración de la Familia y Cuidadores:

  • Educación y Apoyo: Proporcionar formación y apoyo a familiares y cuidadores para que puedan participar activamente en el cuidado.
  • Planes de Cuidado Familiar: Desarrollar estrategias para apoyar a los cuidadores en la gestión de las responsabilidades diarias.

3. Implementación de Servicios y Apoyos

3.1. Atención Médica y Terapéutica:

  • Atención Primaria y Especializada: Brindar acceso a servicios médicos generales y especializados según las necesidades del individuo.
  • Rehabilitación y Terapias: Ofrecer servicios de rehabilitación física, ocupacional y del habla según sea necesario.

3.2. Apoyo Psicosocial:

  • Terapia Psicológica: Proporcionar apoyo psicológico, terapia y asesoramiento para problemas de salud mental y emocional.
  • Apoyo Social: Facilitar la participación en grupos de apoyo y actividades comunitarias que promuevan la interacción social y el bienestar.

3.3. Servicios de Apoyo en el Hogar:

  • Asistencia Personal: Ofrecer servicios de ayuda en actividades diarias como el baño, la alimentación y la movilidad.
  • Adaptaciones del Hogar: Realizar modificaciones en el hogar para mejorar la accesibilidad y la seguridad, como rampas, barras de apoyo y dispositivos de ayuda.

4. Monitorización y Evaluación Continua

4.1. Seguimiento Regular:

  • Revisiones Periódicas: Programar evaluaciones regulares para revisar el estado de salud, el progreso en los objetivos de cuidado y la eficacia de los servicios.
  • Ajustes en el Plan de Cuidado: Modificar el plan de cuidado según sea necesario en respuesta a cambios en las necesidades o condiciones del individuo.

4.2. Evaluación de Satisfacción:

  • Retroalimentación del Usuario: Obtener opiniones del individuo y su familia sobre la calidad de la atención y los servicios recibidos.
  • Mejora Continua: Utilizar la retroalimentación para mejorar los servicios y ajustar las intervenciones para mejor adaptarse a las necesidades.

5. Aspectos Éticos y Legales

5.1. Respeto a la Autonomía:

  • Consentimiento Informado: Asegurar que el individuo esté completamente informado y dé su consentimiento para cualquier tratamiento o intervención.
  • Derechos del Paciente: Respetar los derechos y la dignidad del individuo en todas las decisiones relacionadas con el cuidado.

5.2. Confidencialidad:

  • Protección de Datos: Garantizar la privacidad de la información personal y médica del individuo.
  • Acceso Restringido: Limitar el acceso a la información solo a aquellos que están directamente involucrados en el cuidado.

6. Recursos Comunitarios y Apoyo Externo

6.1. Conexión con Recursos Locales:

  • Servicios Comunitarios: Integrar la atención con recursos comunitarios, como bancos de alimentos, servicios de transporte y grupos de apoyo.
  • Redes de Voluntariado: Utilizar redes de voluntarios para proporcionar apoyo adicional y complementar los servicios profesionales.

6.2. Programas de Educación y Capacitación:

  • Capacitación para Profesionales: Proveer formación continua para los profesionales de la salud sobre las mejores prácticas en atención integral.
  • Educación para el Individuo y la Familia: Ofrecer educación sobre la condición de salud, el manejo de los síntomas y el uso de recursos disponibles.

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