Un tratamiento fitosanitario eficiente y correcto, además de proteger el cultivo sobre el que se realiza, sin riesgos para las personas que lo realizan y para el medio ambiente, debe tener en cuenta el riesgo que puede suponer para la propia agricultura.
Un mal uso de los productos fitosanitarios, una deficiente regulación de la maquinaria o una selección errónea de las boquillas de tratamiento, pueden provocar problemas como los siguientes:
- Fitotoxicidad, es decir, daños en los cultivos.
- Resistencia en los organismos que son objeto de la lucha química, lo que supone la necesidad de utilizar productos cada vez más tóxicos y/o en dosis más altas.
- Pérdida de los enemigos naturales de las plagas, lo cual provoca desequilibrios ecológicos y aparición de nuevas plagas.
- Acumulación de plaguicidas en el suelo o en el agua, lo que puede provocar daños en cultivos posteriores.
- Pérdida de confianza en los mercados, por la presencia de residuos tóxicos en los productos, lo que desincentiva el consumo.
8.3.1 Fitotoxicidad
La aplicación de plaguicidas sobre los cultivos puede entrañar un peligro potencial para las plantas sobre las que se utilizan y para las que se encuentran situadas próximas a estas. Cuando los tratamientos no se realizan adecuadamente aparecen daños en los cultivos, entre los que destacan la aparición de manchas en flores y frutos, quemaduras, deformaciones, defoliaciones, etc.
La fitotoxicidad suele aparecer por el efecto de algunas acciones relacionadas, en general, con un mal uso y manejo de los productos fitosanitarios:
- Mezcla de productos incompatibles al preparar el caldo de tratamiento
- Utilización de dosis más elevadas de las indicadas en la etiqueta
- Limpieza inadecuada de la maquinaria de tratamiento, en cuyo caso, los residuos que quedan pueden ocasionar mezclas fitotóxicas
- Realización de tratamientos en condiciones desfavorables para el cultivo
- Uso de plaguicidas no autorizados para el cultivo
- Uso de productos ilegales
8.3.2 Resistencia
Se dice que una plaga es resistente a un producto fitosanitario cuando para combatirla se necesitan dosis cada vez más elevadas del mismo. Cuando se hace un uso continuado del mismo producto se favorece la aparición de individuos cada vez más resistentes lo que, unido a su elevada capacidad de reproducción, conduce a la inmunidad casi total del grupo.
Para reducir la aparición de resistencia se deben seguir una serie de recomendaciones que se resumen a continuación:
- Alternar los productos, de modo que sean de distintos grupos químicos, con lo que se evita el uso repetido de las mismas materias activas.
- Efectuar una rotación de cultivos, para que no exista una presión permanente sobre los mismos patógenos.
- Respetar las dosis de aplicación, puesto que mayor dosis no implica más eficacia.
- Reducir el número de tratamientos químicos, efectuando solo los imprescindibles, es decir, cuando la población de patógeno sea lo suficientemente alta como para causar importantes pérdidas económicas (umbral económico de daños) y, además, el estado del patógeno sea el más sensible al producto.
- Respetar el número máximo de aplicaciones por ciclo de cultivo que se recoge en las etiquetas de algunos productos.
- Utilizar productos lo más selectivos posible contra la plaga que se pretende combatir.
8.4 FACTORES A TENER EN CUENTA PARA UNA APLICACIÓN EFICIENTE Y CORRECTA
Son muchos los factores que se deben tener en cuenta a la hora de realizar un tratamiento fitosanitario, algunos de estos factores están relacionados directamente con el equipo de tratamiento y con la dosificación del producto utilizado.
8.4.1 Regulación de los equipos de tratamiento
La regulación incluye aspectos tan diversos como conocer el tipo de boquilla y el tamaño de gota más indicados para cada tipo de tratamiento, determinar la dosificación correcta, realizar ensayos de uniformidad en el reparto del producto o efectuar un correcto ajuste a la maquinaria de aplicación.
Figura 6. La regulación de la maquinaria es fundamental para su buen funcionamiento
Algunos de los factores que afectan a la regulación de la maquinarla de tratamiento son:
- Las características del equipo utilizado (tipo de boquillas, altura de la barra de tratamientos, etc.)
- La velocidad del tractor con el que se realizan los tratamientos
- La presión de trabajo en las boquillas
- La anchura de trabajo
Es muy importante señalar que el equipo de tratamiento debe regularse siempre con las mismas características técnicas que con posterioridad se utilizarán en el campo.
8.4.2 Elección del tipo de boquilla y máquina adecuada al tratamiento
El primer paso antes de realizar un tratamiento será disponer de un equipo adecuado para el mismo, así como elegir la boquilla apropiada. En la siguiente tabla aparecen algunas recomendaciones generales:
8.4.3 Dosificación de los plaguicidas
La correcta dosificación de un plaguicida es fundamental para conseguir una elevada eficiencia de aplicación. Para ello, es fundamental conocer la dosis recomendada en la etiqueta del producto, la superficie a tratar o el tipo de maquinaria a emplear, entre otros factores.
Dosificación de herbicidas aplicados directamente en el suelo
Cuando se realizan aplicaciones de herbicidas directamente sobre el suelo, la dosificación consiste en la aplicación de la cantidad recomendada de producto por unidad de superficie. Para respetar y mantener uniforme la dosis de aplicación, es necesario conocer la cantidad de caldo de tratamiento que aplica la máquina por unidad de superficie, así como llevar a cabo un adecuado sistema de regulación.
En máquinas equipadas con barras de tratamiento se dispone normalmente de ábacos que permiten conocer la dosis aplicada por unidad de superficie en función de la presión de trabajo en la máquina y de la velocidad de desplazamiento.
Dosificación de plaguicidas aplicados sobre la masa vegetal
En estos casos, las etiquetas recomiendan una dosis de dilución del producto en el agua, pero no suelen indicar el volumen de caldo por unidad de superficie debido a que estos volúmenes dependerán del estado de desarrollo del cultivo. Lo más adecuado es realizar una aplicación que moje uniformemente la superficie foliar de las plantas sin llegar a alcanzar lo que se conoce como punto de goteo. A partir de este punto, el producto pulverizado empieza a escurrir por el ápice de las hojas, cayendo al suelo.
Como valores orientativos de volumen de caldo en punto de goteo, se pueden proponer los que se detallan en el siguiente cuadro, teniendo en cuenta que son valores para pleno desarrollo del cultivo, ya que el volumen de caldo en el punto de goteo depende del estado de desarrollo de cada cultivo.
Las últimas tendencias en cuanto al cálculo del volumen de caldo a aplicar están orientadas a adaptar dicho volumen a la masa vegetal del cultivo en el momento del tratamiento, bien con cálculos sencillos basados en la superficie foliar o mediante equipos más complejos con visión artificial, que adaptan en tiempo real la cantidad pulverizada.
Ejemplo:
La experiencia indica que en una parcela de olivar el punto de goteo se encuentra en 700 litros/ha, por lo que las aplicaciones se realizan normalmente con un gasto de caldo de 600 litros/ha. Se va a realizar un tratamiento insecticida con un producto cuya dosis de dilución recomendada es de 50 ml por hectolitro.
Se desea conocer la cantidad de producto comercial necesaria para tratar una superficie de 10 ha.
Solución:
La cantidad total de caldo necesaria para tratar la parcela será:
Teniendo en cuenta la dosis de dilución, la cantidad de producto necesaria será:
8.4.4 Uniformidad en la aplicación del producto
Para conseguir una adecuada uniformidad de aplicación es muy importante que, una vez realizada la elección de todos los elementos que intervienen en la aplicación del producto, se compruebe que todas las boquillas expulsan más o menos el mismo caudal.
Cuando las boquillas están nuevas se supone que, trabajando a la misma presión, suministran caudales similares. Sin embargo, su uso continuado hace que los orificios se desgasten o se vayan obstruyendo, de forma que el caudal de salida no coincide con el indicado por el fabricante. Por estos motivos, es recomendable comprobar con cierta frecuencia el caudal suministrado por las boquillas y sustituirlas por unas nuevas en caso necesario. Esto se realiza mediante un sencillo ensayo que consiste en:
- Llenar el depósito con agua.
- Conectar la toma de fuerza del tractor a 540 revoluciones por minuto y seleccionar la presión de trabajo recomendada.
- Colocar un recipiente graduado bajo cada una de las boquillas durante un tiempo de un minuto, medir el volumen que cada una de ellas ha llenado y anotarlo.
- Comprobar si el volumen de cada boquilla es mayor o menor en un 10% del indicado por el fabricante, en cuyo caso deberá cambiarse.
RESUMEN
La forma de comercialización de los productos fitosanitarios, sólido, líquido o gaseoso, así como el medio o vehículo que le sirva de soporte a la hora de su aplicación en campo, determinará el método de aplicación.
La pulverización, empleada para distribuir plaguicidas en forma de líquido, es uno de los métodos más usados ya que el agua es el vehículo que más se utiliza para la aplicación de productos fitosanitarios. Otros métodos de aplicación de plaguicidas son el espolvoreo, para productos en forma de polvo, la fumigación, para productos en forma de gas y la quimigación que distribuye el fitosanitario diluido en el agua de riego a través de la propia red de riego.
Los principales riesgos para la agricultura derivan del uso abusivo e incontrolado de plaguicidas, lo que da lugar a la aparición de problemas de fitotoxicidad en los cultivos, que pueden llevar a la muerte de la planta y de resistencia a los plaguicidas más utilizados, lo que hace cada vez más difícil el control químico.
Antes de iniciar un tratamiento fitosanitario es importante realizar una adecuada regulación de la maquinaria. Con una buena puesta a punto de los equipos y una dosificación de producto adecuada, se logrará una mayor uniformidad en la aplicación del producto y se evitarán los riesgos que estos productos pueden tener sobre los cultivos.
AUTOEVALUACIÓN
1.- Un mal uso de los plaguicidas puede provocar problemas de toxicidad en las plantas sobre las que se
realiza el tratamiento y en las que se encuentran a su alrededor. Esto recibe el nombre de:
a) Lixiviación
b) Bioacumulación
c) Fitotoxicidad
d) Resistencia
2.- Los problemas de fitotoxicidad que aparecen en los cultivos están ocasionados, entre otras causas, por:
a) La utilización de variedades de cultivo cada vez más débiles
b) Tratamientos inadecuados con plaguicidas químicos
c) Condiciones climáticas adversas
d) El empleo de métodos de lucha integrada
3.- Los plaguicidas en estado líquido pueden presentarse como:
a) Solución, emulsión y suspensión
b) Solución, microgránulos y suspensión
c) Vapor recalentado, emulsión y suspensión
d) Solución, emulsión y producto pulverulento
4.- Cuando determinados individuos de una especie de un organismo patógeno son capaces de tolerar dosis de plaguicidas que para otros son mortales, se dice que dichos individuos son resistentes a ese plaguicida.
Verdadero / Falso
5.- Indique cuál de los siguientes métodos se emplea para la aplicación de plaguicidas en estado líquido:
a) Espolvoreo
b) Pulverización
c) Fungicidas
d) Nematicidas
6.- Las boquillas de un equipo de aplicación deben sustituirse por unas nuevas siempre que el volumen
aplicado sea:
a) Un 15% mayor o menor al indicado por el fabricante
b) Un 10% mayor o menor al indicado por el fabricante
c) Un 8% mayor o menor al indicado por el fabricante
d) Un 20% mayor o menor al indicado por el fabricante
7.- La quimigación consiste…
a) En la aplicación de productos fitosanitarios a través del agua de riego
b) En la aplicación del producto fitosanitario en forma de gas
c) En la aplicación de un producto fitosanitario sobre la copa de los árboles
d) En la aplicación de un producto fitosanitario en forma de polvo
8.- A la hora de dosificar un producto fitosanitario es importante tener en cuenta el punto de goteo, de
manera que la aplicación deberá hacerse:
a) Por debajo del punto de goteo
b) Por encima del punto de goteo
c) En el punto medio del punto de goteo
d) Sin tener en cuenta el punto de goteo
9.- El caudal emitido por las boquillas de los equipos de aplicación de fitosanitarios varía con el tiempo ya
que los orificios de salida pueden desgastarse u obstruirse.
Verdadero / Falso
10.-¿Qué tamaño de gota es la más recomendable para realizar un tratamiento con un herbicida de preemergencia?
a) Gota fina
b) Gota media
c) Gota gruesa o muy gruesa
d) Para este tipo de tratamientos el tamaño de gota no es siginificativo
El uso de productos fitosanitarios en la agricultura conlleva varios riesgos para la salud humana, la biodiversidad y el medio ambiente. Es esencial gestionar estos riesgos de manera efectiva para garantizar prácticas agrícolas sostenibles y seguras:
1. Toxicidad para la Salud Humana:
- Riesgo: Exposición directa o indirecta a productos fitosanitarios puede tener efectos adversos para la salud humana, causando intoxicaciones agudas o crónicas.
- Medidas de Mitigación: Uso de equipo de protección personal (EPP), capacitación adecuada para los aplicadores y aplicación siguiendo las buenas prácticas agrícolas.
2. Contaminación del Agua:
- Riesgo: Los productos fitosanitarios pueden lixiviar hacia cuerpos de agua subterránea o superficial, afectando la calidad del agua y la vida acuática.
- Medidas de Mitigación: Aplicación controlada y medidas para prevenir la escorrentía, como franjas de vegetación en bordes de campos.
3. Deriva de Aerosoles:
- Riesgo: Durante la aplicación, los aerosoles pueden dispersarse por el viento, afectando áreas no destinadas y exponiendo a personas, animales y cultivos no objetivo.
- Medidas de Mitigación: Utilización de boquillas adecuadas, ajuste de la velocidad y dirección del viento, y la aplicación en condiciones climáticas favorables.
4. Resistencia de Plagas y Enfermedades:
- Riesgo: El uso excesivo o inadecuado de productos fitosanitarios puede llevar al desarrollo de resistencia en las plagas y enfermedades, disminuyendo la efectividad de los tratamientos.
- Medidas de Mitigación: Implementación del Manejo Integrado de Plagas (MIP) que incluye rotación de productos, uso de cultivos resistentes y monitoreo constante.
5. Impacto en la Biodiversidad:
- Riesgo: La toxicidad de algunos productos puede afectar negativamente a insectos beneficiosos, aves y otros organismos no objetivo, contribuyendo a la pérdida de biodiversidad.
- Medidas de Mitigación: Uso de productos más selectivos, protección de áreas de conservación y promoción de prácticas agrícolas amigables con la biodiversidad.
6. Residuos en Alimentos:
- Riesgo: La presencia de residuos de productos fitosanitarios en los alimentos puede tener implicaciones para la seguridad alimentaria y la salud humana.
- Medidas de Mitigación: Cumplir con los períodos de carencia antes de la cosecha y seguir las buenas prácticas agrícolas.
7. Impacto en la Calidad del Suelo:
- Riesgo: El uso intensivo de productos químicos puede tener impactos en la salud del suelo, afectando su estructura, microorganismos y nutrientes.
- Medidas de Mitigación: Prácticas de conservación del suelo, rotación de cultivos y uso de prácticas agrícolas sostenibles.
8. Problemas de Residencia:
- Riesgo: Algunos productos fitosanitarios pueden persistir en el medio ambiente durante períodos prolongados, contribuyendo a la acumulación de residuos.
9. Impacto Social:
- Riesgo: La exposición a productos fitosanitarios puede tener impactos sociales, especialmente en comunidades agrícolas, y puede generar preocupaciones sobre la seguridad y el bienestar.