Marketing de Guerrillas

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Marketing de Guerrillas

 

El marketing de Guerrillas es también conocido como Marketing radical, Extreme Marketing o Feet-on-the- street. Es utilizado comúnmente por las pequeñas y medianas empresas (PYMES), al no disponer de recursos financieros tan elevados como las grandes corporaciones u empresas. Su objetivo es romper las directrices tradicionales aplicadas al marketing; trata de acercarse a unos segmentos de clientes de forma directa evitando invertir cantidades de dinero en costosas campañas publicitarias o estudio de mercadeo; busca crear soluciones personales y creativas a las necesidades del cliente.
El marketing de guerrillas considera que en la actualidad no basta ser competitivo, sino que por el contrario, hay que ser innovador y marcar la diferencia; se centra en la comunicación directa con los consumidores utilizando la publicidad de una forma más selectiva, dirigida y muy intensa, lo que conlleva a que los empresarios que aplican el marketing de guerrillas se relacionen con sus clientes de una forma estrecha, ofreciendo calidez, confianza y compromiso a largo plazo. Su filosofía no busca llegar a un segmento numeroso de personas con la esperanza de que el mensaje les atraiga y decidan comprar, prefiere dirigirse a un segmento reducido y definido de usuarios leales alrededor de los cuales han constituido su negocio.2Conrad Levision, considerado como el “padre” del marketing de guerrillas, afirma que se trata de realizar actividades de marketing /esencialmente acciones con acciones de promoción de una manera no convencional y con un presupuesto bajo.
Concluyendo, entendemos el marketing de Guerrillas como la técnica de llegar a los mercados y alcanzar objetivos por medios innovadores, es decir, usando estrategias aprovechando lo que se tiene por mínimo que sea, con el fin de llegar a un grupo concreto utilizando pocos recursos, pero con mucha creatividad y teniendo claro los objetivos a alcanzar.

 

Marketing Relacional

El marketing relacional consiste básicamente en crear, fortalecer y mantener las relaciones de las empresas con sus clientes buscando lograr los máximos ingresos. Tiene como objetivo identificar los clientes más rentables para establecer una estrecha relación con ellos de tal forma que permita conocer sus necesidades y mantener la evolución del producto a largo tiempo.
Desde la década de los noventa se sustituye el concepto de marketing tradicional, por el de marketing relacional, entendido éste, como la estrategia de negocios centrada en anticipar, conocer y satisfacer estrategias y deseos presentes y previsibles de los clientes, pasando del enfoque de producción al enfoque del cliente; empleando técnicas de gestión de relaciones con los clientes llamadas CRM (Costumer Relationship Management)
El CRM es un proceso/estrategia/filosofía del negocio, enfocado a conseguir relaciones estables y duraderas con sus clientes con base en la gestión del cliente, con el apoyo de determinados sistemas y procesos, todo con el fin de, conseguir mayor valor para la empresa y para el cliente. Estas técnicas se han adaptado en la actualidad mediante las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones.
Los objetivos a alcanzar con la implementación del CRM y del marketing relacional son: Incrementar la satisfacción del cliente, así mismo, Incrementar los ingresos provenientes de los clientes actuales, mejorar los ratios de relación de los clientes, adquirir nuevos clientes, mejorar la productividad de los recursos de ventas, aumentar la cuota de mercado, reducir los requerimientos de servicio al cliente y reducir los costes transaccionales. En conclusión, podemos decir, que el CRM es una herramienta utilizada por el Marketing Relacional para recolectar información de los consumidores y comunicar a los mismos beneficios y soluciones ofrecidos por la empresa.

Marketing no Empresarial

El marketing no sólo está estructurado o circunscrito al campo empresarial y a transacciones de naturaleza económica, sino que amplía su concepto a otros ámbitos. En la década de los sesenta los estudiosos del marketing en Estados Unidos comenzaron a discutir sobre su aplicación en el campo no empresarial, surge entonces el término “marketing no lucrativo”, unido al término “marketing no empresarial”, refiriéndose como lo ha definido Santesmases al conjunto de actividades de intercambio, básicamente de servicios e ideas que son llevadas a cabo fundamentalmente por instituciones sin ánimo de lucro, bien sean privadas o públicas.
La denominación de marketing no empresarial no supone un traslado de conceptos, métodos y técnicas del marketing empresarial, sino que, por el contrario, sugiere la importancia de analizar las necesidades sociales, así como de las actividades llevadas a cabo por estas organizaciones y sus particularidades. Se distinguen hasta cuatro tipos de marketing no empresarial: Marketing de Instituciones no lucrativas, Marketing público, Marketing social y Marketing político.

 

Marketing de Instituciones no Lucrativas

Esta modalidad de marketing se aplica a aquellas instituciones de carácter privado que no buscan un beneficio económico y realizan actividades de intercambio de bienes, servicios e ideas aplicando los principios de marketing en desarrollo de sus actividades para lograr la satisfacción de las partes que intervienen en la relación de intercambio y de la sociedad en
Como su definición lo indica, las organizaciones no empresariales no persiguen objetivos económicos, ni obtienen beneficios para repartir entre sus propietarios y accionistas. Estas establecen entre sus prioridades obtener beneficios sociales y objetivos difíciles de medir. En cambio, las empresas que persiguen beneficios económicos brindan el poder establecer de manera objetiva, el rendimiento y eficacia de las mismas. Otra particularidad, es la forma de obtener los recursos financieros; las empresas obtienen sus recursos de las ventas de sus productos y adicionalmente, de los mercados de capitales. Las organizaciones no empresariales ofrecen sus servicios sin una contraprestación monetaria, por lo que no generan recursos suficientes para cubrir sus necesidades y requieren financiación adicional (donaciones, subvenciones, trabajos voluntarios, exención de impuestos etc.). Los públicos al que se dirigen son diferentes. Las entidades sin ánimo de lucro centran sus estrategias de marketing en diseñar programas para atraer fondos y otras en la forma de distribuir dichos fondos conforme a los fines y objetivos de la propia institución.

 

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