Los colores
El estímulo de las células de la retina por 3 longitudes de onda distintas que lleva a la
percepción de los colores nos permite hablar de 3 colores primarios (rojo, verde y azul).
A partir de la combinación de dos de ellos obtendríamos los colores secundarios y de la
combinación en distintas intensidades de los tres los colores terciarios.
Pero la combinación de pigmentos nos permite hablar de otros primarios: aquellos
pigmentos (cian, magenta y amarillo) de cuya combinación podemos obtener el resto de
colores. Algunos autores prefieren llamar a estos colores básicos en vez de primarios
que se reserva para la luz.
No es por casualidad que los colores básicos de pigmento sean los secundarios de luz ni
que los primarios de luz sean los secundarios en la mezcla de pigmentos básicos. A los
colores que no comparten componentes, como el verde (primario) y el magenta
(formado por los primarios rojo y azul), se les llama complementarios. La combinación
de colores complementarios crea un contraste fuerte.
La idea de que existen unos colores «complementarios» de otros no deja de ser una
convención que se ha ido construyendo culturalmente. Sobre la base de que un color es
complementario de otro cuando no comparten componentes, actualmente
consideramos complementarios los colores en función de los tres colores primarios y
basándonos en tres longitudes de ondas electromagnéticas.
Pero las diversas teorías del color han manejado, sobre todo en los dos últimos siglos,
diversas formas de clasificación del color. Así es que tanto en la práctica artística como
en el diseño o las industrias relacionadas no siempre los colores considerados
complementarios han sido los mismos. No es extraño encontrar otras polaridades en
diversos autores o en los escritos de artistas y diseñadores. Quizás la más habitual sea la
de considerar el verde (en vez del cian) como complementario del rojo.
Codificación digital del color
La tecnología digital de tratamiento y edición de gráficos, como en su momento la
industria textil, las artes gráficas, la industria cervecera y tantos otros sectores
productivos, ha necesitado de modelos numéricos de color. Ya se ha visto cómo estos
modelos tienen una representación gráfica (a menudo tridimensional) que nos ayuda a
comprenderlos. Pero sobre todo nos dan unos parámetros numéricos que nos permiten
trabajar con ellos.
El más común es el RGB en el que se basa el sistema de color de los ordenadores y
televisores. El CMYK se usa para impresión en cuatricromía y el HLS nos permite
controlar por separado tono, luminosidad y saturación. Abriendo el selector de color de
un programa de gráficos puede observarse que por lo menos están disponibles estos
tres sistemas de selección. Además podemos encontrar el sistema Lab de la CIE y
sistemas de color estándar o normativizados usados en otras industrias como PANTONE,
ANPA, DIC, TOYO, etc.
Encontraremos también la posibilidad de escoger el color RGB por codificación
hexadecimal. Esto es muy útil, pues el lenguaje HTML usa esta codificación y nos servirá
para sincronizar los colores de los gráficos con las tablas y fondos de la página web. El
código hexadecimal en el software de gráficos suele estar en un campo de texto que nos
permite seleccionarlo y copiarlo.