Contrastes de Color

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Contrastes de color

Contraste y armonía no son conceptos opuestos, están al mismo nivel; la armonía es
una buena medida del contraste.
A continuación se muestra la propuesta de Itten con sus propios ejemplos.

La tipografía

El texto es la plasmación gráfica del lenguaje verbal. Su naturaleza visual influye en la
transmisión del mensaje. En la caligrafía y en la tipografía la legibilidad en función del
soporte y el tipo de aplicación, la amenidad de lectura y su carácter gráfico influyen en el
lector.
En los trabajos de diseño la tipografía tiene un doble papel: es texto y es imagen. Se
establece un compromiso entre su presencia gráfica con relación a otros elementos
visuales y sus necesidades de legibilidad. También está en juego la sintonía entre forma
y contenido.
El conjunto de caracteres disponibles se llama fuente tipográfica. La gama de pesos,
cursivas y anchos es conocida como familia.
Rasgos y terminales
En un análisis del tipo podemos diferenciar entre rasgos y terminales.
Los rasgos o trazos principales pueden ser uniformes si mantienen constante su grosor,
y modulados si lo varían. En el caso de que exista modulación, ésta sugiere un eje que
puede ser vertical o inclinarse en distintos grados dependiendo de la tipografía.
En la extremidad de los rasgos se pueden encontrar los trazos terminales –también
llamados serifa, serif, remate o gracia. En función de la familia tipográfica los terminales
son de una forma o de otra. Hay familias (las lineales o de palo seco) que sus trazos
terminales no incluyen remates y son conocidas como Sans-serif o sin serifa.

Estructura geométrica del carácter tipográfico

Si nos centramos en los elementos constitutivos básicos de las letras, éstas pueden
caracterizarse según cuatro tipos de líneas:
• rectas ortogonales: usa líneas rectas verticales y/o horizontales
• rectas fragmentadas: usa líneas rectas combinando verticales y horizontales con
oblicuas
• curvas: usa líneas curvas
• mixtas: combina líneas curvas con líneas rectas
Reconocimiento automático de caracteres
El hecho de que todas las familias tipográficas compartan una estructura común ha
permitido crear sistemas informáticos que a partir de la imagen de un texto son capaces
de reconocer cada uno de sus caracteres como tal y convertirlo en texto editable. Son
los programas llamados OCR (del inglés Optical Character Recognition, reconocimiento
óptico de caracteres) que permiten convertir un texto en papel escaneado en texto apto
para cualquier programa de tratamiento de texto.
Los primeros programas OCR eran muy básicos y se crearon alfabetos expresos para
ellos que eliminaban cualquier tipo de ambigüedad entre una letra y otra; actualmente,
son capaces de reconocer un texto de cualquier tipografía mientras la imagen original no
esté dañada. Por ejemplo, una «n» mal impresa de forma que la segunda asta se pierda
podría ser reconocida como una «r».

El tamaño

El tamaño de una fuente tipográfica no depende ni de la altura de la caja alta, ni de la
altura de ascendentes ni de la altura de x. Depende de la altura del cuerpo. El cuerpo es
un recuadro de igual altura para todas las letras que en los tipos metálicos correspondía
al tamaño de la pieza. El tamaño del cuerpo se mide en puntos.
Si usamos dos familias tipográficas, el mismo tamaño de cuerpo puede no ser
equivalente a un tamaño aparente igual para las dos. La diferencia entre altura de x,
altura de ascendentes y forma de la letra puede hacer que una tipografía parezca mayor
que otra que está al mismo tamaño. En este caso, es mejor guiarnos por nuestra
impresión visual.

Unidades físicas para medir tipos

El sistema de puntos, modificado por Firmin Didot en 1785 que definió el punto en
0,0148 pulgadas (0,03759 cm), es el usado en Europa continental. En Gran Bretaña y
EUA se emplea un sistema creado en 1870 que define el punto en 0,0138 pulgadas
(0,03505 cm).
Si el punto es la unidad básica, el cícero es la unidad mayor. 12 puntos equivalen a un
cícero. En los países anglosajones 12 de sus puntos son una pica. Para hacer la
correspondencia se puede decir que una distancia de 14 puntos Didot europeos
continentales equivale a una distancia de 15 puntos anglosajones.
El cícero se llama así en España, Francia y Alemania; en Italia a la misma medida la
llaman riga y augustijn o aug en Holanda.

El tamaño del tipo en pantalla

En las pantallas de ordenador no podemos usar medidas físicas para medir los tipos ya
que el tamaño de la pantalla donde se va a ver y su relación con la resolución de la
imagen no podemos saberla de antemano.
Lo que se puede controlar en relación a los gráficos que deben ser vistos en pantalla es
el número de píxeles que ocupa un determinado elemento. Los píxeles son pues la
medida para trabajos que deben ser vistos en pantalla. En consecuencia los programas
de gráficos de mapa de bits permiten usar los píxeles como medida para los tipos de
texto.
En lo referente a formatos vectoriales (SWF, SVG, PDF) los programas de gráficos
normalmente permiten elegir entre diferentes unidades de medida, tanto píxeles como
físicas. De hecho, estos formatos permiten ampliación sin pérdida de calidad por lo que
el tamaño del texto es más importante en relación a otros textos o elementos de la
composición que no por un problema de resoluciones.
Cuando el texto no está integrado en un gráfico sino que se mantiene como tal tenemos
otro tipo de medidas relativas que ofrecen un mayor control de tamaño al usuario-lector
y un control aceptable de las jerarquías al diseñador. Este es el caso del texto en la web.

El tamaño del tipo en la web

Las nuevas especificaciones del W3 Consortium a partir de mediados de los años
noventa configuraron una serie de características nuevas para la web entre las que cabe
destacar la separación entre estructura y apariencia. La página HTML proporciona la
estructura o soporte del contenido para la página. Y las hojas de estilo (CSS) ofrecen el
control de su apariencia. Con las hojas de estilo es posible definir todos los aspectos
visuales de una web. Desde el tamaño (absoluto o relativo) y las características de los
textos hasta el color, tipo de línea, posición o tamaño de los elementos gráficos o
bloques de contenido.
Si queremos usar medidas absolutas en la web podemos definir tamaños de letras
usando píxeles («px») como unidades. Con «px» definimos que algo (un texto, un párrafo)
tiene un tamaño determinado en píxeles en pantalla. Pero esa pantalla, dependiendo
del monitor utilizado, puede ser de tamaños distintos y la resolución puede estar
definida con distintas configuraciones. Quizás el observador necesita cambiar los
tamaños por cuestiones del contexto en que lo visualiza (dispositivo de pantalla
pequeña, luz del sol reflejada en pantalla) o de sus (dis)capacidades visuales, si fijamos
las medidas como absolutas se lo estamos dificultando.
La alternativa es usar medidas relativas. Las tenemos como porcentajes (%) y
variaciones de la altura de M (em) y la altura de x (ex). Podemos usar medidas relativas
en los contenedores, en sus bordes, márgenes y espaciado interno. También como
tamaño para el texto.

Composición de página

Tanto en los productos impresos como en los de soporte digital que se presentan en
pantalla, hay un espacio delimitado que actúa como marco de la composición. Dentro
de él se compone el texto, combinado si cabe con otros elementos visuales.
Un aspecto a tener en cuenta es la determinación de los márgenes entre el límite del
marco y el área donde se dispone el texto. Para definirlos se tendrán en cuenta las
proporciones generales del marco y las proporciones de los márgenes entre sí. Es
habitual dejar un margen mayor abajo que arriba y menor en los lados. Si se trata de un
libro, el espacio será distinto en la parte exterior e interior. En libros y revistas la doble
página se percibe como una composición integrada y se considera el margen interior
como la suma de los de las dos páginas contiguas. La composición en doble página
tiende a ser simétrica en productos convencionales.
Disponer un elemento en el límite del marco no es habitual; cuando se hace se dice que
está a sangre porque está en la línea donde la guillotina corta el papel en un producto
impreso. En estos casos el elemento se extiende un poco fuera del papel (en la zona de
sangrado, ajustable en los programas de diseño y autoedición) por si la guillotina tuviera
un pequeño desplazamiento. A sangre pueden estar las imágenes y en algún caso los
textos si se trata de titulares. No se hará con los textos continuos a no ser que se quiera
dificultar deliberadamente su legibilidad.
Como recurso para la composición coherente de texto y su combinación con imágenes
suelen usarse retículas invisibles. Las imágenes se ajustan de forma que ocupen una o
varias columnas de texto o bien divisiones regulares de ellas.

Legibilidad

Son varios los aspectos que pueden influir en la legibilidad de un texto. A continuación
se citan y comentan algunos.
El diseño del tipo: las familias que consiguen mayor diferenciación entre caracteres
parecen ser más legibles. Si el diseño de letras es muy homogéneo dificulta la lectura.
Los tipos tienen que ser gráficamente coherentes pero diferenciados.
Serif o Sans serif: actualmente hay cierto consenso en que las tipografías con remates
consiguen una mayor diferenciación entre letras y, en consecuencia, una mayor
legibilidad, y suelen usarse en textos continuos. En rotulación (carteles, señales) suelen
usarse familias tipográficas de palo seco ya que las condiciones de lectura (a distancia,
con condiciones de iluminación de todo tipo) requieren de una tipografía con gruesos
que no se pierdan y con un fuerte contraste. Si se quiere usar el palo seco en bloques de
texto las tipografías lineales humanísticas ofrecen una opción con un nivel de
diferenciación más alta que las otras lineales.
Caja alta o baja: la caja alta tiene una alineación horizontal homogénea que uniformiza
las letras. La caja baja, con caracteres más individualizados, ofrece menor dificultad de
lectura.
El estilo o peso: un peso medio es más legible que una fuente fina o negrita (aunque la
negrita dentro de un texto normal llame la atención por su peso). Las fuentes cursivas
pierden legibilidad por su inclinación.
Anchura de la fuente: una fuente demasiado ancha o demasiado condensada pierde en
legibilidad. Se suele usar el modo condensado para informaciones secundarias que
tienen que ocupar poco espacio.
El soporte: las propiedades del soporte influyen en la legibilidad. La baja resolución de
las pantallas de televisión y de ordenador paradójicamente bajan la legibilidad de las
tipografías con remate. Una baja calidad del papel de impresión puede hacer necesarios
tipos de trazo grueso y remates claros como los que tienen las fuentes de la familia de
las egipcias.

Amenidad

Los siguientes aspectos influyen en la amenidad de lectura.
Espaciado entre letras y palabras: un espaciado reducido puede percibirse como un
amontonamiento de letras; si es demasiado amplio, puede fragmentar el texto.
Tamaño del tipo: es evidente que influye en la lectura, aunque hay que valorarlo
conjuntamente con el tipo de soporte y la familia tipográfica escogida. Generalizando de
9 a 12 puntos sería lo óptimo; 8 estaría en el límite y por debajo sería difícil de leer.
Menos de 5 es casi ilegible. 14 es tolerable y por encima se acepta para titulares, pero es
engorroso de leer en texto continuo.
Ancho de columna: ya se ha dicho que un tamaño estándar podría ser entre 60 y 65
caracteres por columna. Una columna muy estrecha fragmenta el texto; en una
demasiado ancha el lector encuentra con dificultad la línea siguiente.
Espaciado entre letras y palabras
Interlineado: si es demasiado estrecho obtenemos un abarrotamiento de texto con
ascendentes y descendentes demasiado próximas. Si es demasiado ancho, interrumpe
continuamente la lectura, que obliga a atravesar continuamente espacios blancos.

Interlineado

Alineación: la alineación a la izquierda y la justificada son las más legibles. Para textos
cortos se puede usar la centrada o la alineada a la derecha. La justificada dificulta la
amenidad de lectura si provoca demasiado espaciado entre palabras o un espaciado
muy variable (esto suele pasar en columnas estrechas).
Contraste de color: la utilización de colores demasiado parecidos (de tono y sobre todo
de luminosidad) entre el texto y el fondo dificultarán la amenidad de lectura. Hay que
buscar un contraste fuerte: colores claros con oscuros, colores muy saturados con poco
saturados. Para los contrastes de tono es mejor sumarlos a cambios en la luminosidad y
la saturación, evitando combinar dos colores muy saturados que compiten entre sí y,
especialmente, si crean un límite vibrante entre ellos.

Tipografía digital

La tipografía digital ha facilitado una disponibilidad y un control sobre la tipografía sin
precedentes. Ello permite desplegar un gran potencial creativo pero también ha abierto,
como dicen los tipógrafos de oficio, la caja de Pandora de la disciplina. La posibilidad de
ajustar cualquier parámetro permite variar propiedades y parámetros tipográficos sin
tener en cuenta sus relaciones y sin prestar atención a los efectos que los ajustes
puedan producir.
Las fuentes digitales son archivos que se incorporan al sistema operativo y que
contienen información para mostrar la tipografía en pantalla y para su impresión.
En productos impresos hay que asegurarse de que el servicio que filma los fotolitos para
la imprenta tiene las fuentes que se han usado en el documento.
En productos para soporte digital hay que tener en cuenta que no todos los ordenadores
tendrán las mismas tipografías. Algunos programas de autor, como Flash, permiten
convertir los textos en imágenes (trazados vectoriales o imágenes de mapa de bits)
antes de compilar el interactivo en un archivo autoejecutable. Esto será posible mientras
no tengamos que hacer modificaciones en el texto durante su ejecución. También hay
programas que permiten incrustar la fuente tipográfica en el documento.
En HTML (el lenguaje de descripción de las páginas web) es posible crear una cascada de
posibilidades tipográficas del tipo: «si el sistema tiene esta fuente, muestra el texto con
ella, si no, muéstrala con tal otra, si no…». Los editores de páginas web, como
Dreamweaver o KompoZer, ya crean este procedimiento automáticamente.
En todo caso, conviene tener en cuenta cuáles son las tipografías más comunes que ya
vienen incorporadas en los sistemas operativos o en las aplicaciones más difundidas.

 

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