NECESIDADES FUNDAMENTALES DE LA PERSONA

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INTRODUCCIÓN

Las personas nos diferenciamos unas de otras; poseemos características únicas que nos hacen ser distintos a los demás. Pero también tenemos necesidades básicas que son comunes a todos y cada uno de nosotros.

A lo largo de la historia, corrientes de pensamiento en Psicología y Filosofía se han esforzado en categorizar y describir cuáles son estas necesidades.

Podríamos definir necesidad como el anhelo o la falta de algo. Y necesidad fundamental como aquel elemento requerido para la supervivencia y el mantenimiento de la salud física y mental.
A medida que se va cubriendo una necesidad surge la siguiente, y así sucesivamente, de forma que la satisfacción de las necesidades va a determinar el desarrollo de la personalidad del sujeto.

Estados de enfermedad, tanto física como mental, pueden hacer que el hombre sea incapaz de cubrir estas necesidades, que no las identifique como tal o que pierda la prioridad de las mismas. Por ejemplo, un individuo enfermo encamado por un accidente cerebral es incapaz de cubrir las necesidades de alimento por sí mismo; tendremos que facilitárselos nosotros porque físicamente a él no le es posible hacerlo. Algo similar ocurre con un enfermo afecto de demencia severa: pierde la prioridad de sus necesidades y no las identifica como tal; así, tendremos que vestirlo, alimentarlo, asearlo, etc., ya que no ve esas actividades como algo fundamental.

El adecuado conocimiento de las necesidades humanas es el primer paso para poder ayudar al individuo a satisfacerlas. Decidir cuál es la ayuda que necesita la persona en cada momento y saber prestarla es la base de la práctica profesional de la Enfermería.

Manual de Auxiliar de Geriatría

PRINCIPALES CLASIFICACIONES

 

Las necesidades fundamentales se clasifican atendiendo a un orden jerárquico; es decir, en función de su importancia para el mantenimiento de la vida.
Así, si imaginamos una supuesta pirámide, en la base estarían las necesidades más importantes para la supervivencia; y en el vértice, las destinadas a completar el desarrollo de la personalidad en sí. El hombre comienza por la base en la jerarquía y asciende a medida que va resolviendo las necesidades anteriores.

Jerarquía de las necesidades de A. Maslow.

 

Abraham Maslow pertenece a la corriente de Psicología Humanista. Mantiene que el desarrollo de la personalidad del individuo se lleva a cabo a partir de la identificación de necesidades y explica también el método mediante el cual se satisfacen.

Clasificación de las necesidades de Maslow

Maslow establece la siguiente clasificación de las necesidades:

Necesidades de CARENCIA o DÉFICIT

→ Fisiológicas: necesidad de oxígeno, agua, alimentos, eliminación, descanso, termorregulación, alivio del dolor.
→ Seguridad.
→ Amor – Pertenencia.
→ Estima.

Necesidades de DESARROLLO

→ Autoactualización.
→ Trascendencia.

Sin lugar específico en la jerarquía

→ Saber y comprender.
→ Estética.

Maslow representa la jerarquía de las necesidades en una pirámide, estando en la base de ésta las que mayor prioridad tienen para el ser humano.

Necesidades de CARENCIA O DÉFICIT

 

 

 

NECESIDADES FISIOLÓGICAS

 

Tienen un origen corporal y están asociadas a la supervivencia de la especie. Son, por tanto, las que el individuo ha de atender prioritariamente. Incluyen las necesidades de oxígeno, agua, alimentos, eliminación, temperatura, descanso, alivio del dolor…

En situaciones de enfermedad, los profesionales de Enfermería realizan en su mayor parte los procedimientos para cubrir estas necesidades.

o Necesidad de oxígeno

El oxígeno es fundamental para la vida. En circunstancias normales, el individuo no puede estar más de 4-5 minutos sin oxígeno sin que se produzca un daño cerebral grave; y si la situación se mantiene, sobreviene la muerte. El personal auxiliar participa en la recogida de datos acerca de la frecuencia respiratoria del paciente y en procedimientos de oxigenoterapia y rehabilitación respiratoria.

Debe enseñar al anciano a adaptar sus necesidades a las limitaciones que tenga, a realizar programas de adaptación para esas limitaciones, a fomentar el ejercicio físico cuando su situación lo permita, a combatir la obesidad y a abandonar el hábito de fumar si lo tuviese, por ser éste un factor que dificultan la correcta oxigenación de los tejidos.

o Necesidad de agua

Es la siguiente en la jerarquía, tras la necesidad de oxígeno. En condiciones normales, obtenemos el agua necesaria para el organismo a través de líquidos y alimentos.
En situaciones de enfermedad, el personal auxiliar participa en el control del balance de los líquidos del paciente, anotando cifras, aportando líquidos y vigilando la sueroterapia.

o Necesidad de alimentos

Sigue a la necesidad de agua. Durante un cierto tiempo, si no hay aporte de alimentos, el organismo empieza a utilizar sus reservas internas comenzando por consumir los carbohidratos, luego las proteínas y finalmente las grasas. Si la carencia de alimentos se mantiene, sobreviene una situación incompatible con la vida.

Para tener independencia en la alimentación hace falta un correcto estado de boca y dientes, un buen funcionamiento del aparato digestivo y una adecuada capacidad física para poder preparar y manipular la comida. Desde el punto de vista psicológico, el anciano necesita de un buen estado mental e intelectual que permita conocer los principios de una alimentación sana y equilibrada.
Los recursos económicos y el entorno también condicionan el hábito y tipo de alimentación.

El personal auxiliar interviene conociendo los hábitos sobre alimentación del anciano, elaborando dietas según gustos, enseñando al anciano la forma de utilizar los alimentos según valores nutritivos y calóricos, administrando la alimentación al paciente cuando sea necesario, tanto por vía oral como parenteral y enteral, y también en la recogida de parámetros nutricionales.

o Necesidad de eliminación

El organismo necesita eliminar las sustancias de desecho procedentes del metabolismo.

Los órganos que intervienen en este proceso de eliminación son los riñones, tracto intestinal, pulmones y piel. Por lo tanto, para ser independientes en esta necesidad, hemos de contar con el correcto funcionamiento de dichos órganos, con una adecuada capacidad intelectual y coordinación motora, así como con un adecuado control sobre los esfínteres. Esta autonomía también se ve condicionada por la existencia o no de barreras arquitectónicas, como son suelos antideslizantes, baranda para apoyarse en el inodoro, etc., que pueden facilitar la satisfacción de esta necesidad.

El personal auxiliar interviene en procedimientos de colocación y retirada de cuñas y botellas, sondajes uretrales y colectores; administra enemas y técnicas de reentrenamiento vesical; instruye al anciano en la dieta correcta con el aporte adecuado de fibra, en la correcta hidratación, en el uso de ropa fácil de poner y quitar para facilitar la evacuación, etc.

o Necesidad de descanso

Las personas necesitamos, para el correcto funcionamiento del organismo, unas horas suficientes de descanso y sueño.
No se puede mantener una adecuada actividad ni física ni intelectual si no se aporta un horario de relax y tranquilidad. El agotamiento físico y mental supone una merma en nuestras capacidades: aparece irritabilidad, disminución en la concentración y menor capacidad de afrontamiento en situaciones de estrés.

Una disfunción orgánica puede ser causa de trastornos en el sueño y descanso. Hay desórdenes afectivos que influyen negativamente en la capacidad para descansar. De igual forma, el entorno del anciano puede perturbar su descanso, ya que muchas veces si vive en una residencia o ingresa en un hospital deberá compartir habitación y no siempre se consiguen las condiciones ambientales óptimas para dormir.

El personal auxiliar interviene con el adecuado conocimiento de los hábitos de sueño en el anciano, enseñando la necesidad que supone para el organismo dormir, planificando programas de actividad – reposo, enseñando técnicas de relajación y medidas naturales para combatir el insomnio y propiciando un ambiente óptimo con disminución de estímulos sensoriales en las horas de descanso.

o Necesidad de termorregulación

Para el funcionamiento de nuestro organismo se requiere una temperatura corporal constante. En condiciones normales, existen mecanismos internos de termorregulación que aseguran este mantenimiento. En situaciones de enfermedad, puede aumentar la temperatura y aparecer fiebre.

El personal auxiliar interviene con el conocimiento de hábitos referidos al mantenimiento de la temperatura corporal, enseñando medidas para combatir tanto el frío como el calor y precauciones cuando el anciano se encuentre con cambios de temperatura extremas administrando medicación antitérmica cuando lo requiera y procedimientos físicos para bajar la fiebre (baños tibios o compresas frías).

o Necesidad de alivio del dolor

El dolor es un estímulo sensorial molesto que el individuo tiende a eludir. Muchas veces la enfermedad causa dolor.
El personal auxiliar interviene en procedimientos que intentan mitigar el dolor, como la escucha al paciente disminuyendo su ansiedad y la administración de fármacos.

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