ANEJOS CUTÁNEOS (FANERAS)

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Como hemos mencionado anteriormente, son el pelo, las uñas, y las glándulas sudoríparas y las sebáceas y contribuyen o ayudan a la piel a realizar sus funciones.

Las glándulas sudoríparas

Son las glándulas encargadas de segregar sudor. Estas regulan la temperatura y eliminan desechos a través de la piel. Están distribuidas por todas las regiones de la piel excepto en los labios y en el tímpano. Hay dos tipos:

Glándulas sudoríparas ecrinas: Se encuentran por toda la piel y, en mayor número en palmas y plantas de pies y manos.

Glándulas sudoríparas apocrinas: Se localizan en axilas, pubis, párpados…. El sudor segregado por estas glándulas es más espeso y oloroso.

Las glándulas sebáceas

Son las glándulas encargadas de la producción de sebo, que permite la hidratación y la nutrición de la piel consiguiendo que la piel se mantenga impermeable y sea más flexible.

Estas glándulas se encuentran repartidas prácticamente por toda la superficie corporal, manifestándose principalmente en la cara, frente y cuero cabelludo. Hay gran cantidad en las regiones genitales femenina y masculina. No existen en la palma de las manos ni en la planta de los pies.

El pelo

El pelo propiamente dicho está formado por un tallo visible al exterior y una raíz situada en el espesor de la dermis. Se distribuye por toda la piel en número, longitud y espesor variables a excepción de ciertas regiones (las palmas de la mano y pie). En la especie humana existen dos variedades de pelo: vello y pelo. El pelo tiene una función protectora. Así el pelo de la cabeza protege la calota craneal de los rayos del sol y disminuye la pérdida de calor.

Las uñas

Son producciones epidérmicas que se localizan en las extremidades. Su función es la de proteger las yemas de los dedos y permitir los movimientos finos de las manos. Son semitransparentes.
El déficit de algunos minerales y vitaminas puede modificar el color de las uñas o provocar la aparición de manchas.

Manual de Atención Socio-Sanitaria

FUNDAMENTOS DE HIGIENE CORPORAL

La higiene es una suma de procesos que permite una mejor defensa de la piel contra las enfermedades. Sin higiene personal corporal, la enfermedad es más grave ya que el organismo se hace menos resistente.

En el servicio de atención en el domicilio, el profesional es el responsable de la limpieza del usuario, debe dejarlo en las mejores condiciones de defensa posible, asegurándole una higiene perfecta. En la persona dependiente ésta debe hacerse de una forma más meticulosa que en un individuo sano, para que la piel cumpla eficazmente sus funciones de defensa. La piel sucia de orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse. Es por ello necesario en estos casos el aseo de los genitales varias veces al día.

Objetivos del aseo

Conservar el buen estado de la piel, eliminando la suciedad y el sudor (y de paso el mal olor). Sólo con una buena limpieza e higiene se consigue que la piel realice sus funciones con normalidad y no se produzcan infecciones bacterianas, etc.

Estimular la circulación sanguínea. Si el usuario está acostado por tiempo prolongado, se disminuye el retorno venoso.

En caso de fiebre, reducir la temperatura corporal.

Refrescar al usuario, para que sienta sensación de confort y bienestar aumentando así su autoestima.

Aspectos a tener en cuenta con respecto al usuario:

Hay que tener en cuenta el pudor de la persona, pues a nadie le gusta mostrar su desnudez en esas circunstancias y ante personas extrañas. Para minimizarlo, se cubre al usuario con una sábana de forma parcial.

Moverlo con suavidad.

Actuar rápidamente para disminuir el riesgo de cansancio.

Evitar el enfriamiento. Para esto, descubrir sólo la región a limpiar y cubrir el resto del cuerpo. Utilizar biombos o cortinas que eliminen las corrientes de aire.

Secar después de los cuidados y volverle a calentar si se ha enfriado.

Reinstalar cómodamente a la persona.

La técnica

Durante el aseo debe actuarse con método. Se limpiará cada parte del cuerpo de una en una. La secuencia de los gestos seguirá este orden:

Preparación de todo el material necesario antes de comenzar, y ponerlo a mano.

Poner sistemáticamente al usuario en la posición más cómoda posible, reduciendo al máximo sus movimientos.

Protección del usuario y de la cama.

Evacuación de las aguas, ropas sucias, etc.

Volver a ponerlo todo en orden.

Los cuidados se administrarán desde la derecha, a excepción del lavado, que se hará de arriba hacia abajo.

TÉCNICAS DE ASEO E HIGIENE CORPORAL SEGÚN TIPOLOGÍA DE AYUDA ADOMICILIO.

El material

Se hacen necesarios:

Los elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.

Los elementos de lavado: toallas, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema hidratante, jarra,etc.

Los elementos de recambio: ropa del usuario, ropa de cama.

Los elementos de evacuación: orinal plano o cuña, bolsa para la ropa sucia ocubo,etc.

El aseo completo y el baño

Lavado de pies diario. Lavado de cabellos una vez a la semana. Baño de limpieza en principio diario, si se puede en la bañera y si no, en la cama.

Deberán vigilarse la temperatura de la habitación y las corrientes de aire.

El aseo diario es el que se realiza todos los días, pero de una manera más simplificada (todos los días no se lavan los cabellos, etc.).

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