6 A 12 AÑOS
111. No caigas en la manipulación producida por los berrinches de tu hijo. Cuando tu hijo hace un berrinche en esta etapa (6 a 12 años), puede ser más fácil poner un fin ya que él ya está en una edad en donde puedes razonar con él las diversas posibilidades. Primero que nada, niégate a negociar cualquier posible solución hasta que se tranquilice y demuestre respeto; valida su enojo; trata de encontrar una solución en la que los dos sientan que están ganando; hagan una lluvia de ideas de posibles soluciones; haz que tu hijo se sienta poderoso (para llegar a una solución amigable y respetuosamente, no para controlar y manipularte); si no logran llegar a una solución, habla con tu hijo sobre su deseo o necesidad no satisfecha.
112. Habla con tu hijo sobre sus sueños y aliéntalo a perseguirlos. Para él será más fácil hacerlo si sabe que cuenta con tu apoyo. Si sientes que su sueño es algo inalcanzable, busca la forma de hablar con él para que él mismo se dé cuenta y ayúdale a establecer retos con mayor posibilidad de logro. Evita demostrara con gestos o palabras tu desacuerdo.
12 a 18 Años
113. Respeta la independencia de tu hijo. El periodo de 12 a 18 años es un periodo intenso y de descubrimiento para los adolescentes. Su mente y su cuerpo cambia drásticamente lo cual en muchas ocasiones los desorienta.
Para que ellos puedan encontrar como adaptarse al contexto del mundo y puedan empezar descubrir cuál es el camino que quieren tomar, es necesario que tengan independencia. Es probable que en este periodo haya turbulencia emocional; los cambios físicos, hormonales y emocionales por lo general van más rápido de lo que ellos pueden manejar y esto los lleva a sentirse inseguros e inestables y en ocasiones rebeldes. Las actividades físicas y dinámicas en las que ellos tienen que poner esfuerzo de cuerpo y mente hacen que puedan aprender mejor. Ayúdalos a sentirse respetados y seguros de sí mismos.
114. Dale espacio a tu hijo. Mientras que continúas dándole apoyo y amor a tu hijo, déjalo que cometa errores y que aprenda de ellos. espera respeto, responsabilidad y confiabilidad. Continúa colaborando con tu hijo acerca de la estructura y reglas de la casa. Se firme en cuanto a exigir el cumplimiento.
115. Provee un ambiente emocionalmente seguro en el que tu hijo de sienta libre y con la confianza de discutir y explorar sin ser juzgado. Escúchalo activamente. Esto puede incluir repetir algunas de las palabras que él utilizó en tu respuesta. Ten una discusión honesta con él acerca de los cambios físicos por los que va a pasar en la adolescencia y en el proceso de maduración.
116. Modela y apoya una autoestima sana apreciando las diferencias de tu hijo, ayudándolo a desarrollar fortalezas, motivándolo a tener sus propias pasiones y apoyando su tiempo para pensar. La adolescencia no es una etapa fácil porque lo es de suma importancia que tu hijo sienta que estás con él apoyándolo en sus decisiones y que no eres un enemigo más.
117. Habla con tu hijo acerca de la presión social y de cómo no importa lo que los demás digan. Esta es una etapa en la que los jóvenes se presionan y molestan mutuamente con afán de no sentirse mal ellos mismos; es importante ayudar a nuestros hijos a entender que hacer sentir mal a alguien no va a evitar que nos sintamos mal nosotros mismos y que si alguien nos hace algo así, no es personal si no es un mecanismo de defensa.
118. Trata de permitir a tu hijo seguir sus propios ritmos de comer y dormir. En la adolescencia los jóvenes tienden a estar más cansados y dormir más. Evita juzgar a tu hijo por ello.
119. Conoce a los amigos de tu hijo e invítalos a menudo a tu casa.
120. Promueve los proyectos emprendedores, la independencia económica y la responsabilidad en el manejo de dinero y objetos personales.
121. Motiva la conexión de tu hijo con un mundo mayor. Haz que lea el periódico y discutan los eventos sucedidos en el mundo. Entre otras cosas, haz que tu hijo siga yendo a eventos culturales, museos y haga trabajo voluntario. Ten la expectativa de que tu hijo haga servicios para otros y para la comunidad.
122. Lee mucho acerca de los cambios por los que pasa un adolescente. Es importante como padres estar informados acerca de los efectos secundarios de los cambios hormonales y físicos ya que es una etapa en que los jóvenes de ponen a la defensiva y tienden a ver a sus padres como enemigos en lugar de aliados; sí este es el caso, trata de no tomártelo personal y ten compasión por tu hijo.
123. No premies las malas conductas. Tu hijo está ya en una edad en la que tiene la razón suficiente para entender las consecuencias de sus acciones, es por ello por lo que ahora más que nunca hay que ser muy firmes con ayudarlos a tomar la responsabilidad de sus acciones y a aprender a lidiar con las consecuencias de las mismas.
124. No presiones a tu hijo. Hoy en día, más y más niños viven un constante estrés de sobresalir y ser los mejores en la escuela, en el deporte o en las artes. No presiones a tu hijo a hacer algo que él no quiere hacer; trata de no meterle ideas en la cabeza. Motívalo a hacer las cosas que le gusten y sean su elección. Ayúdalo a pensar en áreas de estudio que llamen su atención, a acercarse a diferentes profesionistas que le platiquen un poco de cómo es su práctica y finalmente a tomar la decisión, pero recuerda que ésta tiene que venir de él.