a. Las cortinas en la vivienda
Hasta hace no mucho tiempo, la principal función de las cortinas era cortar el paso de las corrientes de aire y evitar la entrada de la luz solar. Actualmente vestir las ventanas tiene dos funciones importantes, por un lado filtrar la luz exterior, por otro, decorar el interior, ya que las cortinas también cumplen una misión decorativa indiscutible.
La forma y el estilo de una ventana son fundamentales para identificar la estética decorativa de todo el interior. Con la cortina se consigue embellecer la ventana y crear infinidad de efectos atractivos en cualquier ambiente. El mercado ofrece infinitas posibilidades en cuanto a diseño, tejidos y complementos, pero es necesario tener un proyecto específico, para adecuar las cortinas al tipo de ventana y ambiente donde tienen que ir colocadas. Para lograrlo, es importante tener en cuenta una serie de factores que influyen en la elección de las mismas:
- Las características de la estancia
- Las características de la ventana
- El tipo de ambiente y decoración
b. Características de la estancia
Las estancias amplias admiten perfectamente cortinas voluminosas con mucha caída y tejidos gruesos. Van bien tanto los colores claros, como los más intensos. Son muy decorativas las cortinas dobles y forradas, colocadas de forma que muestren ambos lados.
En distancias pequeñas hay que evitar los grandes estampados, y colores claros. Una buena opción son las telas de rayas verticales, ya que proporcionan sensación de amplitud.
Las estancias luminosas admiten cualquier solución, el único problema es que reciben demasiada luz. Para tramitar la luz se puede utilizar combinaciones superpuestas o cortinas de colores intensos, que producen un efecto óptico que teñirá toda la estancia de ese color.
En las estancias con poca luz, los visillos y cortinas ligeras con tejidos poco tupidos, como el lino y gasa, y colores tonos claros, resultan las más idóneas.
c. Características de las ventanas
Existen recursos decorativos para diferentes tipos de ventanas. Si la ventana es estrecha, colocando una barra o galería más larga que el ancho de la ventana, y cortinas que lleguen hasta el suelo se conseguirá crear un efecto de amplitud.
Por el contrario, se puede corregir el efecto de una ventana muy ancha colocando cortinas que lleguen justo al nivel del alféizar.
Cuando la estancia tiene ventanas de igual tamaño se procurará decorar las con el mismo tejido.
En el caso de ventanas desiguales, las Cortinas pueden ayudar a crear el efecto de regularidad deseado, colocando en los rieles a la misma altura y el mismo ancho para todas las cortinas.
d. Ambiente y decoración
En ambientes rústicos las cortinas y estores confeccionados con lino, gasa con la arpillera resultan idóneos para el ambiente.
En ambientes clásicos las cortinas generosas, de una tela pesada que caiga hasta el suelo, con dobleces o funciones bien formados, consiguen un efecto sofisticado.
La tendencia más habitual en este tipo de estancias es la doble cortina y el tejido ideal es chenilla, terciopelo, seda o lino estampado.
En ambientes coloniales se puede dotar por estores o cortinas, pero las telas deben ser ligeras, frescas, lisas y colores dentro de la gama de crudos, marrones suaves y ocres, el algodón, gasa y lino sería la opción más correcta.
e. La elección del tejido
Para elegir el tejido de las cortinas hay que considerar el aspecto práctico y el aspecto decorativo. Si opta por un tejido lavable, habrá que asegurarse de que sus colores son resistentes y de que soporte lavados continuos sin encoger. Desde el punto de vista estético, el tejido debe coordinar con el resto de la decoración, tanto en textura, que con motivos y color.
f. Los visillos
El visillo, en contraposición a la cortina, es muy ligero. En general, su uso obedece básicamente a la necesidad de resguardar el interior de las habitaciones de la acción directa de los rayos del sol, tramitando la luz. Pero sobre todo cumple con su papel decorativo.
Para colgarlos existen numerosos tipos de rieles y barras. Cuando los visillos van solos, lo más habitual es colgarlo de una barra al aire o en un riel oculto tras una galería o cortinero.
El cuerpo de la tela es elemento esencial para elegir el tejido más adecuado para el visillo. Los visillos se suelen realizar con telas ligeras, transparentes o semitransparentes, tanto más finas cuando más fruncido siquiera.
g. Los estores
Los estores son un tipo de cortinaje muy actual. Su presencia es cada día más numerosa en los interiores modernos, en cocinas, cuartos de baños y dormitorios juveniles. En general, son muy discretos en el sentido de que cubren las ventanas sin llamar la atención, algo fundamental en ambientes reducidos. Son perfectos para cubrir ventanas corridas, pero pueden resultar incómodos en las ventanas que se abren hacia dentro de la habitación o en los ventanales de trabajo. Los estores están formados por un tejido que se recoge de diferentes formas mediante un mecanismo. Dependiendo del aspecto que toma la tela en el estor los podemos clasificar en estores planos y fruncidos.
h. Estores planos
En este tipo de estores, las dimensiones del tejido son exactamente las mismas que las de la superficie que cubre. Cuando está desplegado la tela queda completamente lisa. Entre los estores planos podemos citar el estor a rulo, que como su nombre indica funciona por el enrolamiento de la cortina a la altura que deseemos mediante un mecanismo que maneja el usuario.
Otro estor plano es el estor plegable que lleva un sistema de varillas horizontales, dispuestas cada 20 cm aproximadamente, con anillas. Por estas anillas, en sentido vertical, pasa un cordón que es el que hace subir y bajar el tejido. Cuando el estor está plegado o subido, la tela forma tablas horizontales.
i. Estores fruncidos
Los estores fruncidos llevan más tela que los planos y resultan también más recargados. Hay tres tipos fundamentales el austriaco el romano y el veneciano, que se diferencian por el sistema de frunces. Estos estores necesitan tejidos finos y de mucha caída para que las ondas queden elegantes.
j. Persiana de lamas
Las persianas de lamas, conocidas habitualmente con el nombre de
venecianas están formadas por una serie de láminas estrechas y rígidas, provistas de un mecanismo que permite recogerlas o extenderlas, y también cambiar su orientación. Pueden ser de madera o de metal y resultan perfectas para ventanas en las que da el sol de lleno. La posibilidad de cambiar la orientación de las lamas, hace que estas persianas permitan regular la cantidad de luz que entra en la habitación.
También protegen de las miradas del exterior sin impedir la vista desde el interior.
k. Cortinas plisadas
Las cortinas plisadas, semejante a los estores pueden fijarse también a la pared o techo. Están formadas por un tejido rígido plegado en acordeón, con pliegues de unos 2 cm de ancho. Estos pliegues van atravesados por un cordón. Al tirar de el, elevan la parte inferior de la cortina y el tejido se pliega. Plegadas ocupan muy poco espacio, pudiendo por ello instalarse muy cerca de la ventana.
l. Cortinas verticales
El sistema de las Cortinas verticales es semejante al de las persianas de lamas.
La diferencia fundamental estriba en que se desplazan horizontalmente y las piezas quedan dispuestas en sentido vertical.
La cortina plegada queda recogida a un lado de la ventana.
Tiene un mecanismo para modificar la orientación de los elementos, de manera que protege de la luz sin impedir la vista al exterior.
Estas cortinas son más indicadas en oficinas, centros escolares, centros médicos etc.
m. Paneles deslizantes
Los paneles deslizantes conocidos como paneles japoneses también pueden utilizarse para vestir una ventana.
En ambientes de estética zen, de marcado estilo japonés, se utilizan paneles de tela con un contrapeso en su parte inferior y colgado de unos rieles de raíles por la parte superior.
Se realizan mediante varillas, en sentido horizontal. Son semejantes a las cortinas verticales, pero la anchura de las piezas es superior.
Paso 1: Crear la Composición
- Abre Adobe After Effects y crea un nuevo proyecto.
- Haz clic en «Composición» en la barra de menú y selecciona «Nueva composición».
- Define las dimensiones y la duración de la composición según tus necesidades.
Paso 2: Crear las Cortinas
- Crea una nueva capa sólida seleccionando «Capa» en la barra de menú y luego «Nueva» > «Sólido».
- Utiliza la herramienta Rectángulo (o la herramienta Pluma si deseas cortinas más complejas) para dibujar la forma de una cortina en la capa sólida.
Paso 3: Animar las Cortinas
- Con la capa de la cortina seleccionada, presiona la tecla ‘P’ para mostrar la propiedad de posición.
- Haz clic en el cronómetro al lado de la propiedad de posición para establecer un fotograma clave al principio de la composición.
- Avanza en el tiempo en la línea de tiempo y cambia la posición de la capa para simular el movimiento de las cortinas al abrirse o cerrarse.
- Establece otro fotograma clave en la nueva posición de las cortinas.
Paso 4: Añadir Detalles
- Para hacer que las cortinas se vean más realistas, puedes agregar efectos como desenfoque de movimiento o efectos de sombreado.
- También puedes añadir texturas o patrones a las cortinas para hacerlas más interesantes visualmente.
Paso 5: Renderizar
- Una vez que estés satisfecho con el efecto de cortinaje, puedes renderizar tu composición seleccionando «Composición» en la barra de menú y luego «Agregar a la cola de procesamiento de Adobe Media Encoder».
- Configura los ajustes de renderizado según tus preferencias y haz clic en «Inicio de la cola» para comenzar el proceso de renderizado.