El papel del teleformador

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EL PAPEL DEL TELEFORMADOR

A medida que se perfecciona y diversifica la enseñanza online, el tipo de público que accede a estos cursos es mayor. Lo cierto es que la principal diferencia entre la enseñanza tradicional y la virtual se basa más bien en el particular comportamiento del alumno en ambas metodologías. Así como una persona no se comporta de igual manera en calle que navegando en la red, un alumno no se comporta de igual manera en un centro presencial que en un aula virtual. Personas que en una clase pasan totalmente
desapercibidas, en un curso online pueden ser por el contrario enormemente participativos. Sea como sea, lo que se está comprobando es que en la red el alumno desea gozar de mayor libertad para dirigir su propio proceso de aprendizaje.
La consecuencia es que el teleformador ya no es un instructor que debe transmitir directamente unos conocimientos, ahora su principal cometido en este nuevo medio es la de ser un guía del conocimiento. Éste, a modo de «filtro», debe ordenar y organizar la información en este inmenso «océano de sobreinformación», y así, dirigir a los alumnos hacia donde pueden encontrarla, enseñándoles a su vez a distinguir aquella que es realmente útil.
En este tema se analizarán las diversas funciones y roles que debe cumplir un teleformador, tanto a nivel didáctico como organizador y dinamizador del conocimiento como a nivel personal favoreciendo la comunicación y la socialización en el contexto de este tipo de enseñanza.

2. FUNCIONES DEL FORMADOR

COMO ORGANIZADOR, DINAMIZADOR Y SOCIALIZADOR
Uno de los cometidos esenciales del formador en la educación on-line es actuar de
organizador, facilitador y dinamizador de la participación de los estudiantes. El tutor debe paliar la “soledad” del aprendizaje propiciando sistemas de comunicación fluida y sostenida. Esta función implica tres roles complementarios en su tarea como dinamizador (Mason, 1991):
a) Rol organizativo: establece la agenda (objetivos, horarios, reglas de procedimiento, normas) y debe actuar como líder impulsor de la participación del grupo: pidiendo contribuciones regularmente, proponiendo actividades en las que se deba dar una respuesta, iniciando la interacción, variando el tipo de participación, no monopolizando la participación…
b) Rol social: crear un ambiente agradable de aprendizaje, interactuando constantemente con los alumnos y haciendo un seguimiento positivo de todas las actividades que realicen y pidiendo que expresen sus sentimientos y sensaciones cuando lo necesiten.
c) Rol intelectual: como facilitador educativo debe centrar las discusiones en los puntos cruciales, hacer preguntas y responder a las cuestiones de los alumnos para animarlos a elaborar y ampliar sus comentarios y aportaciones.
A continuación analizaremos estos roles de manera más detenida:
Existe Un amplio consenso en considerar los siguientes roles del tutor-on-line (Monforte y Martínez, 2002):
Rol como facilitador: Con este concepto nos referimos a que el formador actúe como guía y orientador, facilitando a los participantes todas las herramientas necesarias para avanzar de manera satisfactorias en su proceso de aprendizaje. Al mismo tiempo, debe observar cómo va evolucionando el ritmo de aprendizaje del grupo y a la vez el ritmo que se previó para llevar a cabo el proceso formativo.
“[…]Creo que debemos comenzar, o seguir trabajando, en la representación que nosotros mismos – como tutores- tenemos de ese “otro” que está a la “distancia”, y en su definición, identificar sus necesidades, el contexto en el que se enmarcan y las delimitaciones del rol del tutor en la satisfacción de las mismas.

Manual formador teleformacion

Cuando [se habla] de acompañamiento y complementariedad, pienso en copensar, en orientar y colaborar… posible de ser realizado sólo desde el difícil lugar del “mirar al otro con sus propios ojos”.
[…]Considero fundamentar “convencer” al tutor en primer lugar acerca del rol fundamentar que estaría llamado a desempeñar para luego comenzar a trabajar en las acciones los cómo de semejante tarea

Rol como administrador del curso: Una adecuada administración de un curso será otro de los aspectos claves para garantizar un buen seguimiento de un curso on line.
El formador deberá controlar y gestionar los tiempos de participación, propios y de los participantes, ofreciendo además respuestas rápidas a las preguntas que se puedan plantear en el grupo. Será importante que el formador tenga capacidad para gestionar, controlar y organizar, la participación en las diferentes herramientas interactivas como conferencias, foros, listas, etc. Cuando hablamos de la administración de un curso on-line, también nos referimos a la capacidad del profesor de mantener actualizados todos los recursos tecnológicos del curso, información sobre los asistentes, materiales, actividades, etc. La capacidad de gestionar, organizar y coordinar las actividades del grupo de participantes en un curso virtual, así como dominar las herramientas disponibles para lograrlo, es otra de las características fundamentales que tendrá que aportar el profesor, ya que de ello dependerá el nivel de participación y el grado de colaboración que se pueda llegar a mantener entre todos los participantes del curso.
Tolmie & Boyle (2000) identificaron una serie de factores asociados con experiencias exitosas en formación on-line en la enseñanza superior que tienen que ver con este rol del tutor on-line. Son los siguientes:

1. Tamaño del grupo: cuanto más pequeño mejor.
2. Conocimiento de otros participantes: es mejor si los participantes se conocen entre sí.
3. Experiencia del alumno: es mejor si los estudiantes son comunicadores experimentados conforme a las condiciones de la tarea.
4. Claridad sobre la tarea: es mejor si los estudiantes comprenden como enfrentarse a la tarea, especialmente si la comprensión es compartida.
5. Propiedad de la tarea: es mejor si los estudiantes tienen la oportunidad de negociar lo que la tarea implica.
6. Necesidad del sistema: es mejor si hay una función clara para la formación on-line que no puede ser cumplida por otro medio de modo más fácil.
7. Tipo de tecnología y experiencias previas en formación on-line: es mejor si la tecnología exige escasa preparación previa y si el alumno ya ha tenido experiencias anteriores en formación a través de redes telemáticas.

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